17. Círculo vicioso | Parte I

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Canción: Animals/Maroon 5.

Y si me preguntan cómo acabé aquí la verdad no sabría cómo decirlo.

— Tamo' en vivo. Sube sube sube el mic mic. Que vamo' que vamo'. Que vamo' pa' la jodedera a full baby—Bambi esta flexionada apoyando sus manos en sus rodillas, sacando sus trasero moviéndolo como solo ella sabe hacerlo mientras la música sigue sonando—. Shaky, shaky, shaky, shaky, shaky, shaky, shaky

Heissen está acostado sin camisa sobre una mesa de billar mientras una chica succiona cocaína de su "cuadritos" y otra, bebe cerveza a la misma vez que besa a Heissen como una loca.

Por mi parte me encuentro sentada alrededor de una mesa que tiene varios tipos de cerveza y vinos, supuestamente es un juego de haber quien aguanta más. La verdad yo se que el vodka va a terminar matándome pero William me reto así que no pienso darme por vencida tan fácil, no señor.

No estoy tan tomada, ¿Cómo lo sé? Bueno porque aun no estoy llorando, ni cantando canciones deprimentes, ni rayándole la madre a nadie. Ni frotando mi trasero en el miembro de cualquier chico, lástima que no pueda decir lo mismo de mis mejores amigos.

— El primer trago lo tiene que dar Kathy—dice la pelirroja, apuntándome y entregándome un vaso de vidrio pequeño con un líquido transparente y solo con eso se que posiblemente se trate de vodka—. Si lo escupes o algo peor, tendrás penitencia.

Asiento y acto seguido sin pensarlo me lo tomo como si fuera agua, con en las películas que he visto. Pero el líquido no dura tanto mi garganta porque así como me lo tomo asimismo lo escupo. Todos ríen y dicen que tengo que pagar mi penitencia y nuevamente vuelvo a sentir.

— Bueno... Katherine a sabiendas que no pudiste beber algo tan ligero como el vodka—vuelve a decir la chica, subiendo su mano por mi brazo posicionándose detrás de mí para decir cerca de mi oreja y lo suficientemente fuerte para que todos escuchen—. Tendrás que pagar tu penitencia dejándote chupar una bubi por parte de Nick.

10 horas antes...

— ¿Se puede saber por qué no contestas mis llamadas? —pregunta desconcertado Heissen.

La verdad que no quería verlo, jamás le oculto nada y tendré que contarle la verdad sobre Nathan, no quiero que piense que soy una estúpida sentimental.

— Lo siento, Heissen. La verdad no quería hablar con nadie aparte de que mi celular se quedo sin pila.

Le dije mientras cerraba la puerta de la casa y avanzaba hacia la parada del camión pero Heiss me intercepta a medio camino.

— ¿Qué pasó ayer con Nathan?—me pregunta seco y con el ceño fruncido. Mi mejor amigo siempre a sido una persona muy celosa y posesiva, siempre me ha defendido de todos y sé que si le cuento la verdad se enojara mucho y no solo con Nath sino también conmigo y consigo mismo por incitar a entregarme a Nathan.

— Mezcle sentimientos donde el solo buscaba sexo.

— ¿Sentimientos? —me pregunta cambiando la posición, cruzándose de brazos exigiendo una explicación satisfactoria.

Realmente no fueron sentimientos como tales, más bien fue un desliz emocional, donde las hormonas hablaron y la ilusión de un amor pudiera emerger. Pero claramente esa es una fantasía de lectora que tengo.

— Mmm es decir, pensé que estúpidamente que podríamos llegar hacer algo más de sexo casual, joder, Heissen—le dije, exasperada—. Me creí una princesa en un cuento de hadas.

Heissen asiente y besa mi frente rodeándome con sus brazos mi cuello.

— ¿Quieres tener sexo conmigo?—pregunta divertido tratando de bajar la tensión. Niego con mi cabeza y sonríe burlesco—. Vamos, no le tengas miedo a mi amiguito, le caes bien.

Medio kilómetro de distanciaWhere stories live. Discover now