Capítulo 8

32.6K 2.4K 967
                                    

Nathan maneja rumbo a mi casa, me comenta que es una comida/cena importante pero no me quiere decir el porque o de quien es dicha comida, pero dijo que le gustaría verme reluciente y eso que me sonroje, lo acabo de conocer ¡diablos! siento que todo se mueve muy rápido. Sin embargo, trato de mostrarme relajada y confiada. 

Alrato llegamos a mi casa y yo sin esperar a Nathan subo como loca las escaleras de mi habitación y rebusco donde esta mis discos y mis mas importantes, lo único que encuentro es una nota que dice

Tus pequeños chiquillos están de rehenes, hasta que me compres una camisa de Barca o algo que lo compense. Con amor, tu mejor amigo.

Deblyn, santa Deblyn.

Bajo a toda prisa las escaleras para regresas con Nathan y éste esta nuevamente hablando por teléfono. Le doy privacidad y, me dirijo hacia la cocina para tomar un poco de jugo, tomo un vaso y vio con dirección al refrigerador cuando una nota en este hace que me detenga, la tomo y es de mis padres me recuerdan que hoy en la noche tiene un coctel de trabajo, que según ellos me venían diciendo desde hace meses era importante y por ende llegaran un poco tarde, que me cuide y hay comida en el refrigerador. Suspiro, dejo el papel de lado, me sirvo jugo y vuelvo a la sala.

Nathan se voltea, veo que ya no esta hablando por teléfono, voy hablar para ofrecerle algo de beber pero se me adelanta y dice

— Tengo que irme a alistar para esta noche, quería irme así —indica con su mano su vestimenta. — pero es importante que vaya mas o menos formal

Espera ¿él dijo que? ¿formal? 

Algo confusa cuestiono. — ¿No era solo una comida/cena simple?

Rodea los ojos y contesta rápido

— Pues cambio de planes. Te explico, —se dirige hacia la puerta. —en este momento se esta llevando acabo una comida y reunión, que quería que fuéramos y que se acaba en aproximada mente 3 horas y después hay una celebración, cambie de planes y prefiero que vayas conmigo a celebrar. 

— ¿Que se celebra?—replico, aun confusa. 

— Lo sabrás, si me acompañas. —abre la puerta, y antes de irse voltea hacia mi y dice —paso por tu a las 7, luce hermosa. —hace una sonrisa coqueta y acto seguido se va, sin esperar respuesta.

***

Son las 5:24 y ya he recogido toda la casa, hasta mi cuarto que estaba hecho un chiquero debió a Heissen, me tuvo en mi cama y decido marcarle a Bambi. Hablamos por mas de media hora sobre Nathan, quien es, adonde me llevo y a donde me llevara en unas horas, ella ríe como loca y dice que le resulta divertido todo esto, me recomida que me ponga un vestido negro pegado al cuerpo y yo hago por considerarlo, cambio de tema y le pregunto sobre su conquista el tal William

— ¿Y el termino con su novia? —pregunto. No me gusta que Bambi se mezcle con chicos que tiene novia porque después sera tachada de baja novios, y aunque es cierto, no permitiré que se lo digan.

No, pero no te preocupes nena, no me interesa él como novio. Así que me da igual si sigue con ella o no. —bufa. — O sea, ¿te imaginas? si Will fuese mi novio, no dudo haría lo mismo conmigo, ya sabes eso tener novia y engañarme. —se ríe. — Tal vez sea una "baja novios" o hasta "puta" por salir con varios chicos, pero no estoy tonta. 

Si eso me a quedado bien claro, mi amiga puede enrollarse con muchos chicos pero no tiene un pedazo de tonta, es muy lista, inteligente y sobre todo es la mejor amiga que alguien pudiese tener. Creo que por eso tiene muchas relaciones y los chicos siempre vuelve a ella, mas que un rollo de una noche, ella es una buena consejera y demás, incluso con las parejas de los chicos ellas les da consejos, algo un tanto irónico y absurdo pero cierto.

Medio kilómetro de distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora