|Alegría |
Narra Omnisciente
Denigrada yzaherida, es así como se sentía Camila.
Estaba sentada frente al espejo tras haber acabado con su acto, miraba su reflejo sin lograr ver lo malo que otros veían en ella, aquello que les ofendía en cuanto a lo que hacía.
¿Sus padres habrían pasado por lo mismo que ella? Es difícil tener cientos de interrogantes sin contestar.
"Eso fue raro." Indicó alguien detrás de la morena que giró su cuello en esa dirección solo para encontrarse con Christopher hincado en el umbral de la puerta.
Sonrió débilmente ante la curiosidad en aquellos ojos oscuros los cuales tenían un brillo diferente está noche. Chris ladeó su cabeza y se aferró a su pequeño abrigo púrpura.
"¿Por qué estás triste?" Fisgoneósin dudar acerca del estado de ánimo de la inglesa mientras se aproximaba a ella.
Llevó sus diminutas manos al rostro de su amiga ahuecando sus mejillas en ellas con su cálido tacto. "¿Es esa chica tonta de la que me has hablado?" Tanteó sorprendiendo a la morena ante su capacidad para leerla.
Eran amigos ¿No? Se supone que los amigos traen una especie de radar para detectar los cambios emocionales del otro con solo verle, además de que los niños son capaces de percibir las emociones de sus seres queridos, qué no lo manifiesten no significa que son ajenos a lo que sucede.
Y por más que se esforzó, por más que se obligó a sonreír... no pudo evitarlo, cedió ante un niño de seis años... se deshizofrente a aquel pequeño que apenas empezaba a vivir. Un par de lágrimas brotaronde sus ojos y él, cual caballero sacó un pañuelo de su bolsillo y secó sus lágrimas en silencio para luego ofrecerle latela.
"Puedes sonarte la nariz si quieres." Señaló encogiéndose de hombros y la inglesa alcanzó a sonreír con honestidad por primera vez tras lo ocurrido unas horas atrás.
"Gracias." Consiguió a decirle mientras cogía el pañuelo. "Ya estoy mejor." Comentó mientras pasaba sus manos por su colorido cabello.
"No es necesario que mientas." Estableciósentándose junto a la morena. "Que tenga seis no significa que sea un tonto ¿Sabes?" Avisó jugando con las agujetas de sus All Stars.
"No eres un tonto." Afirmó Camila una vez estuvo más serena mientras observaba con el ceño fruncido al pequeño ponerse de pie frente a ella.
Chris extendió su mano dejando ver una moneda, segundos después la hizo desaparecer y Camila se sorprendió ante el truco que había aprendido aquel niño. En cuanto estiró sus brazos la moneda cayó y él rezongó por haber arruinado su acto.
"¡Oh!" Refunfuñó. "Tonta moneda se suponía que no debías caerte y exponerme." Mascullaba mientras recogía el redondo metal.
Camila sonrió y negaba con su cabeza ante la ternura de aquella escena.
"Solo debes practicar un poco más, lo has hecho bastante bien." Le incitó tomando la monda de sus pequeñas manos. "Así."
Camila hizo ágilmente el truco de desaparecer la moneda bajo los encantados ojos de Christopher, luego hizo el clásico amague de sacarla de detrás de su oreja, y para que os cuento la reacción de aquel chiquillo.
"¡WOOOW!" Gritó y en ese momento la puerta se abrió bruscamente dando paso a una agitada Lucy que se abalanzó sobre la inglesa casi tacleándola.
"¡Mila!" Chilló la colombiana.
Lucy había pasado todo el día inquieta por desconocer el paradero de su amiga, quien tras lo ocurrido en la hora del almuerzo con la ojiverde había desaparecido, la colombiana había ido junto a Dinah y Ally hasta el apartamento de la morena pero se encontraron con una confundida Kim quien se encolerizó en cuanto se enteró de lo ocurrido.
