Dark Side

52. Esperanza

La luz de la mañana apareció, el sol elevándose por el horizonte e iluminando la cara de Harry como si estuviera quemándose. Lux abrió los ojos para verlo bañado en un brillo rojizo, tan brillante que deslizó su teléfono fuera y le hizo una foto en silencio de la última vez que se levantaría a su lado. Mientras bajaba el teléfono, los ojos de él se empezaron a mover, entreabriéndose, y todo lo que ella era capaz de ver era verde.

-Precioso. – Murmuró sin aliento, viendo una sonrisa perezosa extenderse por el rostro de él.

El cuerpo caliente de él rodó sobre ella, su sonrisa y ojos todavía soñolientos, sus rizos rozándole la piel mientras se tumbaba sobre ella, enredando las piernas con las de ella, su mejilla apoyada en su pecho. Los dedos de Lux fueron a su pelo, sintiendo los rizos enredados, peinándolos ligeramente. Él volvió a cerrar los ojos, escuchando el sonido de su fuerte latido, como una canción que solo ellos dos podían escuchar, y volvió a quedarse dormido así. Harry siempre hacía eso, buscaba el sitio más cálido posible y se quedaba inmediatamente dormido ahí. Era su habilidad.

Lux lo miró durante largo rato, viendo su cabeza elevarse y descender en su pecho con cada respiración que tomaba ella, y pronto notó como sus ojos empezaban a cerrarse. Al parecer, su habilidad era quedarse dormida incluso con un británico delgado aplastando todo su cuerpo.

Cuando se despertó otra vez, la habitación brillaba por el sol, el reloj marcando las 9AM, lo más tarde que habían dormido desde que habían llegado a la casa. Y Harry estaba dormido sobre ella. Enrolló los brazos a su alrededor y les dio la vuelta con cuidado, quedándose en su lado mientras lo movía hacia su lado, encarándola. Cuando lo movió, él gruñó, haciendo una carantoña antes de enterrarse en el cuerpo de ella otra vez, escondiendo la cara del sol en su camiseta.

-Cielo… - Susurró ella, presionando la boca y la nariz contra su pelo, besándolo e inhalando su esencia a la vez. Ella suspiró de nuevo contra su pelo, negando con la cabeza tristemente. – Despierta.

-Tengo sueño y frío. – Se quejó él, arrebujándose más contra ella, rodeando su cintura con las manos, metiéndolas bajo su camiseta y tocando su piel caliente. Suspiró, tocando la piel desnuda de ella con los labios. – No quiero que hoy llegue.

Lux cogió las sábanas, metiéndolos a ambos debajo y serpenteando hasta quedar al mismo nivel que él. La luz del sol tan brillante en la habitación era tan solo un brillo naranja bajo las sábanas blancas, y Harry elevó los ojos hasta su rostro, sintiendo como el aliento se le quedaba estancado en la garganta.

Ella estaba brillante. Su pelo ligeramente alborotado de dormir, pero toda su cara parecía cálida, como si el sol se hubiera filtrado bajo su piel y la sonrisa en su cara era… Feliz. Lux parecía exactamente lo que decía su nombre, parecía luz, parecía sol, parecía calidez.

-Todo saldrá bien. – Le susurró ella, pasando los dedos por su mejilla suavemente, transmitiéndole su calidez por el rostro. Él cerró los ojos ante su tacto. No importaba las veces que escuchara la frase, nunca lo creía tanto como cuando salía de sus labios.

-¿Estás dispuesta a prometérmelo? – Preguntó, su voz un susurro.

Lux esperó hasta que abrió los ojos y la miró y luego asintió.

-Sí.

-Eso es una gran promesa, Luxie. – Dijo, suspirando y negando con la cabeza.

-Es una que estoy dispuesta a trabajar lo más duro posible para que se mantenga. – Sonrió ligeramente, encogiéndose de hombros. Harry la miró un segundo antes de entrelazar su meñique alrededor del de ella, viéndola sonreír ampliamente un poco antes de que ella inclinara sus labios hacia él. Él tensó el meñique alrededor del de ella, usando la mano libre para cogerla de la cintura y acercarla a él.