3. Venta de jardín.

5.9K 505 44
                                    

°°°°°

Me paseo un par de veces por fuera de la habitación de mi madre con la intención de arreglar las cosas, pero mi cobardía es más grande y aún no me atrevo a pedir disculpas.

Ella sale de pronto con un canasto de ropa sucia. Al verme frunce el ceño.

—¿Vas al cuarto de lavado?—Pregunto. Qué estúpida soy. Ella se ríe.

—Dudo que vaya al cine con toda esta ropa sucia—Responde.

—Ma, ¿Aún estás enfadada?

—No, Sam, ya no—Dice—entiendo que quieras hacerme abrir los ojos, cariño, pero los sentimientos no se mandan.

—Lo siento mucho, mamá—Me disculpo apenada.

—Todo está bien, Sam—Me sonríe nuevamente—. Tu cabello está algo desaliñado—Observa.

—¿Me lo trenzas?

—Claro, hija. Pero primero iré a dejar esto.

Ella pasa por mi lado y baja las escaleras. Las discusiones con mamá son así, lo máximo que duramos enfadadas es un día completo. Bueno, es difícil hacernos la ley del hielo si consideramos que vivimos solo las dos en una casa grande.

••••

Comienzo la venta de jardín luego de que mamá hiciera una hermosa trenza espiga en mi cabello. Reviso por última vez todo lo que tengo para vender, es una gran cantidad de ropa bastante mal adaptada y de mal gusto, bueno, a mí me gustaba lucir de esa manera, debí estar muy mal de la cabeza, ya no quiero nada así en mi closet.

—¡Sam!—Grita Paul caminando hacia mí.

—Hola, bebé—Le saludo.—¿Dónde está Derek?

—Ah, dijo que no podía venir, que su piel necesitaba hidratarse urgentementeDice imitando la voz de su novio. Me río. Aunque me siento decepcionada, lo necesitaba conmigo. Me las pagarás Derek Sullivan.

Paul me ayuda a ordenar los zapatos y botas, se toma algunos minutos para burlarse de la gran cantidad de zapatos rojos chillón que tenía. No estoy muy segura de que vendrá gente a comprar algo. Quizás no fue tan buena idea vender mis cosas, debí quemarlas.

Derek hizo un evento en facebook sobre la venta y a pesar que logró casi 50 asistentes, yo creo que todos estaban bromeando.

Para mi sorpresa hay una gran cantidad de gente husmeando. La mayoría adolescentes de mente abierta que creen que esa ropa se vería bien en ellas.

—Esa chica no tiene más de 13 años—Le digo a Paul en un susurro. Él asiente y observa con desaprobación desde la chica hasta las diminutas faldas que está escogiendo para llevar.

Al parecer hay más chicas parecidas a la que solía  seryo de lo que habría podido deducir.

—Quiero todas estas camisetas y aquellas botas rojas—Dice otra chica masticando chicle con la boca abierta.

—¿Estás segura?—Pregunto frunciendo el ceño.

Está bien, tal vez soy descarada por cuestionarla de ésta forma, más que mal, las camisetas eran mías, pero en mi defensa puedo decir que solo intento advertirle que no está tomando una decisión muy buena.

—Me las llevo—Habla buscando dinero en su bolso.

Paul le da las botas rojas. Me despido mentalmente de ellas, fueron mis fieles acompañantes a muchísimas fiestas. Espero que esa  chica al menos saqué provecho de ellas.

—Son preciosas, se verán increíbles con un vestido morado que tengo—Dice viéndolas con anhelo—Por suerte calzas solo un número menos que yo, no será difícil llevarlas.

—Claro...—Respondo.

—¿Cuánto es por todo?—Pregunta ansiosa.

—Son 25 dólares.—Le digo con la mejor de mis sonrisas fingidas. Ella me paga y se va.

Vendo un poco más de ropa y zapatos, pero lo que se va por completo son mis bolsos y toda la bisutería barata que utilizaba para completar mi vestimenta. Es una locura.

•••••

—593 dólares—Dice mamá luego de contar por cuarta vez todas las ganancias.

—Wow, no puedo creerlo, Alice. ¡No tenía tantas expectativas!—Exclamo maravillada.

—Samantha, no me llames por mi nombre—Me regaña mamá. Me encojo de hombros sonriendo.

—¿Qué harás con todo el dinero, amiga?—Pregunta Derek comiéndose otra galleta.

Sí, él ya está aquí. Cuando supo que ya habíamos finalizado la venta no se tardó en llegar a mi casa. Maldito traidor.

—Probablemente comprar un nuevo mejor amigo que sí esté cuando lo necesito—Le respondo alzando una ceja.

Estoy siendo dramática porque en verdad deseaba su compañía, de cierta manera estaba cerrando una etapa de mi vida. Él me mira sorprendido por lo que dije y sabe que hablo en serio. Sabe que estoy molesta.

—Lo siento, Sam. No pensé que fuese tan importante para ti. ¿Me perdonas?—Niego efusivamente con la cabeza. Él se pone de pie y se acerca a mí— . Vamos, Sam, perdona a tu maravilloso mejor amigo—Insiste apretando mis mejillas. Mamá y Paul comienzan a reír pero me mantengo seria, lo haré sufrir un poco más.

—Si quieres mi perdón, deberás hacerlo mejor que eso, Derek, quiero que me cantes la canción, ahora—Le ordeno.

—¿¡Qué!?—Grita horrorizado. Paul jamás lo ha visto cantando nuestra canción de disculpas. Esa que inventamos hace muchos años. Quizás mi mejor venganza  es ridiculizarlo frente  a su novio—. No me hagas esto, Sam—Se queja.

—Es la única condición que tengo, Derek, tómalo o déjalo.

Todos lo miramos expectantes, él rueda los ojos y se cubre la cara. Sonrío porque sé que realmente está cediendo a abandonar su dignidad por mí.

—Está bien...aquí voy—Dice—Paul, espero no te burles eternamente de mí—Le advierte.

—Depende de qué tan ridículo te veas, amor—Responde su novio.

—Adiós dignidad—Murmura.

—Ya canta de una vez, D—Le dice mamá. Ella realmente ama vernos hacer estas cosas. Es como su entretención personal.

Sam-Sam, perdón por favor.
Eres lo más importante, en mi corazón—Se detiene por un segundo, lo regaño con la vista porque aún no termina—. Sam-Sam, eres mi sol, sin ti yo muero, dame tu perdón—Aplaudo energicamente y me lanzo a sus brazos mientras mamá y Paul se parten de la risa.

—Eres el amigo más patético del universo, te amo y claramente te perdono, bebé—Le digo.

—Te voy a odiar eternamente—Bromea Derek besando mi mejilla.

Hoy fue un día crucial en esta especie de nueva vida que comienzo a vivir, estoy muy feliz y conforme.

Different Girl [#Changes 1]Where stories live. Discover now