Dark Side

23. Final

¡LEED LA NOTA AL FINAL!

La mandíbula de Harry se abrió de la sorpresa mientras se giraba a mirarla, cubriéndose la mejilla dolorida. Sus ojos no estaban abiertos por la sorpresa, no parecía ni remotamente arrepentida de lo que había hecho, de hecho, Lux parecía calmada. No podía creer que Lux acabara de pegarle aunque… Él lo merecía. Si él hubiera estado en su lugar, probablemente se habría pegado un puñetazo.

-Lux, yo… Yo no quería decir eso… - Murmuró, su mandíbula ligeramente desencajada por la sorpresa del golpe.

-Últimamente, pareces decir un montón de cosas que no quieres decir. – Dijo intentando aflojar los dientes, pero solo acabó apretándolos más. Sus manos se cerraron en puños a sus costados, sus uñas clavándose en su piel y se preguntó cuanta fuerza tenía que hacer para sangrar. Con ese pensamiento, soltó sus puños, dejando escapar una profunda y lenta bocanada de aire y mirando a Harry otra vez.

-No quiero que vuelvas a tocarme nunca. – Dijo lentamente, sus ojos entrecerrándose por la rabia mientras se giraba y se iba de la habitación. Ella había llegado a la cocina contigua cuando Harry la pilló por la capucha de la sudadera, girándola para encararla.

-Lux, no hagas eso… sabes que no quería decir eso… - Dijo, su voz casi suplicante.

¿Cómo podía haber sido tan estúpido como para decir eso? Sabía lo que le causaría a ella y lo había dicho de todas maneras. Eso era exactamente lo que querías… Susurró una voz en la parte de atrás de su cabeza. Siempre has querido alejarla tanto como fuera posible.

-Estoy intentando luchar contra esto, Lux. – Admitió él, mirando su cara cabreada y queriendo besarla hasta que cambiara de expresión. – Estoy intentando luchar contra… la voz en mi cabeza que me dice que te aparte. Estoy intentando luchar contra la parte de mí que te dice gilipolleces como esa… y… y yo solo quiero ser bueno para ti, pero no puedo y yo estoy…

Él paró, sus ojos abiertos como platos y brillantes, y miró los de ella, que se habían suavizado mientras hablaba, como siempre. Ella era una perdedora con respecto a él, daba igual lo que hacía, ella siempre le perdonaba.

-¿Tú qué? – Preguntó ella, esperando que continuase, sus cejas elevadas.

-¡Estoy asustado! – Soltó él, alejándose un poco. Harry la miró, buscando algún tipo de reacción antes de continuar. Su cara estaba en blanco. – Tú… Me asustas.

-¿Por qué? – Preguntó Lux, una pregunta fácil, en realidad, pero contenía las respuestas de todo lo que hacía que Harry fuera como era. Respondería porque estaba asustado, quien le hizo daño, qué le pasó para hacerlo así, cuánto llevaba en ese estado… ella necesitaba esas respuestas antes de poder confiar en él.

-¿Por qué? – Repitió él, como si no entendiera la pregunta.

-Sí, ¿por qué? ¿Por qué estás asustado por mí? Soy una chica rubia flacucha y de metro sesenta. Nada por lo que te tengas que asustar. No te he dado razones para que te asustes. – Dijo, negando con la cabeza mientras hablaba. – Y si no puedes responder esta pregunta de la manera en la que deberías, me voy, y no voy a volver.

-¿Me estás amenazando? – Preguntó, sus ojos de par en par.

-No… - Negó ella. – Solo te estoy diciendo que no puedo hacer esto más, y, a no ser que reciba algo de vuelta, me voy a escapar de esto, lo que sea que es esto.

-Así que, me estás amenazando. – Él rio débilmente. - ¿Cómo no lo he visto venir?

-¿De qué hablas ahora, Harry? – Suspiró pesadamente, frotándose la frente.