26. Instinto

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AVISO: Lenguaje soez y referencias sexuales. Planteándome pasar la fic a [R]...

Lux reconoció la morena curvilínea pegada a la cadera de Harry como Casey, una de las chicas en la categoría de grupos. Ella y otras dos chicas habían hecho un trio pop-country llamado The Darlings, y cantaban canciones sobre arcoíris y cachorritos que hacían que Lux quisiera vomitar. Pero los adolescentes las comparaban con Taylor Swift y automáticamente les gustaban.

Y al parecer, a Harry también.

Casey era guapa, Lux se dio cuenta de inmediato, algo que no se había molestado en mirar antes. Su piel era del color de la canela y su pelo era corto pero brillante, sano y oscuro. Lo que más se veía de ella eran sus suaves curvilíneas caderas y sus grandes tetas, algo que Lux no era lo suficientemente afortunada como para tener. Eran polos completamente opuestos.

Lux los vio subir las escaleras lentamente, viendo la manera en la que Harry la ayudaba a subir con una sonrisa, la manera en que Casey reía y lo tocaba cada vez que podía. Estaba borracha. Decidió que tenía unas pocas opciones, otra vez: 1. Volver a su habitación y esconderse; 2. Salir a su encuentro y decirle a la zorra que se APARTARA de su hombre; 3. Preguntar a Harry si podían hablar.

Vale, la opción 2 ni siquiera era una opción, solo un pensamiento en el fondo de la malvada mente de Lux. La opción 1 no era una opción ideal porque a Lux no le gustaba esconderse de los problemas. Siempre volvían a acosarte, sin importar cuánto te escondieras.

Así que con una profunda y purificadora respiración, se movió hasta el final de las escaleras junto cuando llegaban. Los ojos de Harry recorrieron sus piernas desnudas, subiendo por su sudadera y torso hasta sus ojos. Cuando ambas miradas se encontraron, fue un juego perdido para Lux. Ya lo había perdonado.

-¡Oh! ¡LUX! ¡Oh, cariño! Oh Dios mío. Cariño… ¿Cómo estás? – Preguntó Casey, su voz alegre y alta mientras brincaba los dos últimos escalones para cogerse a los brazos de Lux.

-Estoy bien, Casey. ¿Y tú? – Preguntó Lux lentamente, sonriendo a la chica borracha.

-Estoy genial. Sabes… Tienes mucha suerte de tener un mentor como Harry. Es tan agradable. Tan bueno. – Casey esbozó una sonrisita, volviendo al lado de Harry y cogiéndose de su cintura.

-Ya. – Lux asintió, intentando seguir sonriendo. – Harry, cuando tengas un momento, ¿podemos hablar?

-Oh. – Murmuró Casey, mirando a Harry con un puchero. - ¿No vienes conmigo?

Harry miró a Casey por un segundo, pero sus ojos encontraron los de Lux inmediatamente después, mirándola de tal manera que se sentía pequeña. No podía leer la expresión de su cara y no sabía si quería que se fuera con Casey o que se quedara a hablar con ella. Normalmente, podía leerlo fácilmente, y eso la asustaba.

-Bien, entonces. Vamos, ¿vale? – Harry se giró a Casey, ignorando completamente la pregunta de Lux.

Lux no pudo evitar que el shock se reflejara en sus facciones, viendo como Casey sonreía ladina antes de que Harry se la llevara sin volver a mirar a Lux. Sintió como se quedaba sin aire a medida que él se alejaba de ella. Odiaba sentirse así, sentirse débil y triste y como si las cosas no fueran a mejorar nunca. Sabía que los corazones rotos se curaban y, si esperaba lo suficiente, Harry sería pronto un recuerdo en el fondo de su mente.

Pero, ¿Se iba a ir sin presentar pelea? ¿Lo iba a dar sin más por perdido? ¿A ellos?

No. No.

-¡Harry, por favor! – Gritó por el pasillo, sin importarle que fueran cerca de la 1AM y que la mayoría de gente estuviera dormida. Solo le importaba Harry.

Dark SideWo Geschichten leben. Entdecke jetzt