Un mundo destruido por la ambición de unos pocos.
Una distribución que discrimina a la gente por su sangre.
Una única cuidad en pie después de la guerra entre humanos y los seres de la noche.
Una sociedad que se encuentra divida en 4 grupos.
El enc...
Por todos los cielos, ella es preciosa. Necesitaba hablar con ella, necesito que me prometa que no saldrá de la habitación sin mi permiso. Lo que ocurrió ayer es muy complicado y raro.
Antes de que el híbrido fuera llevado al hospital, borre todos los recuerdos de esa noche. No recordara nada y tampoco recordara a Anastasia. Eso me ayudara a cuidarla y protegerla.
Tengo algunas pistas que me dicen que Ana es un vampiro vital y ya lo estoy creyendo. He leído que mucho sobre ellos y todo apunta a que Ana si lo es pero aun así, dentro de su especie es una rareza.
Anoche después de borrar la memoria fui en busca de algo de sangre, al hospital pero todas están en malas condiciones. La electricidad se había cortado y la cadena de frío se perdió. Así que estuve con hambre toda la noche y escuchar los latidos de su corazón no me ayudaron, más aun cuando se aceleraron por causa de algún sueño.
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Y aquí estoy, delante de ella. Débil, hambriento y con una belleza delante de mis ojos. Solo lleva una toalla que cubre su desnudes. Demonios, mi vista se vuelve a nublar y me desequilibro.
-¿está bien?- me pregunta Ana con una voz dulce que demuestra preocupación.
-no. Para dejar oculto lo que ocurrió anoche ocupe mucha de mi energía. Borrar la memoria no es fácil y menos cuando es un híbrido- digo enojado. ¿Por qué me molesto tanto en protegerla?
-¿puede borrar la memoria?- Pregunta asombrada.
-puedo hacer muchas cosas. Dentro de los vampiros puros soy algo especial- hasta hablar me cuesta.
-necesita comer- dice sin dudar.
-si pero Luna no ha encontrado candidatas y la sangre que esta guardada en el refrigerador estar en mal estado. Una falla en el sistema de frio en el hospital no ha dejado sin alimento por uno o dos días- le digo. Tengo que salir de aquí o si no la morderé y me arrepentiré por siempre. Jamás he forzado a mis donadoras.
-puede beber de mi sangre. Esto ha sido por mi culpa- dice en un susurro que no me cuesta nada escuchar.
-¿estas segura? Sé que el primer mordisco es el más doloroso. Además eso significara que será mía para siempre. Tendrás mi marca. A nadie más le podrás dar tu sangre. Aunque sea con consentimiento- traga duro y siento como su piel se eriza. Piensa unos segundos y responde segura.
-sé que duele. Lo que me preocupa es que si recupero la memoria y tenga que irme. Quedare atada a usted para siempre- dice otra vez en voz baja.
-pensando en eso... creo que no tienes recuerdos porque eres especial. No tienes memoria porque está comenzando a vivir- es lógico que no recordara, ya que no los tiene. Me acerco a ella muy lentamente.
-¿Qué?-
-tranquila. No diré nada pero tienes prohibido salir de casa. Estarás más segura aquí- digo. Me detengo a solo unos 10 centímetros de su cuerpo.
