20. No fue algo malo.

3.7K 318 36
                                    


Sabía que Damian hoy tenía un examen de matemáticas, por lo que llegaría tarde a comer o quizás no alzancaría a hacerlo. Me sorprende que se presente de ese modo y me hable de mala manera.

Me giro en la silla para enfrentarlo. Damián tiene las facciones rígidas, está serio, muy serio. Su entrecejo fruncido, sus ojos entrecerrados y su boca en una línea recta.

—¿Qué pasa?— Pregunto. Todos en la mesa están en silencio. Expectantes.

En mi interior cruzo los dedos porque no me diga algo ofensivo. Paul y Derek están listos para protegerme, puedo percibirlo, aún sin mirarlos. No es que lo necesite, pero ellos son así.

—Quiero que hablemos. A solas—Responde mientras hace un gesto con su cabeza indicando que salgamos.

—Estoy almorzando, por si no lo habías notado—Le contesto alzando una ceja—No tengo la menor idea de porqué pareces una bestia, pero créeme, no estoy dispuesta a interrumpir éste momento para discutir contigo. Cuando estés calmado, hablamos—Sentencio.

—No puedes negarte a hablar conmigo de inmediato. Es importante, tienes mucho que explicarme—Ruedo los ojos.

— No volveré a repetirlo, Damián. Vete por favor. Él chasquea la lengua.

— Quizás luego sea muy tarde y ya no quiera hablar—Dice.

—Bien. Es tu decisión, no puedes responsabilizarme por ello.

Damián se va completamente furioso del comedor. Lo sigo con mis ojos hasta que desaparece del lugar. Mi corazón está un poco comprimido, no sé qué le pasa a él, quisiera averiguarlo, pero jamás he permitido que me hablen de esa forma. Las discusiones en caliente jamás salen del todo bien, bueno, tal vez sí en las películas.

—Eso fue intenso.—Comenta Jennie rompiendo el silencio. Bajo la vista a mi plato. El gran apetito que tenía se esfumó.

—Sam...—Oigo decir a Derek y en segundos está parado junto a mí.

—Estoy bien, solo algo abrumada—Confieso con una sonrisa triste.

—Todo mejorará, campeona—Habla Vincent. Levanto la mirada y lo observo. Es un idiota.

•••••

Al salir del instituto recibo un mensaje de Damián citandome en un café más tarde. De alguna forma sabía que cedería, él no es una mala persona. Solo estaba demasiado enojado.

Las horas transcurren demasiado lento para mi gusto, por más que intento mantenerme ocupada, no puedo dejar de pensar en la actitud de Damián. Él dijo que yo le debía una explicación, eso es muy extraño. Que yo sepa no he hecho nada contra su persona.

••••

Busco con la vista a Damian. No ha llegado. Ocupo una mesa apartada, solo por precaución. Si él llega a hacerme un escándalo, toda la gente no tendrá que enterarse.

Pido un batido de frutilla para beber mientras espero. Pasan alrededor de 10 minutos y aún no aparece. Es demasiado absurdo puesto que él me citó. Reviso mi celular pero no hay ni llamadas, ni mensajes. Bufo. Odio esperar. Si él no se presenta, puede irse cómodamente en un monociclo a la mierda, y que ni siquiera intente hablarme. 10 minutos más tarde estoy dispuesta a irme, como estoy junto a la ventana, logro verlo cruzando la calle, se ve tranquilo.

Damián entra al local, cuando me ve, su semblante vuelve a ponerse rígido. Creo que me está detestando con todas sus fuerzas.

—Hola—Me saluda y se sienta frente a mí. No hablo, solo lo observo con la cabeza ladeada. Mido su predisposición a tener ésta conversación. Sobre lo que sea que tengamos que hablar, no será agradable.

—No te ves tan calmado como esperaba—Digo, para luego beber lo último de mi batido. Damián se cruza de brazos.

—Es lo mejor que puedo hacer después de ver tus fotografías, Samantha.

Me relamo los labios quitando los restos de espuma.

—¿De qué demonios hablas, Damián?—Él alza sus cejas. Como si le sorprendiera que yo no sepa de qué habla. Saca su móvil y comienza a buscar.

—Esas—Dice dándome el celular. Lo cojo con recelo y lo examino.

En la pantalla estoy claramente yo bailando con un chico. Bueno, bailando muy pegada a ese chico. Intento no reírme. Damián está celoso. Qué ridícula situación.

—¿Hay más?—Pregunto. Él bufa como si yo siguiera sin entender nada.

—¿Con eso no es suficiente?

—No le veo lo malo, ¿Sabes? Solo soy yo divirtiéndome.

—Estás casi besándolo, Sam, es prácticamente como si lo hicieras—Se queja.

—Pero no lo estoy besando—puntualizo—, ¿Notas la diferencia?

—Es lo mismo—Discute tomando su celular de regreso y analizando la fotografía una vez más. Ruedo los ojos.

—Como quieras creer—Digo. Damián pone ambas manos sobre la mesa con un golpe seco.

—¿No te importa lo que piense?

—No. No me importa—Respondo—, porque estás pensando un montón de estupideces y debido a eso desconfías de mí. Te acabo de aclarar que no lo besé, solo estamos bailando. Ahora bien, Damián. El que nada hace, nada teme y por supuesto que yo no tengo miedo—Me pongo de pie dispuesta a irme.

—No he terminado—Espeta. Mi paciencia se ve superada.

—Yo sí, me hiciste esperar 20 minutos, créeme que ese tiempo te hubiese servido para oír una explicación y tal vez, hasta hubieses podido escuchar un lo siento de mi parte—Dejo el dinero del batido sobre la mesa y comienzo a irme.

—Espera, Sam—Dice Damián caminando tras de mí. No hago caso a sus palabras.—Por favor.

Me detengo y lo miro con una ceja alzada.

—Estoy enfadada como no te imaginas, así que más te vale alejarte.

—No hemos terminado de hablar.

—Si hubieses llegado 20 minutos atrás, habrías obtenido una conversación mejor—Da una carcajada seca.

—¿Ahora la culpa es mía?—Ruedo los ojos y comienzo a caminar nuevamente.

—Sam, detente, por favor.

—No.—Le respondo.

—Bien, quizás exageré un poco—Dice—. Pero verte tan cerca de ese tipo, me dolió.

—Solo estaba bailando, muy pegada a él, sí, quizás me pasé—Admito sin dejar de caminar—, pero tú forma de resolver conflictos, está muy lejos de la mía. ¿Por qué tardaste tanto?—Pregunto saliendo del café. Él se queda en silencio, así que me volteo a verlo.

—Estaba durmiendo una siesta y se me pasó la hora—Responde evitando mi mirada.

—Mientes.

—No. Es la verdad—Sonrío con sarcasmo.

—Por supuesto.

Damián se revuelve el cabello. Todo este escándalo sirvió para al final ver que él me está ocultando algo.

—Entonces, no pasó nada con ese tipo—Afirma. Asiento.

—Debo irme. Nos vemos—Me despido.

Ésta vez hago caso omiso a su llamado. Tomo un taxi para regresar a casa. Mi corazón está acelerado. Estoy sumamente molesta, le dije que ni por lo más mínimo mintiera, pero ahí estaba ese temblor en sus ojos cuando dijo que dormía.

Damián algo oculta y debo averiguar qué es.

__________________

Different Girl [#Changes 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora