27. El baúl de los sueños

30.7K 2.1K 1.3K
                                    

No recuerdo cómo es que llegamos hasta el departamento de Nathan, ni siquiera recuerdo cuando empezó nuestro segundo round sexual, solo recuerdo haberlo finalizado y estar totalmente derrotada ente sus brazos tal como lo estoy ahora.

Estoy desnuda al igual que él y solo una sabana color blanco nos cubre. Son casi las seis de la mañana, a pesar de que me muero de sueño no he podido ni he querido dormir, quiero disfrutar de este momento lo mas que pueda.

Nathan extiende su brazo tomando de la mesita de noche una cajetilla de cigarrillos, toma uno y encendiéndolo se lo lleva a los labios, observo todos sus movimientos e inexplicablemente lo miro tan sexy y tan hombre aunque esa acción no lo defina como tal.

Me incorporo en la cama, mientras lo hago sujeto con fuerza la sabana en mis pechos para no estar completamente desnuda ante él aunque prácticamente así sea. Nathan me mira de manera lasciva sin importar que hace menos de una hora tuvimos sexo desenfrenado por segunda vez en la noche.

Lo observo detenidamente y me encanta verlo así, me encanta esa personalidad de chico rudo que tiene, me pone a mil. Me gusta como se ve ahora mismo, con su cabello alborotado cosa que yo misma provoque mientras estábamos en el acto sexual, con sus labios rojizos debido a la hinchazón que provoque con mis mordidas, su rostro relajado después de haber tenido sexo conmigo, con su mirada de querer sacarme más gemidos como si no le importarla hacerlo durante mucho tiempo mas, con su torso desnudo dejándome ver lo bien trabajado que tiene su cuerpo haciendo que sus músculos se marquen de una buena manera y esos tatuajes que van mucho con su personalidad. Definitivamente me gusta mucho Nathan, me encanta.

Retiro el cigarrillo de sus labios llevándolo ahora a los míos. No dice nada pero me observa detenidamente como si fuera la primera vez que me viera fumar pero en todo caso sería la segunda. Le doy una buena calada al cigarrillo y expulso el aire de manera pausada mientras mis ojos se clavan en los suyos.

Sonríe de manera picara.

Jala la sabana que sostengo con mi otra mano con fuerza haciendo que quede al descubierto de la cintura para arriba, me mira fascina por su acción pero no mueve ni un solo musculo y yo menos. Me encanta la forma en la que me mira me hace sentir una mujer poderosa.

Trato de tomar nuevamente a sabana para volverme a cubrir pero nuevamente me la arrebata por completo tirándola al suelo dejándome completamente desnuda y no solo a mí sino también a él.

— Quiero observarte fumar completamente desnuda—explica—, deléitame.

Expulso nuevamente el humo que estaba conteniendo, seguido humedezco mis labios.

Nos quedamos callados por largos segundos solo observándonos mientras nuestra respiración se empieza entre cortar debido a nuestros pensamientos insanos.

Ni siquiera lo espero cuando se lanza sobre mi recostándome en la cama y quedando sobre mi cuerpo, ahora el toma el cigarrillo y le gran calada. Me sujeta con una mano de mi nuca acercando su boca a la mía pero separada unos escasos centímetros y entonces se lo que hará... formo una "o" con mis labios esperando el humo que Nathan expulsara. Lo hace y al principio se siente extraño pero después pasa de manera normal, a lo segundos yo lo vuelvo a expulsar pero de manera normal. Tira el residuo del cigarro pero se mantiene sobre mí.

Me da un pequeño beso en mi ojo derecho de manera que hace que el sueño se haga de más presente haciendo que caiga rendida.

— ¿Haz hablando con tu madre?—me pregunta segundos después, niego con la cabeza y me remuevo incomoda en mi lugar.

— Aun estoy muy dolida por lo que hizo—suspiro tratando de alejar esos recuerdos de mi mente—. No sé si la pueda llegar a perdonar.

Nathan me hace caricias en el rostro haciendo que cierre mis ojos para disfrutar mayormente la sensación de su toque.

Medio kilómetro de distanciaWhere stories live. Discover now