Capitulo 38

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—Creí que solo íbamos a ir, Jenny, Elena y tú — dice su Tania la hermana menor de Max, molesta, mirándome mal. Me preguntó cuando será el día en que vea bien.

—Ya basta Tania, Mía es mi novia y la vas a respetar —le dice molestó — si no quieres venir con nosotros no vengas lo sujeto del brazo para que ya no hable.

—Ok que les vaya bien — sin más sale corriendo furiosa, Elena venía llegando al verla va tras de ella, sin antes verme mal. Si ella jamás cambiará su mirada.

—Max, debes ir a disculparte —le digo — yo me quedo vayan ustedes — le sugiero, realmente prefiero quedarme.

—¿Qué? Claro que no — me dice mientras sigue alistando los caballos.

—Max, veniste aquí para ver a tu familia — hablo mientras voy tras de él — y bueno tu hermana no le agrado — pero él me interrumpe.

-—Vine por que quería que te conocieran, por mostrarte el luego donde creci —¿Que? — por ver a mi familia pero es ella quien no quiere estar con nosotros — sigue hablando molesto. Intento concentrarme en lo que estaba hablando y no en lo que dijo.

—Max, es una niña de 17 años debes entenderla — intento razonar — sé que no le caigo bien pero con tu actitud estás haciendo que me odie más.

—Ya estamos aquí — grita Elena quien viene con Tania y atrás de ellas Jenny con una sonrisa.

—¿Que pasó? — cuetiona Jenny mientras nos mira a todos.

—Nada, ya vamos — dice molestó Max, no me gusta verlo verlo así.

Cada quien coge su caballo, cogo su mano y luego acarició su rostro con cariño.

—Recuerda solo quiero momentos felices y si te veo así no los puedo conseguir — sonrió con dulzura.

—Ok, lo siento — le doy un beso casto, luego otro, tras otro hasta que que Jenny nos interrumpe.

—¡Hey tortolitos! — grita — se quedan o qué — suelta una carcajada y sale en su caballo.

—Ven, segura que sabes montar — me dice preocupado.

—Te cabe alguna duda que no se montar bien — le digo con doble sentido mientras muerdo mi labio, él suelta una carcajada y eso me hace sonreír.

—De eso no me cabe ninguna duda — me da un beso.

(...)

Todo era perfecto, el paseo aún cuando Tania me veía mal en cierta ocasiones y sin contar con la presencia de Elena, me la estaba pasando bien.

Jenny que no paraba de tomar fotos a todos, me agradaba mucho. Cómo se portaba con su hermano, la forma en que ellos interactúan me daba algo de envidia, jamás tuve una hermana o hermano es algo que siempre quise tener.

Que mis padre siempre desearon tener, cierro mi ojos y olvidó eso no quiero recordar hoy eso, hoy no.

Me concentro en el paisaje magnífico que me rodea, sin duda es un hermoso lugar para pasar una largas y relajadas vacaciones. Mientras observaba el lugar ví a Max junto a su hermana, estaban viendo las imágenes sentados junto un árbol, debajo de la sombra. Tania y Elena estaban en otro árbol más alejado, me sentía mal por Tania era su hermana, y estaban enojados por mi culpa.

Cogí mi cabello y me subí en el, Max al verme en el caballo rápidamente se puso de pie.

—Solo voy a dar un vuelta por aquí — le digo con una sonrisa — no voy alejar de tu vista — le aseguro y le giño un ojo.

— No te alejes — me advierte y yo solo asiento.

Bueno el lugar donde estábamos era muy abierto, pocos árboles y con un prado inmenso, el cielo estaba despejado y el aire refrescante.

Me detuve a tan solo disfrutar la vista, y mientras lo hacía mis ojos fueron a él, mi sonrisa fue inmediata. Su sonrisa era hermosa y no me gustó verla desaparecer al ver a su hermana Tania lejos de él, la miro con tristeza y luego siguió concentrado en la cámara de Jenny.

Me sentí mal, era mi culpa por no caerle bien a su hermanita. Elena me vio y la dejo sola.
Quería hablar con ella, pero no sabía cómo acabarían las cosas se lo arreglaría las cosas o empeoró todo, decidí acerque a ella quería hablar con ella. Pero al notar que me acercaba se levantó y empezó alejarse de mí.

-—Tania — la llamé para que se detuviera, pero ella me ignoraba. Estaba a punto de bajarme del caballo cuando ella me detuvo.

—No te bajes — se giro y me vio a los ojos, y debo decir que lo que ví no me gustó, su mirada era llena de odio y sus ojos se llenaron como de lágrimas, me quedé helada aún que sus manos estaban temblando como nerviosa de cierto modo, pero no entendía  por qué — tú no eres una buena mujer— parecía que se lo decía a si misma  — tú no lo amas.

—Tania, yo sé que no te agrado pero — me detuvo.

—No, contéstame algo — dijo de pronto mientras metía su mano en su bolso —¿Lo amas? ¿Amas a mi hermano? — su pregunta me sorprendió y deje de verla. Mis ojos vieron a todos los lugares, hasta que mis ojos vieron aquellas esmeraldas lejanas.

Que estaban concentradas en la cámara que sus manos que tantas veces habían tocado mi cuerpo, que habían hecho sentir tantas cosas, pero ¿Amor? No o si, no claro que no.

—No —la miré y mis ojos solo se abrieron mucho al ver lo que tenía en sus manos.

—Alejate de mi hermano —  fue lo último que escuche antes de oír el chillido del caballo, que se paro en dos patas, intenté sujetarme pero no puede y cai al suelo.

Mi cabeza chocó fuerte contra el suelo dolía mucho, un ruido espantoso sonaba en mi cabeza, al abrir mis ojos veo todo borroso. La imagen de Tania parada a unos pasos de mí, casi no lo veía bien.

Entonces lo ví y apenas escuchaba su voz angustiada, gritaba mi nombre, pero ya no podía abrir mis ojos más, se cerraron y todo se volvio negro.

(..)

Me dolía la cabeza, sentía que me iba a explotar abrí mis ojos lentamente, la luz me estorbaba.

Cerré los ojos y los abría varias veces hasta que la luz dejo de molestar tanto, mire a todos lados que mis ojos podían ver sin mover mi cabeza.

Estaba en un hospital, mire mi mano está conectada a un suero, no me dolía nada más que la cabeza, al parecer la caída fue dura.

La puerta se abrió y ahí estaba Max, le sonreí y él solo corrió así mi. Se paro a mi lado y con mucho dolor moví me cabeza así él.

Sus ojos estaban llenos de lágrimas, con su mano acarició mi rostro y no ni en qué momento pequeñas lágrimas salieron de mis ojos, él las limpio.

Y yo hice lo mismo, limpie sus lágrimas, entonces se lanzó sobre mi me abrazo, posó su cabeza en mi pecho mientras lloraba como un niño.

Yo solo lo acaricié su cabello — Max ¿Que pasó? — le pregunto angustiada, talvez le pasó algo a Tania, estaba cerca cuando el caballo enloqueció.

Levanto su rostro y me vió a los ojos — ¿Que pasó? —me dice algo molesto — Mía casi te pierdo.

—Estoy bien — cogo sus rostro entre mis manos — creí que le había pasado algo a tu hermana.

—Ella está bien — respiró tranquila, si sé que fue culpa de ella que el caballo enloqueciera de ese modo, y yo terminara en el hospital — Mía ¿Que diablos fue lo que pasó? — no supe que decir.

No sabía si decirle lo que su hermana hizo o solo callar, no quería dañar más su relación pero lo que hizo esa niña si caía mal del caballo m pudo ver matado.

Mierda, ¿que hago?


Seducción-(+18) @BlueRoseAwardsWhere stories live. Discover now