Different Girl [#Changes 1]

28. Si las miradas mataran.

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Bajo del auto junto a Jennie, ella está retocando su brillo labial en mi espejo de bolsillo. Estiro mis brazos bostezando mientras Vincent saca nuestros bolsos del porta maletas. ¿Quién dijo que emborracharse un día de semana era mala día? Sí, estoy siendo sarcástica.

—Te ves terriblemente espantosa de todos modos, Jennifer, no te esfuerces demasiado.—Dice su hermano. Le lanzo una mirada asesina junto a un leve golpe en el brazo. Vincent revuelve un poco mi cabello haciéndome reír. Le aparto la mano y le saco la lengua de forma juguetona.

—¿Vincent?—Habla una voz femenina que me es fácil de reconocer—. ¿Qué demonios se supone que haces con...ella?—Pregunta dándome una mirada de pies a cabeza. Le sonrío mientras le arrebato los bolsos a su novio.

—Hola, Jess, buen día—Dice Jennie cogiendome de los hombros. Jessica le sonríe de manera frívola en respuesta.

—Cariño, estamos llegando tarde, luego te cuento—Habla Vincent con tranquilidad. Ella lo jala del cuello y le da un beso grotesco. De esos que suelen decir "Este chico es mío". Ruedo los ojos. Siempre me ha parecido patético cuando una persona intenta marcar como de su propiedad a una pareja. Eso solo deja a la vista inseguridad. Vincent se aparta de forma rápida y torpe, la observa con el ceño fruncido. Está incómodo.

—Nos vamos—Digo dando media vuelta. No quiero presenciar la discusión que conlleva toda esa situación. Jennie camina a mi lado.

—Adiós, chicas—Murmura Vincent. Nosotras nos despedimos con la mano.

—Ella está muy insegura—Comenta mi amiga tomando su bolso de mi mano y colgándolo en su hombro. Lo medito un instante. Yo jamás he insinuado absolutamente nada respecto a Vincent, bueno, hemos coqueteado ayer, pero es porque fluyó, por así decirlo. Nada más que eso y jamás frente a ella.

—Créeme cuando digo que ni siquiera le he dado motivos, Jen, si tuviese la intención de ponerla insegura, ella estaría temblando en este momento, lo digo en serio.

—Lo sé—Dice Jennie. Entramos al instituto y desde el pasillo puedo ver las enormes ojeras de Derek. Él parece un jodido mapache. A su lado está Lisa, fresca como una lechuga, radiante.

—Ella tuvo una buena noche—Le digo a Jennie.

-Hasta pudo haber tenido una buena mañana, Sam—Responde. Nos reímos.

Alguien se interpone entre nosotros y nos abraza. Solo por el olor exquisito de su perfume, sé que es Paul.

—Buen día, nenas.

—Hola, cariño—Saludo— Tú no te ves tan mal como Derek.

—Yo no bebí tanto, ¿Recuerdas?—lo miro frunciendo el ceño—No, claro que no lo recuerdas.

Llegamos hasta Derek y Lisa. Mi mejor amigo me observa y luego a Jen.

—¿Ustedes pasaron la noche juntas?—Pregunta al percatarse de que ella lleva ropa mía.

—Sí.—Responde Jennie. Luego se va con Lisa a su respectiva clase.

—Oh gay Dios, ¿Estás segura de querer ser lesbiana, Sam? —Lo golpeo en el brazo.

—Cierra la boca, idiota. Ella solo se quedó a dormir. Vincent también.

—Oh, ya veo. De todos modos ustedes dos juntas serían la pareja de chicas más caliente del instituto—Dice con aire soñador.

—Paul, ya calla a tu novio o sino lo golpearé—Digo antes de entrar al salón de matemáticas. La única clase que tengo sola, sin ninguno de mis amigos.

Camino hasta el final del salón me topo con alguna de las chicas que me odian por haberme acostado con sus novios años atrás. Deberían agradecerme por alejar a esos patanes de sus vidas. Ahora ellas se ven mucho mejor que en ese entonces. Mal agradecidas.

Tomo asiento, saco mi cuaderno y espero a que llegue el profesor. Algo en mi bolso llama mi atención, es una manzana con un post-it color morado pegado en ella. Lo saco y lo leo.

En una caligrafía bastante desordenada dice "Sigue sonriendo Sam"

Por inercia hago caso a ese pequeño mensaje. Cuando estábamos desayunando en la mañana, oí a mamá diciéndole a Vincent que sobre la encimera había un lápiz. Él ha sacado lo mejor de mí en estas últimas semanas. Su amistad es muy significativa. Pego el post-it al dorso de mi mano, así podré leerlo durante todo el día.

Cojo mi celular, abro la cámara y me tomo una fotografía sonriendo. Busco el número de Vincent y se la envío con la descripción de "estoy sonriendo." Su respuesta no tarda en llegar. "Eres una chica muy obediente, Sam." Abro nuevamente la cámara y me tomo una foto sacando el dedo medio. La envío sin ninguna descripción. "Obediente y ruda, una buena mezcla." dice.

Frunzo el ceño cuando la voz del profesor me dice que preste atención a la clase, pero rápidamente cambio mi semblante cuando leo el mensaje en el dorso de mi mano. Espero que sea un día agradable.

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—Ha sido un pésimo día, D.

—Deja de quejarte, Sammy, me tienes agotado.

—Escucha, tuve examen sorpresa de matemáticas, en biología, junto a Jennie, obtuve una amonestación por no llevar la tarea, me golpeé el dedo meñique de la mano cuando abrí mi casillero y ahora, la pizza se acabó sin que alcanzara a obtener un pedazo y tengo que comer albóndigas de carne que saben asqueroso. ¿Ya puedo morir?

—Sí.—Dice él sin prestarme atención.

—Te detesto, Derek Sullivan, eres el peor ser humano de la tierra—Siseo lanzando, por mis ojos, rayos láser imaginarios hacia él.

—Sí, sí, como digas—Responde. Maldito hijo de fruta.

—¿Acaso mi pésimo día no podía terminar solo con las albóndigas?—Pregunto mirando al cielo, como si alguien fuese a responderme.

—Al parecer no—Dice Derek en reemplazo de Dios, que bastante abandonada me tiene.—Deja de parecer niña de tres años berrinchuda y ponte modo perra porque él viene con cara de tener el mundo a sus pies.

—¿Quién?—Inquiero curiosa.

—Ryan.

—No le tengo miedo, D, lo sabes.

—Lo tengo claro, pero de esa forma tan patética en la que estás sentada, dudo mucho que esto salga bien.

Tiene razón. Me enderezo en la silla. Cuando está frente de mí alzo una ceja, esperando que hable. Ryan se toma su tiempo, se acomoda el pelo antes de hablar.

—Damián me lo dijo todo, Collins—Dice con suficiencia y una mirada arrogante—Lo tenías bien guardado.

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