Dark Side

43. Asustado

-No me voy.

Su boca soltó la respuesta antes de que su cerebro pudiera procesar la decisión del todo y, después de decirlo, se levantó y salió corriendo de la habitación tras Harry, todo su cuerpo temblando al pensar que él estuviera preocupado con su decisión.

Su alto torso no era difícil de ver. Él caminaba lentamente por el pasillo desierto con las manos tapándole la cara en desasosiego. Los pies de Lux aceleraron, sus piernas prácticamente haciendo flotar su cuerpo hasta él sin esfuerzo. Ella alzó el brazo y le agarró del bicep, sintiendo los músculos tensarse bajo sus dedos. Él se puso más rigido al girarse para encararla, pero cuando vio que era Lux y no un productor, se relajó un poco.

Ella no dijo ni una palabra, solo empujó su cuerpo contra la pared con las manos, besándole apasionadamente. Él reaccionó como esperaba, rodeando su cintura con los brazos y acercándola, profundizando el beso y la pasión entre ambos. Harry se apartó por un momento para suspirar suavemente, juntando su frente con la de ella, poniendo las manos en sus hombros ligeramente.

-Cielo… - Susurró Lux. – No te dejaré. Me tendrán que arrastrar de aquí pataleando y chillando para hacer que te deje. Mientras pueda decidir en estas cosas, te voy a elegir a ti.

Él cerró los ojos, su cara tan cerca de la de ella que sus pestañas le hicieron cosquillas en las cejas. Otro suspiro escapó de sus labios y ella miró como él se los humedecía antes de presionarlos firmemente contra los de ella.

-Hablando de tu carrera, creo que estás haciendo la decisión equivocada. Como tu mentor, te aconsejo fervientemente que lo reconsideres. – Dijo él quedamente. Ella abrió la boca para protestar, pero él presionó los dedos contra sus labios y la paró. – Shh, shh. Personalmente, te quiero. Como tu novio, quiero que te arrodilles ante mí y me jures que no me vas a dejar. Quiero alabarte en un altar porque no sé qué voy a hacer sin ti y no quiero pensarlo todavía. Pedirte que reconsideres tu opinión es lo más difícil que creo que voy a hacer en mi vida, pero quiero que lo pienses una vez más. ¿Estás completamente segura de que quieres hacer esto?

Lux descendió la mirada por un momento, mirando sus labios rojos en forma de arco, que brillaban por sus besos. Su mente aceleró durante unos segundos y aterrizó en la única cosa de la que estaba completamente segura – Harry. En ese momento en su vida, no había nada que no sacrificaría para estar con él.

Se puso de puntillas y volvió a besarlo, rodeando su cuello con los brazos lentamente mientras el beso se profundizaba. Ella asintió mientras lo besaba, acercándolo hasta que todo su cuerpo estaba presionado al de él como si fueran imanes. Lux sintió como él sonreía contra su boca mientras sus brazos la rodeaban tan fuerte como ella, su lengua deslizándose entre sus labios y masajeándola contra la suya. Harry gruñó ligeramente, girándose para que fuera ella la que estaba presionada contra la pared, y ella sintió lo duro que estaba ya. Su beso ascendió de nivel. Ella presionó su cuerpo contra el de él tanto como podía, intentando sentir cada centímetro de él en su piel.

-Ejem…

Ellos se apartaron rápidamente, Los dedos de Lux cubriéndose la boca mientras los dos se ponían rojo brillante al ver al Dr García de pie delante de ellos. Él parecía totalmente divertido.

-Eso no va a hacer que tu voz mejore, señorita. Aquí está tu prescripción. Quiero que te tomes esto 3 veces al día con la comida, ¿vale? Y estás oficialmente a régimen de silencio. Nada de hablar, nada. Y lo digo en serio. ¡Ni una palabra! – Dijo consternado, alzando las cejas mientras le daba un papelito con su prescripción escrita.

Lux asintió inmediatamente, sonriendo ligeramente mientras hacía como que se cerraba los labios y tiraba la llave. El Dr García sonrió antes de alejarse, pero se paró unos pasos después.

-Odio tener que hacer esto… Pero mi hija me matará si no le consigo tu autógrafo. ¿Te importaría? – Preguntó a Lux, quien tenía las cejas alzadas. Ella sonrió aún más ampliamente y asintió, feliz de que alguien quisiera su autógrafo, ¡por primera vez!

-¿Cómo se llama? – Preguntó Harry, viendo como Lux cogía papel y boli.

-Catherine. Tiene 13, pero le encanta el programa y es una gran fan. Ella, uh, ella está siempre diciendo que vosotros dos deberíais estar juntos, que hacéis buena pareja. Creo que voy a tener que darle la razón ahora. – Él rio, viéndolos intercambiar miradas.

-¿Ves el programa? – Preguntó Harry, sabiendo que eso era exactamente lo que Lux quería que preguntara.

-Sí, a veces, con mi hija. – Se encogió de hombros, cogiendo el autógrafo de Lux con una sonrisa.

-¿Crees que es obvio que estamos juntos? Porque se supone que debe ser un secreto.

Él rio cuando lo escuchó, negando con la cabeza.

-Oh, sí. Es obvio. Tenéis un montón de química, es difícil de pasarlo por alto. Pasad un buen día, chicos. Nada de hablar, Lux.

-Nos vemos, doctor. – Dijo Harry, viéndolo alejarse antes de girarse a su chica.

-Creo que deberíamos ser un poco más discretos. – Susurró, pero los labios de Lux ya estaban buscando los suyos en el momento en que dijo eso. Él la besó de vuelta riendo, apretándola contra la pared para estar más cerca de ella.

Cuando los labios de ella se separaron al dejar los de él, Harry alzó las cejas con una mirada preocupada.

-No, Lux. Has oído al medico, nada de hablar. Puedes escribir lo que quieras decir o… hacer mímica. – Él rio, viéndola fulminarle con la mirada antes de suspirar y señalarse los ojos.

-Ojo… - Harry sonrió. –Oh, yo…

Ella se presionó la mano contra la parte izquierda del pecho de él, sintiendo su corazón palpitar contra su mano. Ella le cogió la mano y la presionó contra su propio corazón para que pudiera sentir su latido al unísono.

-Teta. – Declaró. – Yo teta… Eso no tiene ningún… - Lux le pegó antes de que él pudiera acabar la frase, y él rio al ver la expresión en su cara.

-Vale, vale. Yo quiero…

Lux señaló a Harry.

-Te quiero. – Susurró él, hablando por ella pero respondiendo al mismo tiempo.

La sonrisa de ella creció, una brillante y preciosa sonrisa que le recordaba la que tenía en el momento en que se enamoró de ella. Era algo glorioso de mirar, pero también le dolía. Mirar a Lux en ese momento era como mirar al sol. Era bonito y acogedor y brillante, pero si lo mirabas demasiado… Dolía. Dolía mirarla por mucho rato, mirar en esos ojos suyos y ver las dudas que tenía. Estaba todo escrito en sus ojos, y si miraba durante el rato suficiente, lo podía leer todo.

Así que él intentó mirar poco, porque no quería aceptar la verdad. Lux se moría de miedo por dañar su voz, casi tanto como Harry estaba asustado de perderla.

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Oh, dios. Me pueden. Que bonicos que son.

He sido permisiva en estos dos últimos capítulos, pero ahora ya he vuelto al cien por cien. Si no hay comentarios, no hay capítulos. Íbamos muy bien y de repente, me encuentro que los comentarios decaen a uno o dos por capítulo. NO. Va, decidme que opináis de nuevo.

COMENTAD Y VOTAD SI QUERÉIS MÁS. Quizá incluso esta noche. SI COMENTÁIS.

Nos leemos! .x