El heredero de Hashirama parte final

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Narrador yo

Naruto estaba en coma desde hacía un mes, tras la perdida de su brazo derecho a causa del tajo de espada de Xiang Yoshi, uno de los hombres de Danzou, o al menos, eso parecía.

Todas las misiones habían sido concluidas exitosamente. Deidara derrotó a uno de esos hombres extraños y rescataron al equipo de rastreo liderado por Uchiha Mikoto, mientras que el equipo guiado por Obito, libero exitosamente a la hija del Daymio, Kisara , la cual estaba muy agradecida. No tenía herida ninguna, al menos a simple vista.

El rubio ex miembro de Akatsuki, se encontraba en una habitación frente a la de Naruto, acostado completamente agotado y con alguna herida leve tras su combate con el hombre del hacha, y era visitado por todos sus compañeros.

Los nueve novatos de Konoha, ya sabían de la vuelta de su compañero de generación, pero se sorprendieron de que sufriera una derrota a manos de un extraño, que los venció a el y a Kisame, dos grandes espadachines, siendo uno un Shinobigatana de Kirigakure.

Naruto, tras el corte de su brazo, y caer inconsciente tras la perdida de sangre, fue sábado por Kurama con su chakra, estabilizandolo hasta que el equipo 7, junto a Hiashi y Shikaku, llegará a la villa de la hoja, siendo tomado por las manos de Senju Tsunade, que gracias a Ryū, el cual portaba el brazo derecho del Shodaime Hokage, Senju Hashirama, se lo implantaron, aunque tendría que llevarlo siempre vendado.

Ahora, un mes después de la operación, el Uzumaki parecía no querer despertar, estando en su habitación del hospital, en el cual solo estaba el como herido. Gracias a Las Trece Hojas de la Hoja, pudieron estabilizar la situación, haciendo frente a los hombres de Danzou y los concejales civiles, lo que les dio tiempo a todos los heridos de recuperarse y poder hacer frente a los ANBU de Raíz.

En una habitación del vacío hospital, más específicamente en la de Uzumaki Naruto, había una joven de cabellera negra y ojos negros, vestida con una camiseta sin mangas negra que resaltaba sus pechos copa D, con el símbolo Uchiha en la espalda. En la parte inferior, llevaba un short de lycra negro y sobre este una falda corta, rojo sangre. Una codera adornaba su brazo derecho.

La chica, era Uchiha Akeno, la esposa de Naruto y su amiga y compañera de batalla.

Estaba mirando por la ventana, cuando una voz la saco de sus pensamientos.

???:¿Akeno-chan?

Esta, se volvió hacia la cama, viendo a Naruto, que se había alzado, dejando su torso al descubierto y bien formado. Su brazo derecho, el que el heredó de Hashirama, estaba vendado gasta el hombro, ocultándolo.

Akeno:¿Naru.....kun?–las lágrimas se comenzaron a escapar de sus ojos negros como la noche, ojos de todo Uchiha–. ¡Naruto-kun!

Los brazos envolvieron al chico, ahora mitad rubio y mitad pelirrojo, con fuerza y calidez, dejando su rostro contra los pechos de la morena, que dejaba que sus lágrimas se escaparán, mojando al Jounin.

Naruto por su parte, envolvió la cintura de la chica con los suyos. Para su sorpresa, podía mover el nuevo brazo como si fuera suyo, como si no lo hubiera perdido en una batalla.

Akeno:ahora tienes la mitad del pelo roja y la otra rubia. ¿Cuántas veces vas a cambiar de estilo? Jeje.

El chico de pelo bicolor, alzó el rostro, separándolo ligeramente de los pechos de su amada.

Naruto:no es culpa mía. Por culpa de los genes de Hashirama, tengo de vuelta un poco de rubio, pero este volverá a ser rojo entero pronto.

Akeno acarició el rostro del chico con dulzura. No podía, no quería volver a pasar por la angustia de si su amado despertaría o se quedaría en coma. Lo amaba demasiado como para soportar su perdida. Ocupaba una gran parte de su corazón, y no había muchos que lo lograran.

Uzumaki Naruto: El Jinchuriki PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora