Different Girl [#Changes 1]

33. Todo listo para la fiesta.

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—Limpiarás la piscina por un mes en la primavera—Habla mamá luego de unos minutos.

—¿¡Qué!? ¡No es justo! —Exclamo enojada—Jamás me pediste algo...—Mis palabras mueren de pronto. Jack está junto a mamá, una sonrisa divertida escapa de sus labios. Oh, él está disfrutando mi sufrimiento.

¡Y yo que lo apoyaba tanto!

—Sé que nunca exigí demasiado a cambio de tus fiestas, Samantha, pero recuerda que tú sugeriste que comenzara a implementar reglas más estrictas para ti, es lo que hago.—Comenta ella mientras le sirve un vaso de jugo a Derek, quien justamente está muy ocupado devorando su ensalada de lechuga, en vez de ayudarme.

—Pero estás siendo exagerada mamá, ¿Un mes limpiando la piscina? ¿Te volviste loca?¿Qué sigue? ¿Un año haciendo las compras del supermercado?

—No me des ideas, Sam—Murmura mamá con malicia.

—Creo que podrían llegar a un acuerdo—Interrumpe Jack. Alias el traicionero—Tengo una idea muy conveniente para ambas.

—¿Cuál?—Pregunto frunciendo el ceño y dándole una patada a Derek por debajo de la mesa. Él ni se inmuta. Bastardo miserable. Habló todo el trayecto desde el instituto a mi casa diciendo las mil y un formas en las que convencería a mi madre para que pudiésemos hacer la fiesta y ahora solo sigue comiendo sin decir ni pío.

—Si luego de la fiesta hay algún desastre, limpias la piscina un mes...—Dice el novio de Alice. Alzo una ceja y me cruzo de brazos.

—¡Se supone que darías una idea conveniente! ¡Eso es lo mismo que dijo mamá!

—Sam, cierra la boca un momento y oye todo lo que tiene para decir Jack—Interrumpe Derek. Le doy una mirada asesina. Ahora sí puede hablar.

—Como decía, si todo sale mal, hay castigo, pero si después de la fiesta todo luce perfecto, no tendrás que cumplir la tortura.—Analizo sus palabras. Se escucha bastante bien.

En definitiva, solo debo poner las cosas delicadas fuera de la zona de peligro y mantener todo bajo control. Nada que no sepa hacer ya.

—Acepto—Digo tendiendo mi mano hacia Alice para cerrar el trato. Ella me sonríe como mamá orgullosa. Después de todo, Jack no es un traicionero.

Tomo un trozo de pizza y le digo a Derek que nos vamos a mi habitación, él definitivamente no quiere alejarse de su ensalada, así que tengo que arrastrarlo prácticamente.

—Tendrás que ayudarme a limpiar la casa—Le digo mientras me lanzo a mi cama de un salto. Como una buena mordida de mi pizza.

—Obvio lo haré, Sam. Y reclutaré a unas 3 personas más para que nos ayuden a hacerla a la mañana siguiente.

—No dejaré que desconocidos duerman en mi casa, D.

—Ay, no, idiota. Hablo de Lisa. Jen y Paul—Responde sentándose en mi nuevo puff de la esquina.

—Ah. Habrá mucho trabajo por hacer.

—Pero valdrá la pena, será la fiesta del año.

Sí, por la cuál él no se esforzó ni un poco.

—Serás mi esclavo por una semana—Digo de pronto.

—¿Qué?¿Por qué?

—No me ayudaste ni un poco abajo con mamá.

—No me culpes, ella jugó sucio poniendo deliciosos trozos de jamón en mi ensalada para mantenerme callado.

—Eres tan predecible, Derek. Me avergüenza ser tu mejor amiga—Lo regaño.

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—Cerré todas las habitaciones que me dijiste. Las llaves las oculté en tu habitación.

—¡Gracias Paul, no sé qué haría sin ti!—Digo dándole un abrazo de oso.

—Alice ya se fue, Sam. Dijo que regresaba mañana a las 11 de la mañana—Dice Derek con su expresión de organizador de eventos profesional—Encenderé la música y las luces— Acota. Se acerca a mí y Paul para alejarnos. Aprovecha el momento para tocarle el trasero a su novio y luego baja las escaleras. Ruedo los ojos sonriendo. Idiota.

Toda la organización fue rápida y precisa. No hemos dejado nada al azar. Lisa y Jennie se encargarán de mantener a las personas lejos del segundo piso en el primer turno, luego viene Paul y Derek.

Aunque por precaución, pusimos un mueble en la parte alta de las escaleras. Habilité los dos baños de la planta baja, también pusimos globos en la piscina, iluminación suficiente para no perder a nadie de vista entre los arbustos, si hay algo que no voy a aceptar en esta dichosa fiesta, son condones en el patio trasero o en el ante jardín. Si encuentro solo uno, voy a investigar su dueño y le irá muy mal.

—Iré a cambiarme—Le aviso a mi mejor amigo cuando terminamos de poner las bandejas con comida sobre todas las mesas disponibles. Él terminará de poner los vasos plásticos en la cocina.

Subo las escaleras pero al llegar a la segunda planta Jennie me detiene de inmediato.

—Clave de acceso—Dice con seriedad y fingiendo que es un guardia de seguridad. Ella hace alusión a lo que inventó Lisa a modo de código para que yo pueda ir a mi habitación.

—Tu hermano en tanga.—Respondo sin poder ocultar mi diversión ante tal ridiculez. Tras unos segundos en donde simula que está hablando por intercomunicador con alguien más me da una mirada.

—Puedes pasar—Me responde.

—¡Estás demente!—Le digo.

—Y eso que aún no bebo ni siquiera una gota de alcohol, Sam—Comenta. Ambas reímos.

Una vez frente a mi closet, comienzo a pensar en qué ponerme, necesito verme bonita y sencilla, pero a la vez segura. Antes cuando solo vestía faldas cortas y petos, era más fácil elegir.

Espero que esta sea una buena fiesta. Que no falte diversión, pero que tampoco se salga de control. Ni siquiera está en mis planes limpiar la piscina por un jodido mes.

Revuelvo toda mi ropa varias veces, de pronto me acuerdo de algo. Una prenda que aún no estreno y que podría ser perfecta para esta noche.

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