Llamado de la sangre: Cristian y Anastasia

Capitulo 39

POV ANASTASIA

Abro los ojos y estoy en la casa, en la habitación donde estaba, hace unos minutos, con los niños. Pero está completamente vacía. No hay nada ni nadie. El miedo corre por mis venas y me hace pensar lo peor.

-no están muertos, así que deja de pensar mal. Ellos están bien pero, eres tu quien está mal- dice mi otro yo. La miro a través de un espejo y se ve muy blanca.

-no estás bien. ¿Qué es lo que está pasando? Eres de piel blanca pero no tanto- me intento levantar pero un dolor en mi pecho, se hace notar. Gimo cuando el dolor no pasa rápidamente.

-no estoy bien y eso es seguro. Debes comprender que lo que acaba de pasar a cambiado todo completamente- frunzo el ceño al no entender lo que me quiso decir.

-¿Qué más nos puede ocurrir?- pregunto no queriendo conocer la respuesta.

-acabas de herir de muerte a Raymond y tu estas herida de muerte. Lo bueno es que tienes dos vidas a favor- entrecierro los ojos al no comprender.

-eso es mentira. Solo somos las dos y no se puede contar contigo como uno más...- me detengo al darme cuenta de lo que esta diciendo -no te atreverías a hacer lo que estoy pensando que vas a hacer- ella sonríe ante mi trabalenguas.

-si lo que quieres decir es que si daré mi vida a cambio de la tuya, la respuesta es si- dice tan segura.

-eso no está bien. Yo tome la decisión de salvar a Cristian a cambio de mi vida. No tienes que pagar por eso- digo y ella sonríe como si estuviera burlándose de mí.

-pero yo tenía que protegerte. Es mi obligación. Aunque debes saber que no se siento muy bien, sentir que me apuñalaran. Supongo que esa será una de las cosas de las que estaré feliz de olvidar cuando me vaya- dice. Su voz no demuestra enojo, al contrario, suena tranquila y sincera.

-no quiero que te vayas- digo en un susurro. Tengo ganas de llorar.

-lo sé pero es eso o que tu mueras. Supongo que no lo sabes pero, si tú mueres, yo muero pero, si yo muero, tú vives. Suena injusto pero es la verdad. Como dice el abuelo de Cristian, nosotros no pertenecemos a este mundo-

-¿Qué va a pasar con Cristian cuando esto termine? El también es vampiro- digo asustada.

-no todo está perdido. Puedes salvarle la vida. Te mandaron doble cantidad- dice y frunzo el ceño.

-no entiendo. ¿Qué solución existe para él? Todos están muriendo por la sustancia que el abuelo creo- digo asustada. No sirvió de nada mi intento suicida.

-Ana, tienes dos hijos, que tienen la sangre más humana que pueda existir. Debes de hacer una mescla con la sangre de los dos y tomar la sangre original de Cristian. Los padres de Cristian están muertos pero el abuelo no. Debes pedir la sangre originaria. Él lo entenderá- dice. Calor, eso es lo que estoy sintiendo y mi otro yo cada vez está más pálido.

-no te vayas. No me dejes sola- digo triste. Las lágrimas resbalan por mis mejillas. Solo aparecía una vez al mes, pero sabía que estaba aquí, conmigo. No quiero sabes que nunca más la volveré a ver.

-oye, deja de llorar. Aunque no lo creas, es tiempo de irme. No quiero ser eterna. El mundo es demasiado aburrido como para verlo tantos años- dice. Sonrió ante la sinceridad de sus palabras.

-¿Qué es lo que falta para que te vayas?- digo.

-nada pero, antes de irme necesito que te acuerdes sobre lo que te dije para salvar a Cristian. Es una gota de sangre de mis mellizos, una gota de sangre de abuelo de Cristian y 12 pétalos de las flores que estaban escondidas en el libro. No puede ser ni más ni menos. No importa el tamaño de los pétalos pero deben ser 12. Mézclalos y luego que se lo coma. El sabor no es bueno, casi repugnante pero es el precio que hay que pagar para obtener la mortalidad- comenzó a cerrar los ojos. Cada vez me estoy sintiendo mas cansando.