Capítulo 45: Mariposas en el estómago.

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Una fuerza sobrenatural hace que caiga al suelo, ya que vi como unas garras que se marcaban en mi brazo, me golpeo la cabeza y de ahí, siento como todo se nubla.

Me levanto del suelo con un horrible dolor de cabeza, joder, que bueno que tengo la cabeza bien fuerte. Miro a mi alrededor y todo esta como antes, como si nada hubiera pasado, pero espera ¿Que paso? No recuerdo, es como si todas las imágenes de lo que paso ayer se hubiesen borrado.

6:30 am tengo que irme para ir a la universidad ¡Es mi primero día! Espero no hacer el ridículo ni nada por el estilo.

Ya en el bus de la universidad de "LUZ" me sente en el último puesto, cuando me llega un mensaje:

WhatsApp.

Hanna: ¿Tu eres Emily?

Emily: Seh ¿Quien eres? e.e

Hanna: Tu prima Hanna, solo quiero decirte que voy para tu casa.

Ni pinche idea de quién sea ella, pero aja.

Emily: Dale pues, llevas nutella we.

Ya habiamos llegado, asi que guarde mi teléfono y salí del bus.

La primera clase estuvo normal. Voy a estudiar cuatro carreras, cine, diseño gráfico, Artes escénicas y Letras. Cuando iba por el pasillo toda relajada alguien me hace caer al suelo ¡Joder que tengo yo con el suelo! Le iba a dar sus buenos guantazos a la persona que me hizo caer cuando...

— Perdón Emily, no quería hacerte caer — El muy desgraciado se sabe mi nombre.

— ¡Y tu quien eres! — Le grito.

— Soy yo, Jayden — Me levanto del suelo y recojo mis cosas ¡Mi teléfono! Oh cielos, que bueno que no se le rompió la pantalla.

— No tengo ni la menor idea de quién seas — Pero algo en él me hace recordar a alguien... ¡Claro él es Jayden! Fue mi primer crush — A no, ya me acorde.

— ¡Te extrañe tanto! — Jayden me iba abrazar pero lo detengo.

— No me toques, me duele todo el cuerpo.

— Te pareces tanto a Esmeralda — no pues es muy obvio. Agacha la cabeza y creo que este como que esta llorando, esta bien pendejo — Lamento su muerte.

— No te disculpes por algo que no hiciste — Joder... ¡No puedo ser! Cuando el sonrió siento como todo en mi se revuelve, es una sensación que tengo años sin sentirla, es como... Mariposas en el estómago.

— Aún sigues con tu cabello blanco.

— Y tu bien pendejo ¿Que haces por aquí? La última vez que te vi fue... Ya ni recuerdo — Jayden era mi mejor amigo, siempre no las pasabamos juntos, pero cuando cumplimos doce años él se fue, y de ahí no sabía más de él. A él le gustaba Esmeralda.

— Nos mudamos a Venezuela hace un tiempo, realmente te extrañaba — El timbre sonó dejando que todos los estudiantes salieran.

Narra Esmeralda.

He pasado tanto tiempo en la oscuridad, que ya ni acuerdo la luz de la luna.

— ¡Esmeralda! — Ya viene este a joder ¡No ve que me estoy robando una frase bien cabrona! Voy hacía donde el estaba, y como siempre, mira ese reloj — Viste Esmeralda, ya han pasado los seis años.

— Si ya vi.

— ¿No te da gusto? — Se levanta y con una sonrisa en su cara dice — ¡Ya va a comenzar el apocalipsis!

— Si ya lo sé — Mirarlo a él, es como mirar al mismo diablo, aunque mejor no invoquemos a mi señor.

— Quiero que el tiempo pase rápido, para si, tener el poder entre manos.

Lo que él no sabe, es que yo tengo un As bajo la manga, lo que significa que mi alma no esta entre sus manos, si no de alguien más y ese alguien ya esta en el mundo de los vivos.

— Estúpido — Susurro.

— ahora si, vete, me estorba tu presencia.

— Con un por favor vete, me basta — Y en aso, comienzo a caminar al vacío.

Narra Emily.

Iba caminando de regreso a casa cuando un auto se me atraviesa en mi camino, baja y vidrio y lo primero que veo es a Jayden con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Quieres que te lleve señorita?

— No quiero.

— Sé que quieres, asi que ven y sube — Me subo en el asiento del copiloto y espero a que él arranque, pero me sigue mirando con cara de pervertido.

— Vamos arranca.

— No, sin antes que me de des un beso.

— ¿Que tal una bofetada para que dejes lo pendejo?

— Esta bien, lo siento — Ríe y al fin es que toma camino. Cuando ya íbamos a una velocidad algo rápida un estruendo de se escucha, a lo que él se detiene de inmediato, se baja del carro y al rato trae entre sus manos a una niña.

— ¿Que paso?

— Esta niña estaba en el camino, pensé que la había atropellado — La ayudo a subirse al auto y digo.

— ¿Y que vas hacer con ella?

— La llevaré al hospital.

La pongo entre mis piernas y acariciándole su cabello negro le digo.

— ¿Como te llamas, pequeña? — Sus ojos grises, su boca roja, su piel pálida hace que me recuerde a alguien, pero no sé a quien.

— Mi nombre esta en esto — La pequeña me da... ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡La muñeca!

Regina...



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¿Que será?

¿Quien será esa niña?

¿Que hará Emily?




Mi GemelaWhere stories live. Discover now