Capitulo Uno - EDITADO.

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La noche de hoy estaba más triste que de costumbre. La luna quién era mi aliada, no estaba a mi lado para apóyame y darme el aliento que necesitaba para no seguir llorando. Pero lo hacía, lloraba porque no entendía como las cosas se pueden salir de control en tan solo unos pocos minutos y crear un desastre que ni yo misma podía parar.

E insisto, necesitaba unos momentos para pensar en si era buena idea o no, en darle una probadita al desinfectante nuevo con olor a flores, cuando de repente -como si la hubiesen llamado a molestarme la vida- me escribe la persona que menos quiero saber.

London: Emiiiii :)

Emily: Decime, decime.

London: ¿Por qué le hablas así a tu mejor amiga?:(

Emily: Si tu definición de "mejor amiga" es tratarla como basura, entonces tú y yo somos más que comadres.

London: Emily, no te comportes así, please. Venía aquí para disculparme.

Emily: Estoy muy ocupada.

London: Sobre todo eso .-.

Emily: ¿Quieres que te perdone cuando vos me humillaste? ¿Por inventar cosas que no son? ¿Por atentar contra mi? London, yo al menos tengo dignidad, si tú no la tienes, ese no es peo mío.

Emily: Así que, si me disculpas...

London: ¡Emily, pLIZ :(!

Emily: Amigue, ¿Tas consciente que mañana empezamos clases, cieeerttooo?

London: Lo sé :(

Emily: Y espero que también estés consiente ¡Qué mañana seré la burla del salón! ¿Andas feliz?

London: Ando con los pies, mi niña. Pero bueno, no quería que nuestra amistad se arruinara por una ridiculez, no puedo hacer nada por tí, cariño.

London: Me tengo que ir, besitos en la mejilla a tu bello hermano :*

Visto a las 7:36 pm

Dejo caer mi teléfono en la cama y saco todo el aire que tenía contenido. Tengo tantas ganas de gritarle lo asquerosa persona que es, y que debería inyectarse un poco de bondad y si puede, que se quite la cara y se siente en ella para que sepa cómo es ser aplastado por ella misma.

Necesito por todos los cielos encontrarme amigos mejores que esos. Aunque solo la tenía a ella.

Lo bueno era que al menos la cena ya estaba lista y podía olvidarme de todo este asunto comiéndome mi buen plato de arepa. Al bajar hacia la cocina con mi estomago peleando para que lo alimente, noté los rostros tensos de mis padres, quien al verme, solo me dedicaron una cálida sonrisa.

Bueno, cálida no, la cara de mi mamá se había vuelto congelada cuando colgó el teléfono y me miró con nervios. Me senté en la silla del cometer esperando a ver qué pasó en esta casa.

— Emily, Era Yohana.

— ¿La mamá de London? ¿Y ahora qué quiere?

— Empezó a gritarme que tú eras... Bueno...

— Lesbiana, sí. Me lo suponía.

— ¿Te sientes bien?

— Mamá, sí.

— Eh, supuestamente le pasaron unas fotos un poco... Atrevidas por así decirlo. Eran London y tu dándose un besito, je je.

Mis cuatros hermanos se empezaron a sentar uno por uno en la mesa, haciendo -como siempre- un alboroto por todo. Al parecer mi hermano mayor, Fidel, había hecho un gol y mis otros tres hermanos, Eduardo, Andres y el más pequeño, Marcos, lo estaban alabando y diciendo lo grandioso que es.

Ruedo los ojos y me dedico a la conversación con mi mamá, te aseguro que es más interesante ver cómo me joden la vida, a escuchar un segundo de los tales goles mi hermano.

— ¡Má, esas fotos son más falsas que los pechos de esa mujer!

— No me lo creo ¿nuestra hermana salió rarita? — Contestó en modo de burla el ridiculo de mi hermano Fidel —. Tampoco es que me impresione.

— ¿Y si fuera homosexual, qué? ¿Tienes algún problema con eso? — Quería gritar tanto para que se escuchase al orto lado de la calle, pero me contenía solo porque soy medio educada y tampoco quiero que me castiguen por andar de grosera —. Actualízate, por favor. En este siglo se respeta a quienes se aman, así que shhh y deja lo marico.

— Emily tiene razón Fidel, para próxima si no tienes nada mejor que decir, te callas — Mi padre como siempre de bello me defiende de ese abusivo cabeza de pájaro.

— El problema es que... Nadie de mi liceo piensa igual que yo — Me levanto y voy hacia dónde está mi madre querida y le doy un abrazo tan fuerte que podía sentir su corazón latiendo tan rápido como el de un ratón — Mami, ya me voy. Se me quitó hasta el hambre.

— Oh, ¿entonces no quieres comer arepita con caraotas, queso y mortadela?

— ¿Y un vaso de Toddy? — Sonreí, ella me entregó mi plato dándome palmaditas en el hombro.

— Tómalo o déjalo.

Reí y subí corriendo hacia mi habitación para dedicarme a comer esta gran delicia.  Bendita sea la hora en las que esas manos cocinaron esta comida.

Agarré mi teléfono como es de costumbre para ver algunos vídeos, pero veo que, tenía muchísimos mensajes de WhatsApp de números desconocidos.

Sí, todos ellos me estaban isultando.

"Maldita lesbiana, eres una escoria"

"Dios hizo al hombre y a la mujer para que estén juntos, deberías irte al infierno"

"Si pudiera matarte, lo haría. Tienes una enfermedad"

"Amiga, deberías ir a un psicólogo para ver si se te quita lo lesbiana"

"Yo sí te quito lo lesbiana, mami"

Mi cara de asco era enorme y la furia que sentía en estos momentos repasaba cualquier límite. Sí, sentía unas ganas inmensas de echarme a llorar porque para serte sincera, es la mejor forma en la que puedo liberar tanta rabia.

Lloraba tanto porque no entendía como esto pasó tan rápido y como me podría librar de esto, ¡era terrible! Necesitaba escapar de esto que pensé, por primera vez en mi vida, en matarme de una buena vez. Lo único que consiguen estas personas son que otras quieran quitarse la única oportunidad de vivir.

Tink.

Un mensaje nuevo de WhatsApp.

Sinceramente ya no quería seguir viendo tantas vulgaridades, porque hasta me empezaron a mandar un montón de aparatos reproductores masculinos. ¿Qué? Ni modo que les diga por su nombre.

Abrí el mensaje con un poco de curiosidad.

Esmeralda: Piensa mejor en tus actos antes de cometer una brutalidad. No hagas sufrir más a nuestros padres porque ellos ya han pasado mucho dolor por tu culpa, la única culpable de todo esto eres tú.

Me sorprendí de inmediato y no dude ni un segundo en apartar mi vista del teléfono cuando de pronto mi cuerpo empezó a temblar sin razón y las gotas gordas de sudor empezaron a bajar por mi cabeza. Tenía miedo, y los nervios eran algo que no me ayudaba mucho. ¿Por qué esta chica la tenía registrada si ni siquiera la conocia? ¿Por qué anda,diciendo estas cosas tan extrañas? Y ¿por qué dijo "nuestros padres"?







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Mi GemelaWhere stories live. Discover now