29. Ryan al ataque.

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—Damian me lo dijo todo, Collins—Dice con suficiencia y una mirada arrogante—Lo tenías bien guardado.

—¿De qué demonios estás hablando—pregunto curiosa. Me llama infinitamente la atención que Damián haya inventado algo para quedar bien con el tío de su futuro hijo.

—No puedo creer que sigas fingiendo que eres diferente, cuando tú y yo sabemos que sigues siendo la misma...—Hace una pausa cuando Derek se remueve en su silla de manera amenazante—mujer, Samantha—Habla ensanchando su sonrisa.

Trago el nudo que se forma en mi garganta de pronto. ¿Damián le habrá inventado que tuvimos sexo, solo por despecho? Eso sería bastante negativo para la gran mejoría que ha tenido mi reputación, porque, no es como que no vayan a creerle a Ryan si esparce el rumor, mi cambio en los últimos meses pende de un delgado trozo de hilo. Me pongo de pie y lo miro ocultando mi miedo.

—Sé claro, Ryan. Basta de juegos. Ponte los pantalones alguna vez en tu miserable vida y habla con transparencia—Él me da una mirada lasciva.

—Antes me pedías que me los quitaran muy a menudo—responde. Doy una carcajada seca.

—¿A esto se reduce todo de nuevo?—Pregunto cruzándome de brazos—Dios, han pasado años. Ya supéralo. Nos acostamos un par de veces hace dos años para ser exacta, fue divertido. Eso es todo. No hay más de lo que puedas hablar respecto al tema. Deja de comportarte como un jodido despechado, Ryan—Chasqueo la lengua—Te ves terriblemente patético. Siempre intentas vengarte de alguna forma, no te rindes, deberías buscar otra actividad para realizar. Intentar destruirme, de una u otra manera, te es poco productivo.

Ryan golpea la mesa con sus puños, Derek se pone de pie dándole una mirada asesina. Si le pateó el culo una vez, nada lo detiene para hacerlo nuevamente. Pongo mi mano en su brazo para frenarlo.

—Damián dijo que lo buscabas para tener sexo con él, hasta que le rogabas. ¿Tan bajo caes ahora cuando quieres a alguien? Ya no te dan atención como antes por tu jueguito de niña buena, Samantha —Dice recuperando la compostura.

Continúa hablando pero no presto atención. Damián le dijo que yo lo buscaba para tener sexo, ¿Qué tan humillante es eso? Claro, considerando que en realidad tuvimos una relación oculta, lo cual es aún peor. Confiaba en él, en lo que decía sentir por mí. Hasta creí que era importante en todo esto del cambio. Hijo de puta.

—¿Sabes Ryan? Siempre pensé que tú eras lo peor que pudo pasarme en la vida, vaya que estaba equivocada.

—¿Estás admitiendo que Damián decía la verdad?—Pregunta él. Sonrío.

—Si te digo que no, seguirás pensando que fue como dijo él, ¿Para qué perder el tiempo intentando hacerte cambiar de opinión? Total, no me interesa en lo absoluto—Me pongo.

—Pronto volverás a ser la fácil del instituto, Samantha.

—Me da igual. Quizás sí quiera volver a ser la que busca sexo rápido—Le respondo dejando el comedor.

Derek me sigue porque entiende a la perfección a lo que me refería.

—No pretendes buscar una follada rápida, ¿Verdad?

—Déjame en paz, Derek—Le digo  con rencor.

—No seas tan estúpida—Habla tomando mi brazo y deteniéndome—, ya no eres de ese modo. No es que ser así esté mal si sabes tener precaución, pero tú, Sammy, tú ya no eres así—Acota mi mejor amigo con mucha seguridad.

—Detesto lo que está jodidamente pasando.

—Lo mismo digo. Es una total mierda.

—¿Nos escapamos de clases como en los viejos tiempos?—Pregunto.

—Claro, cariño. Tus deseos son órdenes.

—Necesito un café bien cargado, un cigarrillo y tranquilidad, creo que hablar con Ryan hizo que regresara mi jaqueca.

Nos vamos a los baños para escondernos hasta que comiencen las clases, luego, con mucho sigilo, salimos del instituto sin ser vistos por nadie.

—No hemos perdido el toque—Comento entre risas.

—Somos unos súper ninjas.

—Lo sé—Suspiro sonoramente mientras subimos al auto de D. Él enciende en motor y da marcha hacia dónde sea que vayamos.

—Sam, ¿Qué harás respecto a Damian?

—Se lo dejaré al Karma, no quiero lidiar con ese imbécil nunca más.

—Ten presente que mi tercer nombre es karma, soy bastante hijo de puta y bueno con los puños—Por lo que dicen.

—No te metas en más problemas por mi culpa, Derek.

—Considerando que hace menos de 10 minutos me obligaste a huir de clases, creo que lo que dices no tiene validez—Se burla.

Bufo y me cruzo de brazos. Él tiene razón, aunque no lo obligué, prefiero callarme. Mi celular suena con una notificación de whatsapp. Es Vincent.

Es un mensaje diciendo que nos vio desde la ventana de su salón de clases, en el estacionamiento. Me río. Le respondo que soy una prófuga, que me cubra las espaldas. Él solo me manda emoticones. Idiota.

—¿Por qué tan feliz de repente?—Inquiere Derek encendiendo la radio.

—Vincent nos vió escapando de clases.

—Eso no es gracioso, no lo conocemos tan bien para asegurar que no nos delatará—Dice frunciendo el ceño.

—Oh, vamos Derek, él no lo hará, lo conozco.

—Solo es el hermanito de Jennie.

—Es un buen chico, me agrada.

Mi amigo estaciona su auto frente a un café con área de fumadores. Ambos bajamos y caminamos hasta el local. Tomamos una mesa en la terraza.

—Te gusta, ¿No?—Comenta D revisando el menú de forma despreocupada.

—¿Qué cosa?

—El hermano de Jennifer.

—¿¡Qué!?—Grito espantada.

—Tranquila, fiera, solo bromeo—Dice—. No tienes pinta de asalta cunas. No eres del tipo de chica que se involucra con alguien menor.

—Claro que no—Le doy la razón.

—Ya ves, no eres asalta cunas—Repite.

Medito sus palabras. Realmente no lo soy, ¿Verdad?

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Different Girl [#Changes 1]Where stories live. Discover now