Colisión (Pt. 1)

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XLII

Eran cerca de la 1:00 a.m cuando las llaves se deslizaron secamente en el recibidor. Las luces se encendieron en la sala mientras Eileen se quitaba el beanie de la cabeza e iba a la cocina por un vaso de agua simple. ¿Cómo podría describirlo...? No es que tuviera algo en contra de Mordecai y Margarita pero sentía incomodidad y frustración; algo de profundo recelo que la envenenaba desde adentro y la hacía sentir ilusa, tonta en todo sentido porque dos de sus amigos le tomaran el pelo y utilizaran su habitación como un cuarto de hotel. ¿Por qué mentir a los demás y romper falsas promesas? En otras circunstancias no se habría molestado, no era una chica egoísta.

Eileen: Tampoco soy de mente cerrada... *vertiendo el agua al lavadero* ¿Por qué no se callan?

Los gemidos en el segundo piso seguían y seguían, las escuchaba como risas de hienas y sólo pretendió ignorarlos buscando paz en uno de sus mullidos muebles. Chloe bajó por las escaleras, con ropa más ligera y llevándole dos aspirinas para ese terrible dolor de cabeza, ¿y por qué no?, también un casto beso para ese terrible mal humor. Con el celular bajo el elástico del bóxer, Chloe se sentó a su lado y recostó su cabeza sobre su hombro. Estaba preocupada por Rigby, pero había un pequeño ogro gruñón a quien debía acostar primero... y eso sería muy difícil.

Eileen: ¡¡Mordecai!! *corre escaleras arriba* ¡¡Sal de ahí ahora mismo y enfréntame!!

Chloe: Eileen, no creo que ésta sea la mejor solución. *aborrecida*

Eileen: ¿A que no...? Sólo obsérvame.

La castaña retrocedió y, tras un impulso, se aventó contra la puerta; siendo ella la que sufriera un rebote en el impacto, cayendo irremediablemente al suelo. Chloe entornó los ojos, ¿qué más necesitaba confirmar?, Eileen era una mujer muy inteligente pero perdía la cabeza a la rapidez de un hombre enamorado. Negando con la cabeza y escondiendo una delatadora sonrisa que pudiese acondicionar las estúpidas actitudes de su "novia", Chloe se inclinó a levantarle por las axilas, como quien prepara a un boxeador para un segundo round; sin embargo, sus delgados brazos se debilitaron al encontrarse con el asomado cuerpo semidesnudo de Mordecai.

Mordecai: Rayos, ¿por qué haces tanto escándalo?

Eileen: ¿Y tienes el descaro de preguntarlo? *cae al suelo* Creí que habíamos quedado en algo, Mordecai. Tendrías que ir por Rigby al centro de juegos, ¡¡y este no es un maldito hotel!!

Mordecai: ¡¿Rigby sigue en el centro de juegos?! *preocupado* ¡¿Por qué no lo trajeron?!

Chloe: Él insistió en esperarte... *vuelve a levantar a Eileen del suelo* ahora iba a llamarle pero...

Eileen: ¡¡Déjamelo a mí, Chloe!! *intenta zafarse* ¡¡Yo lo mato!!

Pálido, Mordecai se escudó con la puerta; no porque le tuviera miedo al prototipo femenino de Rigby, sino porque estaba completamente desnudo. Ambos forcejearon, aunque para Mordecai fue pan comido frustrar todos sus intentos. De pronto, apresurados pasos se escucharon por el corredor, siendo tumbado al suelo cuando una incontrolable fuerza arremetió en su contra.

Fantasmin: ¡¡MORDECAI!!

Margarita echó un grito, estaba desnuda y pues... Fantasmin no era de los que perdía el tiempo mirando mariposas cuando había chicas guapas. Él escribió un poema muy devoto al cuerpo de las mujeres pues creía que eran dignas de elogio; pero ahora, estaba muy lejos de ser romántico.

Fantasmin: ¡¿Cómo pudiste?! *furioso* Oh, hola Margarita *amigable* ¡¡¿CÓMO PUDIERON?!!

Mordecai: ¿Fantasmin...? ¡¿Pero qué haces aquí?!

Regular Show - El Descanso de la Monotonía.Where stories live. Discover now