Capitulo 29

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Fue una gran noche aún dormí en los brazos de Max, no se pero me encantaba dormir entre sus brazos.

Mi cabeza reposa en su pecho, mi mano atravesaba su abdomen y mi pierna cruzaba las suyas.

No quería despertar pero unos gritos lo hicieron, pero no abrí mis ojos no quería hacerlo.

—¿Que pasa? — susurra Max mientras se mueve ante los gritos.

—¡Silencio! — gritó con todas mis fuerzas sin moverme de mi posición, entonces escucho que mi puerta se abre —¡Joder! ¡Largó! — gritó mientras me aferró más al cuerpo de Max, quien noto que se pone tenso. Levanto mi rostro para verlo y con gran, pero gran dificultad abro mis ojos — ¿Que pasa?.

—Nada duerme — me da un beso. La puerta se cierra.

—¿Quien era? — le cuestionó mientras vuelvo a reposar mi cabeza en su pecho.

—Gabriela — a dudas penas escucho me limito a sentir con la cabeza antes de caer un sueño profundo.

(..)

—Se fue así, sin decir nada — le cuestionó a Gabriela de mi Alemán, mientras bajamos las escaleras para ir al comedor.

—Si, solo dijo que se tenía que irse — asiento qué raro, tendré que llamarlo.

—A que fuiste a mi cuarto está mañana — le cuestionó — y ¿Porqué demonios gritaban como uno locos?

—Ah, eso estábamos jugando con Rodrigo — sonríe y sin más camina más rápido para ir al comedor. Huyendo de mí, que me oculta.

—Gabriela — la llamo pero al llegar al comedor soy interrumpida por Isaac.

—Mia — me enseña un sobre rojo — quieres saber quién ganó a noche — sonrió y me acerco para retirar el sobre.

—Gracias — me siento en mi asiento y lo abro, hay una tarjeta pequeña blanca la abro ansiosa de saber quién era el afortunado que me había ganado.

No podía creer en nombre que están escrito, aún que debo admitir que al saber que es él una felicidad extraña se apodera de mi.

Sonrió y pongo a un lado el sobre y alzó mi rostro para ver aquellos ojos esmeraldas que me observan con una sonrisa.

—Y ¿Quien es el afortunado? — me cuestiona Marixa.

—Habla Mía — exige Gabriela mientras me da un pequeño golpe en mi brazo.

—Maximiliano Smith — digo con unas sonrisa, él me giña el ojo y yo niego con la cabeza —Isaac no hubo trampa ¿verdad? — le cuestionó solo por molestarlo estaba feliz que se Max con quién tendré que pasar una semana solo con él.

—Ninguna — me segura — de hecho yo quería ganar — elevó mis cejas, él sonríe con picardía— para ver si aún que sea por una semana te veo trabajar de verdad — dice divertido.

—¡Oye yo trabajo! — me defiendo ofendida por su comentario.

—Si y mucho — dice burlandose Isaac lo fulminó con la mirada.

—Buenos días a todos — dice en voz alta mi querido amigo Roberto quién entra al comedor, se acerca a la mesa a coger una manzana.

—¿Que tiene de buenos? — le digo molesta, él me mira sin entender — si vuelves a gritar como un loco como hoy en la mañana te dejo sin herederos ¿Entendiste?

—¿Que? De que hablas, estás loca o qué — dice molestó.

—De los gritos de esta mañana —  le explicó, su rostro refleja que no entiende que le estoy hablando.

Seducción-(+18) @BlueRoseAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora