Capítulo 50: La triste reconciliación

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ANTES DE COMENZAR CON EL CAPÍTULO, les aviso de que haré un preguntas y respuestas + capítulo 51 ;),  así que dejadme todas las preguntas que querías, que seguro os las responderé. Bueno, ahora sí, toca el capítulo xD.


|Narra ________|


Como era evidente, el resto de aquella noche no dormí. Me pasé las siguientes horas con los ojos bien abiertos y abrazándome el cuerpo, con las rodillas pegadas al pecho y los brazos rodeándolas. La imagen de Ben se repetía sin cesar, como una lenta tortura. Aún no me lo podía creer, me era imposible asimilar lo que acababa de ocurrir. Él no se merecía morir y mucho menos de esa manera tan horrible. Me mantuve despierta, dejando que los recientes y terribles recuerdos se repitiesen una y otra vez. El dolor que sentía en el cuerpo era indescriptible. Los caminantes se marcharon después de que nos quedáramos quietos y en silencio durante varias horas.

Al ver el cielo anaranjado, supe que estaba amaneciendo. Rick fue el primero en bajar y nos ordenó que hiciésemos lo mismo. Bajé como pude del árbol —no sin antes haber cogido mi arco—, dejando escapar algún chillido de dolor. Estaba cansada y me todo el cuerpo, por no hablar de que la piel de mi cintura estaba en carne viva. Mi pistola se encontraba en el suelo, puesto que se cayó ayer de mi bota durante todo el revuelo. Lo único que quedaba de Ben eran manchas de sangre.

— ________ —Me giré y vi a Eva, con los ojos rojos e hinchados—. Hiciste todo lo que estaba en tu mano por salvarle.

— Evidentemente no sirvió de nada. 

Eva se acercó y me abrazó, se lo correspondí de inmediato. Aparte del dolor físico, la muerte de Ben aún la estaba procesando, y sentí una angustia inmensa. Como si algo invisible me estrujara el pecho, dificultándome la tarea de respirar. Me acordé de cómo me sentí con la muerte de Joel y de mi madre.

— No fue culpa tuya —Se separó, me regaló una triste sonrisa y se marchó para terminar de recoger sus cosas. 

Cuando terminamos, nos dedicamos a desayunar en el más absoluto silencio, con las armas al lado de nosotros. Nadie se atrevía a decir nada, atormentándonos los sucesos de esta noche. Noté cómo alguien se sentaba a mi lado, pero ni me inmuté, seguí comiendo mi trozo de pan hasta que los brazos de dicha persona me rodearon. No me veía con fuerzas de nada. 

— Siento que fueras tú la que tuvieses que vivir aquello —Reconocí la voz de Carl. Le miré y este se separó—. Necesito que entiendas que lo que ocurrió anoche con él no fue culpa tuya. Casi das tu propia vida por él —Los ojos se me aguaron y las palabras se me atragantaron. Estaba tan cansada y aún seguía sin asimilar nada. 

Me volvió a abrazar y se lo devolví de inmediato. Escondí la cabeza en su cuello y comencé a llorar mientas el chico me acariciaba la espalda. No necesitaba verle para saber que él también se encontraba llorando. Todos estaban tratando de digerir los hechos porque, después de todo, Ben había sido cercano con todos. Por no hablar de que tan solo era un poco más mayor que nosotros, aún le quedaba una vida entera por delante.

— ¿Por qué se soltó, Carl? ¿Por qué? —Susurré aún con la cabeza escondida en el cuello del chico—. Tan solo tenía que escalar, eso era todo. 

Carl guardó silencio. Pasaron unos cuantos minutos más hasta que me separé y me sequé las lágrimas. Me metí en la boca el último trozo de pan que quedaba y me levanté, le tendí la mano a Carl, la cual aceptó, y me acerqué a Rick.

— Rick —Le llamé y este se volteó para mirarme—. Tenemos que volver a reunirnos con el otro grupo.

— Lo sé —Se puso en pie y colocó su mano sobre mi hombro—. Ya había estado hablando de esto con Michonne. Vamos a dirigirnos ahora a la autopista, así que preparaos.

¿SOLA?  (Chandler Riggs y tú) *EN PROCESO DE EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora