Capitulo tres - EDITADO

108K 4.7K 2.5K
                                    

Sentía como mi cuerpo empezaba a congelarse lentamente, aprisionándome en mi propio temor de lo anormal que podía ser todo esto. No entraba por mi cabezacomo su número de teléfono era mismo que el mío, sé que parece poco, pero esto no es algo habitual que podía ver. Ni siquiera la idea de si esto podía ser obra de mis imbeciles hermanos pasaba por mi cabeza, ellos apenas hablan de su partido y como sacan malas notas.

Estoy casi que delirio.

Esmeralda: Deberías cerrar la boca un poquito antes que una mosca llegue y se meta en tus órganos, querida saltamontes.

Cierro mi boca de golpe y mi corazón empieza a dar retumbos en todo mi cuerpo. ¿Cómo esa mujer sabe hasta como tengo mi boca casi que dos metros alejado de mi cara?

Emily: Vete a la mismísima verga, dime quién carajos eres o sino te bloqueo de una vez. >:v

Esmeralda: No soy de repetir dos veces, así que te lo diré una última vez... Pregúntale a nuestros adorables padres sobre mí, para que veas como ellos se caerán de culo, como lo hiciste hace poco >:)

Adiós curiosidad, bloquearé a esta demente y si puedo, quemo el teléfono para no quedarme con la dudas

Sin embargo, cuando le daba una y otra vez al botón de bloquear contacto, no dejaba de aparecer una ventana donde decía bien grande "ERROR", como si uno fuese ciego o algo por el estilo.

Esmeralda: Se ve que no me tomas en serio, ¿por qué no te damos una probadita de venganza?

Mi teléfono se apagó de la nada y empezó a vibrar de tal manera que, me dio una descarga eléctrica que hizo paralizarme de golpe y llegar a mi pecho, haciendo una extraña presión que poco a poco me estaba dejando sin aire. Empecé a toser por el ardor y el dolor que sentía por dentro, que no pensé en hacerlo y me clavé las uñas en el lugar mi corazón, arunñamdome, tratando de quitar lo que me estaba consumiendo. Sentía como ya mis ojos se estaban volviendo completamente negros cuando oí, los gritos de mi madre.

Volvi en sí.

— ¡Dios mío Emily, pero estas sorda o te llevo a un pediatra!

Estaba en mi cama, sentada y sin mi teléfono. Miré a todos lados buscando mi celular, pero lo único que estaba en mis narices era la cara de mi madre toda arrecha.

— Má, perdona... No te escuché — Me levanté y tal parece como si nada hubiese pasado, me encontraba tan bien que hasta me dieron ganas de llorar por lo conmocionada —. ¿Sucede algo?

— ¡Que va a estar sucediendo mardita coñita que te ando llamando pa' que nos vayamos al mardito liceo y no me hacéis caso, si no te dejan pasar agarro al portero y le doy contigo!

El sonido lejano de una pequeña voz empezó a saltar en mis oídos. Era como miles de voces que trataban de decir algo, pero lo único que provocaba en mi era un terrible dolor de cabeza y fuertes mareos.

Entonces, escuché con claridad, casi en susurros.

"Vamos Emily. Dile. Vamos dile. Dile a tu madre. Vamos"

— ¡Mamá, ya basta! Deja de hablarme como si me odiaras. Estaba ocupadisima leyendo.

Mi mamá deja de hablar y solo se dedica a darme una mirada traspasadora de almas de esas que te consume hasta el nombre. Agarré mis cosas y ella empezó a regañarme porque supuestamente estaba leyendo historias del diablo y vainas ahí todas locas.

— Yo te he dicho mucho a vos que no andes viendo cosas de esas que después vos no vais a dormir conmigo, mira cómo estás toda pálida, uy nonono.

Mi GemelaWhere stories live. Discover now