13. Diabólica tentación

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Canción: Britney Spears/Toxic

Lunes.

La única vez —vagando en mis escasos recuerdos— que recuerdo haberme puesto feliz por ser lunes, fue cuando One Direction anunció que sacaría canción o daba una noticia de suma importancia y de vitalidad para el fandom. 

Cuando decidí meses atrás tomarme un año sabático, mi padre me puso como condición tener que estudiar por lo menos 3 horas al día para no perder mi enfoque, y aquí me encuentro estudiando mi pauta de ciencias de la comunicación: dirección y guionismo. 

Amo tanto esta carrera y me estoy esforzando muchísimo para demostrar que es una gran carrera, que es igual de interesante y difícil que la de derecho o medicina.

De camino a mi trabajo igual voy estudiando, me la paso estudiando la mayor parte del tiempo, la otra trabajando y lo restante leyendo. 

Llegando al mi trabajo me dispongo a guardar todo en mi locker y voy a mi puesto de trabajo donde mi mejor amiga ya está en su lugar. Al verme me pone al tanto de todo lo que ayer no pudimos hablar, sobre Sam y su humillante rechazo, lo malo que lo hizo sentir porque en verdad se le hacía lindo, sobre como no tiene avances con Alfred —el hermano de William chico con el cual se acostaba— y sobre como William le comento que oficialmente terminó con su novia.

Cosa que a mi me da igual, no pienso tener nada con William por el momento solo me importa el bombón de Nathan...

Nathan... Nathan me ha enviado mensajes desde ayer, no hay segundo donde no hablemos y nos contamos un poco sobre nosotros. Ahora se que va en la misma universidad de Heissen y estudia administración de empresas, cosa que al principio me descolocó ya que no se ve un chico que le llame la atención eso sin embargo me dio entender que por encima de eso su verdad pasión es el derecho y toma pequeños cursos. Y eso es un poco más creíble porque se ve alguien decidió, que defiende sus derechos, tiene claro sus puntos de vista y no se deja intimidar por nadie. 

***

Martes.

Ayer me vine a quedar a dormir a casa de Bambi, se sentía algo triste porque extraña a su madre —quien reside en L.A— pero a quien no puede ver porque está internada en un centro de salud para alcoholicos. Estando yo ahí, lloro un poco sacando ese dolor en el pecho que tenía y eso me alegró bastante, no debe guardarse su dolor. Al pasar de las horas se sintió mejor y para levantar los ánimos nos pusimos a ver su saga favorita la cual también es la mía: rápidos y furiosos. Nos quedamos dormidas hasta tarde pero valió la pena.

— Vamos ya levantate, Katherine, llegaremos tarde al trabajo —gruñe en mi odio.

Una de las razones por las cuales no me gusta quedarme a "pijamadas" es exactamente esto, me gusta levantarme cuando quiero, sin reclamos ni nada.

— 5 minutos más —suplico, poniendo la almohada sobre mi cara. La cual ella quita en cuestión de segundos, enojada la empujo un poco pero ella no se mueve ni un centímetro, lo que sí hace es abrir sus ojos tanto que siendo que se le van a salir. — ¿Por qué me miras así?

— Tienes una boobs de fuera —me señala el pecho. ¡Santa Deblyn! 

Sin más, la meto donde debe estar y de donde nunca debió haber salido. 

— ¡Santa madre! y yo que pensaba que las boobs eran mi territorio —se burla Bambi adentrándose al baño.

-

Hoy, fue la misma rutina de ayer. Sumando que hoy fuí a con la doctora Nora —es mi doctora desde que me mude a Nueva York y estudia mi caso de amnesia— me dijo que la parte de mi cerebro sigue igual, pero me dijo que forzarla un poco no me haría daño, le conté mi idea sobre regresar a mi ciudad natal y me apoyo diciéndome que tal vez con eso llegue a recordar, que me hará bien. Por otro lado, no fue un dia tampoco tan perdido pues casi convenzo a mis padres de que me dejen ir a vivir con Heissen.

Medio kilómetro de distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora