Narukeno

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Narrador yo

Hiruzen miraba detenidamente a los dos chicos frente a él...bueno, un chico y una chica para ser exactos. Los dos tenían los ojos abiertos al máximo, pero el rostro de cada uno, tenía un color muy pero que muy diferente.

El rostro del Uzumaki, era blanco como la cera. Se había esperado cualquier movimiento por parte de su abuelo adoptivo pero....¿un matrimonio entre él y Akeno? Eso sí no se lo esperaba. No es que no le gustará la chica, al contrario la encontraba bastante linda, pero no quería ponerla en peligro con los del consejo rondando por hay. Pero parecía que no tenía ninguna alternativa. Si no se casaba con la usuaria del Sharingan, está después de los exámenes podría caer en manos del líder de Raíz.

Por otra parte, Uchiha Akeno tenía el rostro más rojo que un tomate. No podía imaginarse el estar casada con ese chico que le gustaba. Vale que ya vivían en la misma casa, pero también estaban el resto del equipo y no contaba. De todas formas, ella no sabía que pensar, ya que seguramente el rechazaría está propuesta. Estaba claro que el chico estaba enamorado hasta la médula de Haruno Sakura, su antigua compañera de equipo.

Hiruzen:Naruto, escucha. Sé que eres, soy muy jóvenes para casaros, pero ya sois genin de la hoja y, por lo tanto, podéis hacerlo. Sé que pensaras que es un poco egoísta por mi parte pedirte que hagas esto, pero es la única manera en la que tú compañera puede estar a salvo del consejo...o mejor dicho, de Danzou. Ese hombre trama algo, pero todavía no tengo pruebas en su contra para arrestarlo y ejecutarlo por traición.

Naruto miro a su abuelo adoptivo. El chico sabía que tenía razón, pero era demasiado joven para casarse, además de que no conocía tanto a la chica. No sabía ni quienes eran sus familiares.

Kurama:deberías aceptar, gaki.

Naruto (pensando):¿queeeee? ¿Me lo dices en serio? Sabes de sobra que esto de las chicas no se me da, además de que sería casarme, no ser novios. ¿Ves la diferencia?

El Kyubi gruñó. ¿A caso ese mocoso le estaba dando lecciones de algo? Si por el fuera, en esos momentos el chico ya estaría en el altar casándose, mientras él le ponía un kunai en la espalda. A veces su contenedor podía ser tan tonto....y eso que con los genes debería haber mejorado. Tal vez, aún estos no habían hecho su efecto al máximo. Ya lo averiguaría más tarde.

Kurama:si, veo la diferencia, baka. Pero tú, no ves que tú amiga corre peligro de muerte. Si se casa con ese Uchiha, ¿cuanto crees que tarde ella en matar a ese arrogante que no sabe hacer la u con una n? Si ella mata al Uchiha, o bien la matan, o bien la convierten en incubadora para que cada jueves meses, les de un nuevo usuario del Sharingan a esa fregona y su séquito de lame botas. Así que o te casas o te caso, pero de que te casas te casas, ¿entendistes? No me obligues a controlarte.

El chico estaba estupefacto. Su mejor amigo, su hermano, le iba a obligar a casarse con Akeno para protegerla de la momia y el resto del consejo civil. Eso no le parecía malo, pero no quería hacer sufrir a la azabache a una vida a la que ella no quisiera estar atada. Ella tenía que elegir por sí misma, no el.

Apretó los puños y apretó los dientes con frustración. Tal vez podría matar en este instante a esos viejos, pero con Danzou era otro cantar. Aún no manejaba su poder al cien por cien y por eso no podía enfrentarse directamente con el líder de Raíz...al menos aún no.

Con Sasuke

Uchiha Sasuke, se encontraba en pleno desierto, desarrollando sus habilidades para la batalla. No pudo ver las preliminares, debido a que su encuentro fue el primero, y su sensei le llevó al hospital tras sellar el sello maldito del cielo.

Suspiraba agitado. El entrenamiento con Kakashi le estaba dando buenos resultados, o al menos eso era lo que el joven pensaba. Su velocidad era mucho mayor que antes y taijutsu era demoledor, casi semejante el de Rock Lee.

Estaban desarrollando una estrategia para enfrentarse a su rival de las finales, y dicha estrategia se basaba mucho en la velocidad, ya que era la única manera de superar las defensas de su rival.

También había terminado de aprender el Chidori, aunque solo lo podía usar dos veces al día con sus reservas actuales de chakra para no usar el sello que le puso el Sannin.

El azabache estaba realmente contento. Tras sus entrenamientos antes de las preliminares y el de ahora, se sentía más qué listo para ser chuunin.

Ya se había olvidado por completo del Uzumaki y ese nuevo aspecto. No sabía si el joven había o no cambiado en algo, pero seguramente le costaría seguirle el ritmo en un combate, aunque no se confiaba.

Su único punto débil era el Sharingan. Aún no lo había mejorado y eso le frustraba, pero ya estaba dando pasos en esa dirección. Ya se sentía muy adaptado a su doujutsu y veía cada vez mejor los movimientos de sus rivales.

Ya estaba deseando de pelear.

Con Naruto

Hiruzen miraba a su nieto adoptivo fijamente. El joven estaba apretando los puños y la mandíbula, y eso no parecía muy buena señal, en opinión del viejo Kage, que suponía que el chico se lo tomaría a mal antes incluso de proponérselo.

Akeno miraba al joven. Sabía que era egoísta por su parte, pero quería estar con el, más cuando recordó que él era el chico del orfanato. Pero no se iba a engañar. Eso, nunca pasaría, al menos en esa vida......

Naruto:solo con dos condiciones–dice el semi pelirrojo, mirando al Sandaime directamente a los ojos, para luego mirar a Akeno–. ¿Estas enamorada de alguien, Akeno?

La joven se puso roja tras escuchar esa pregunta. Hiruzen solo decidió callar y escuchar.

Akeno:s-s-si.

El rubio pelirrojo cierra los ojos.

Naruto:dime de quién.

La azabache agacha la cabeza, sin entender el por qué le hacía esa pregunta.

Akeno:no te enfades–susurro, pero los dos lo escucharon–. Estoy enamorada de....bueno de....ti.

Eso dejo completamente en shock al joven y al viejo con una ligera sonrisa. Parecía que las cosas se ponían a favor de la joven pareja.

Por otro lado, el Kyubi no Yoko, el demonio más poderoso de todos los tiempos tras el juubi, se encontraba riéndose en el interior de su Jinchuriki, el cual seguía con los ojos como platos por la reciente confesión de su compañera.

Akeno:sabía que te lo tomarías a mal. Tu nunca te fijarías en una huérfana que, además es del clan de tu rival.

Naruto centro su mirada ahora en la joven, la cual estaba apretando los puños e intentando aguantar las lágrimas que amenazaban con escapar de su encierro, pero eso no fue posible. Más de una de esas lágrimas, escapó de su lugar y recorrió el bello rostro de la joven Uchiha, la cual se estaba muriendo por dentro al saber que el único chico al que iba a poder amar, la rechazaría por ser huérfana además de Uchiha.

El viejo Kage seguía callado. Para él era mejor que los dos se sinceraran y que así tomaran una mejor decisión con respecto a su futuro.

Naruto se agachó hasta quedar frente a la azabache, y obligo a esta a alzar su rostro.

Naruto:¿sabes algo, Kya-chan?

Akeno:¿por-por que me llamas Kya-chan​?

El ojiazul sonríe.

Naruto:por todas las veces que has gritado asustada desde que nos conocemos–responde, besando la mando de la chica–. Me da igual de que clan seas o si eres huérfana o una civil, Akeno-chan. Te protegeré con mi vida y, si para eso tengo que casarme contigo, lo haré–besa la frente de la chica y se levanta–. Pero solo por que me gustas y porque el viejo aquí presente, se gastará su sueldo del mes en ramen para mi.

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Hasta aquí este hermoso capítulo. Espero que os guste. Nos vemos en el próximo capítulo 😊 ttebayo 😄

Uzumaki Naruto: El Jinchuriki PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora