Capitulo 26

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POV ANASTASIA

Sé que mis ojos están cerrados pero este no es la casa donde estaba hace unas horas. Es una casa distinta con vida, algo que en la actualidad casi no existen.

Abro mis ojos y me encuentro con una casa de color azul cielo. Los marcos de las ventanas son de color blanco y en la parte de abajo, hay muchas macetas con muchas flores de muchos colores, entre ellas las flores que estaban en el libro.

En patio es amplio y hay varios árboles que dan una sensación de tranquilidad pero a la vez de felicidad. Es tan grande que se podría instalar una cancha de futbol sin problemas. En una de las esquinas hay una huerta orgánica con muchas hortalizas y verduras. Sonrió al pensar en este lugar pero mi sonrisa se borra al recordar la actualidad.

Camino con pies desnudos por el pasto. La brisa es fresca y no existe ese olor nauseabundo que está implantado en la ciudad. Esto es otra cosa y quiero que esto sea mi realidad y no un sueño.

-¿estás perdida?- escucho una voz a mi espalda. Al darme vuelta un hombre de unos cincuenta años, me sonríe. De alguna forma, su postura me transmite tranquilidad.

-no. Solo... es que no sé dónde estoy. ¿Dónde estamos?- pregunto. El hombre me sonríe y se acerca más a mi lado.

-eso me suena a que estas perdida. Pero, ¿Qué tan perdida estas?- frunzo el ceño al no comprender lo que me está preguntando.

-no entiendo lo que me está preguntando. ¿Puedo estar más perdida que ahora?- digo.

-si. Tu cabeza está pasando por muchas cosas y no estas comprendiendo lo que está pasando a tu alrededor y en ti misma- suspiro.

-usted me está enredando más- digo frustrada y ese hombre se ríe.

-lo sé. Estas pasando por muchas cosas y al ser un vampiro vital hay cosas que nadie te ha explicado. Eres muy especial y te lo intentare explicar de alguna manera para que lo entiendas de una forma sencilla- dice y me mirada detenidamente.

-¿Por qué debería confiar en usted?- digo antes de tomar cualquier decisión.

-esa es una buena pregunta. Digamos que en un futuro serás la responsable de la humanidad no se extermine- suspiro pero no estoy tan segura.

-de acuerdo pero no confiare tanto en usted. Cualquier cosa que no me guste, me daré la vuelta y saldré por donde llegue- digo segura. El hombre sonríe.

-eres igual que tu madre en ese aspecto. No confiaba en nadie y en nada-

-¿conoció a mi madre?- digo asombrada.

-claro que la conocí. Ella era una humana preciosa con un genio de mierda. Ella fue un médico que trabajaba en el laboratorio junto con los vampiros. Era raro que una humana trabajara en ese lugar pero se hacía alguna excepción cuando algún vampiro puro o el alcalde lo pedían- frunzo el ceño.

-no ha habido ningún alcalde que trabaje humanos- digo.

-en eso te equivocas. Si lo ha habido y son más de uno. El sentimiento llamado amor puede provocar muchas cosas y una de ellas es que se bajen las barreras de la confraternidad-

-¿y eso que tiene que ver con mi madre?-

-que ella era la pareja de uno de los vampiros puros en su época-

-eso es mentira. Además si así fuera, ¿ese vampiro no me hubiera cuidado?- digo enojada. Me cruzo de brazos para mostrar mi enojo.

-es mejor que entres a la casa y hablemos cómodamente. Si es que quieres saber un poco más- me mira fijamente a los ojos. Sus ojos son grises como... los de... ¿Cristian?

Llamado de la sangre: Cristian y AnastasiaWhere stories live. Discover now