21. Bien

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Harry envió a Lux a su habitación a que se lavara la cara y cambiara de ropa mientras él conseguía algo para su dolor de cabeza y cogía el helado. Puso dos cucharas en el mármol, tragando dos ibuprofenos con agua y abriendo el congelador. Se paró de golpe.

Como un fantasma que le perseguía desde tiempos mejores, enfrente de su cara estaba el pote de Ben&Jerry’s con las palabras HARRY + LUX  escritas en él con su letra. Lo había olvidado. Lo sacó y miró sus nombres, suspirando suavemente mientras los dos nombres se repetían en su mente, una y otra vez, sonando mejor que ninguna otra cosa que hubiera escuchado.

HarryyLux, HarryyLux, HarryyLux,…

Era como un mantra, y continuó repitiéndolo mientras cogía el pote y las cucharas, llevándolos de la cocina a la sala de estar donde reposaba un mullido sofá de cuero, vacío. Lo dejó todo sobre la mesa, encendió la tele y se dirigió a comprobar que Lux se había cambiado a un chándal.

Se tropezó por las escaleras, sus piernas todavía temblorosas y débiles, y se odió por estar en esas condiciones en un momento en que Lux le necesitaba. Se frotó la frente, picando en la puerta antes de abrirla y entrando sin invitación. Sabía que no necesitaba una tampoco, a Lux no le importaría que se colara.

Harry encontró su habitación vacía, así que se desplazó al baño adyacente y abrió lentamente la puerta. Ella se encontraba frente al espejo, agua goteando por su cara acabada de limpiar, sus ojos miraban a sus manos mientras agarraba el borde de la pila.

Se estaba desmoronando de nuevo.

-Luxie… - Dijo quedamente, viéndola mirarlo a través del espejo lentamente. - ¿Todo bien? – Preguntó, sabiendo que era una pregunta estúpida en el momento en que las palabras abandonaron sus labios.

-No. – Dijo en un susurro tan bajo que casi ni se oyó, mirándose las manos.

Harry dio un par de pasos largos hasta donde estaba ella, cogiéndola desde detrás por los hombros desnudos y conduciéndola fuera del baño, sentándola en su cama. Se inclinó ante ella, mirándola fugazmente antes de coger su pie izquierdo. Le quitó la bota, considerando la idea de bromear sobre que sus pies apestaban (que en verdad no olían) pero decidió que mejor no. Estaba demasiado cansado para bromear o ser borde, y ella no se merecía ese tipo de comentarios en ese momento, de todas maneras.

Él sintió sus ojos clavados en él como si tuviera fuego ardiendo sobre su piel, viéndolo quitarle la otra bota, tirándola por encima de su hombro sin mirar dónde caía. Harry se movió a su alrededor, subiéndose de rodillas a la cama y desatando por ella el corsé que tenía puesto. Cuando estuvo desatado, Lux dejó escapar el aire, y él sonrió ligeramente, preguntándose cuánto tiempo lo había estado aguantando.

-Estos corsés son como trampas mortales, ¿no? – Murmuró, tirándolo al suelo con todo lo demás. Lux estaba delante de él en pantalones negro pitillos, pesadas cadenas de oro y restos de purpurina en sus hombros. Y nada más. Sin sujetador.

-Um… - Hizo una pausa, riendo de forma nerviosa. - ¿Permiso para continuar?

-Permiso concedido. – Lux se encontró a sí misma riendo ligeramente, y él sonrió por conseguir haberla hecho reír.

-Intentaré no… Um, mirar tus tetas, pero, um, ellas están justo aquí, así que… um… - Farfulló, quitándole el collar y dejándolo sobre la mesita de noche. Ella se aguantó la risa, pero era una risa débil otra vez.

-Estaría preocupada si no me mirases las tetas, en serio. – Dijo ella, - Pero yo voy a-…

Lux dejó la frase a medias, dando la espalda a Harry para que no pudiera ver nada aunque lo intentara y rápidamente, se puso una camiseta de tirantes, girándose para encararle después.

-¿Mejor? – Susurró, alzando una ceja y moviéndose hasta sus cajones, buscando algo.

-Lux, siéntate. Déjame hacer eso. – Protestó él, yendo a donde estaba ella, pero ella levantó una mano y continuó buscando por sus cajones hasta que encontró un par de shorts blancos.

-Estás en peores condiciones que yo. – Contestó. – Yo debería estar cuidando de ti.

-No necesito que cuiden de mí. No he sido yo quien acaba de joderla en el escenario. – Dijo él de forma dura, mordiéndose la lengua con fuerza justo después de que las palabras dejaran sus labios. Sintió al instante como sangre caliente invadía su boca y evitó la urgencia de maldecir de dolor. – Y-Yo… Yo lo… Lo siento… No quería…

-Sí, tú querías. – Le miró a la cara, viendo el dolor claramente en la cara de ella. – Pero tú no estás aquí para ser mi amigo, sino mi mentor. Y como mentor, debes decirme cuando la he jodido.

-No. – Protestó Harry, negando con la cabeza. – No quería decir eso. Yo soy tu amigo.

Lux optó por permanecer en silencio, sabiendo que discutir con él era inútil.

-Ahora mismo vuelvo.

Desapareció en el baño rápidamente y él suspiró profundamente mientras colapsaba sobre la cama, esperando que volviera. Ella salió un minuto después, llevando los shorts y con el pelo en una cola de caballo desordenada. Él se levantó y la siguió fuera, dándose cuenta que ella lo llevaba a su propia habitación.

Harry se paró en la puerta, viéndola dar una zancada hacia sus cajones y tirarle un par de pantalones grises de chándal y una camiseta blanca con cuello en V. Los cogió al vuelo, asintiéndole antes de desaparecer en su baño para cambiarse y lavarse la cara con agua fría, esperando espabilarse y recuperar la sobriedad un poco más. Se empezaba a sentir extremadamente cansado.

Cuando salió, encontró a Lux sentada en su cama, pasando las páginas de una revista que debía haber encontrado por el suelo, llevaba su sudadera morada de Jack Wills otra vez. La miró por un momento, cogiendo el gorro gris y jugando con él mientras la miraba. Ella alzó la vista hacia él lentamente, brindándole una pequeña sonrisa y levantándose, para ir hacia él.

Ella le arrebató el gorro de las manos, poniéndoselo sobre los rizos antes de girarse y salir. Él la siguió sin vacilar, arreglándose el gorro.

-Hey… - Susurró él, dando zancadas para pillarla en las escaleras.

Estiró el brazo para atrapar su mano, acunándola por un segundo, esperando ver qué hacía ella. Lux se giró y lo miró, luego a sus manos unidas, y luego otra vez a sus ojos verdes. Parecía terriblemente confusa.

-¿Es esto parte de las acciones del Harry agradable? – preguntó suavemente, sin querer ser borde, sólo curiosa.

Él se encogió de hombros perezosamente.

-¿Está esto bien?

Los ojos de ella brillaban cuando él los volvió a mirar y se preguntó si estaba haciendo algo malo. Se sentía bien, ¿cómo podía ser malo? De ninguna manera. Eso estaba bien.

-Eres tú. – Alzó un hombro en un medio encogimiento de hombros, parpadeando rápidamente para retener las lágrimas.

-Lux… - Murmuró él, alargando su mano libre para acariciar su mejilla suavemente.

Ella cogió aire, entrelazando los dedos con los de él.

-Siempre está bien cuando es contigo.

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Foto del helado al lado... Ugh, mis Hux feeeeeeeeeeeeeeeeeels! >_<

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