10. No es una cita.

4.9K 401 64
                                    

°°°°°°

Salgo del vestidor con la ilusión de que el vestido que llevo le gustará a mi mejor amigo y ya por fin nos iremos del centro comercial. Me paro frente a él y luego giro sobre mi eje, Derek niega con la cabeza después de unos segundos.

—Quítatelo, iremos a otra tienda.

—Ya estoy cansada, D. Déjame en paz—Digo fanfarruñando.

—No. Definitivamente no—. Refuta con enfado—Necesitas un vestido recatado pero sexy para tu cita.

—Solo tomaremos un helado como amigos, no es una cita, te lo he dicho mil veces. ¡Ya deja la locura!

—A mí no me vengas con cuentos, Collins. Llevas casi dos meses sin acostarte con alguien y mágicamente Damián tiene la posibilidad de salir contigo a pesar de que ustedes compartieron saliva y otras cosas antes. Estoy seguro de que te gusta porque tú jamás hiciste algo igual con otros chicos—Dice.

—Joder. Te acabas de armar una historia que hasta yo me la creo—Admito sorprendida. Él me guiña.

Procedo a quitarme el vestido y ponerme mis shorts y mi camiseta. Estoy agobiada, pero Derek es muy insistente, no puedo negarme. Salimos del lugar después. Vemos algunas vitrinas.

—¡Oh gay Dios! Ese vestido verde es perfecto para ti—Me jala hacia la siguiente tienda. Aquí vamos de nuevo.

Realmente espero que ese sea el definitivo, Derek dijo la misma frase con los cuatro anteriores, no me sorprendería pasar otra hora en el centro comercial para que finalmente él decida llevar el primer vestido que me probé.

Mi profecía se cumple. En la bolsa llevamos el vestido negro ajustado de la primera tienda. Podría matar a D, pero mi vida sería muy aburrida sin él.

—¿Nos vamos al fin?—Pregunto sobando mi clavícula.

—Claro, mi vida, voy dos horas tarde a la cita con Paul. Él me asesinará—Confiesa. Me río.

—Eso sería bueno, así puedo dar rienda suelta a mis pasiones con tu novio.

—Deberás comprar unas buenas rodilleras, bebé. O sino no funcionaría—Dice. Finjo una arcada y cubro mis oídos.

—¡No más detalles!—Grito.

•••••

—Ya me voy, ma—Hablo desde la sala. Retoco mi brillo labial un poco viendo mi reflejo en la ventana.

—Está bien, Sam. Ten un buen momento y cuidate hija—Responde ella desde su estudio.

—Claro. Volveré temprano.

—Quizás no esté aquí—Dice. ¿Qué? Camino hasta su lugar y entro.

—¿Por qué?—Pregunto con una sonrisa traviesa.

—Cenaré con un amigo.

Alzo mis cejas y me cruzo de brazos.

—¿Un amigo cuarentón bastante caliente?

—Tal vez—Responde rodando los ojos. Levanto los puños en señal de triunfo. No soy mala cupido.

Abro la puerta principal y justo en ese instante papá viene llegando. Que horrible.

—¿A dónde vas, Samantha?—Pregunta con esa prepotencia que me irrita.

—No es de tu incumbencia, Dominic.

—Deberás comenzar a hablarme con respeto, niña—Exije. Sonrío de medio lado.

—Primero tendrías que ganarte mi respeto, papá. Y con ese labial de puta manchando tu camisa, es prácticamente imposible. ¿Te follaste a la doctora que hace tus análisis?

Different Girl [#Changes 1]Where stories live. Discover now