|Encuentro|
Narra Omnisciente
Tres días después.
“¿Y esto?” Preguntó Ryan con el ceño fruncido cuando Camila le entregó un sobre blanco. “¡Oh!” Exclamó dejando de lado su libro al reconocer el logo que sellaba el documento.
Ryan miró a Camila en espera de algún gesto que le autorizara abrir aquel sobre, la joven asintió tan lentamente que el profesor contuvo sus ganas de reír ante su más que evidente nerviosismo. Cuando el hombre de cabello rojizo lo destapó Camila colmó sus pulmones de aire.
“Señorita Cabello...” La miró con un deje de diversión. “Si sigue mordisqueando así su labio, me temo que se hará daño.” Discurrió volviendo al sobre en sus manos.
Camila no pudo más que asentir y liberar su labio inferior del ataque de sus dientes, sin embargo, la actitud bromista de su profesor la tomó por sorpresa, se atrevía a asegurar que era la primera vez que le veía en esa faceta. Quizás era su manera de hacer que se relajara.
Siguió el recorrido que hacían los ojos de Ryan a través del papel, se inclinó lo suficiente para apoyar su codo sobre el escritorio y su barbilla en la palma mientras que con su otra mano tamborileaba rítmicamente sobre la madera.
“¿Podría por favor calmarse?” Consultó Prescod mirándola por encima de sus anteojos. Camila suspiró y enderezó su cuerpo, pasó las manos por su cabello y le dijo;
“Claro...” Exhaló sonoramente. “Juilliard me envió un sobre con su respuesta a mi postulación... no es como si fuese me hiciera ilusión matricularme en el conservatorio, tampoco es como si hubiese trabajo en ello o algo parecido.” Respondió con sarcasmo mientras removía sus manos claramente nerviosa.
Ryan rodó los ojos y retornó al papel, Camila estaba al borde del desvanecimiento y él sonrió internamente porque ya lo había leído, más sin embargo le causaba diversión la inquietud de la inglesa que ya carcomía su labio nuevamente.
“Bueno...” Suspiró guardando la hoja en el sobre, descansó la espalda en el respaldo de su silla y miró a Camila, que en ese momento odiaba lo ilegible que era el semblante de su profesor. “Me temo que tendré que soportarla un poco más.” Avisó con una mueca de hastío mientras rascaba su barba.
“¿Eh?” Balbuceó con desorientación la chica.
“Lo que quiero decir, es que... Juilliard la espera el día tres de mayo para su audición.” Camila parpadeó un par de veces. “¡Enhorabuena Señorita Cabello!” Felicitó con sinceridad. “Acaba de conseguir una audición final en Juilliard.”
ººººº
“¿Tú por aquí?” Miró malicioso Bradley a la ojiverde que traía su bandeja del almuerzo entre sus manos. “¿Tan rápido se acabó el amor entre la payasa y tú?” Averiguó echando una ojeada en dirección de la mesa que acostumbraba ocupar Lauren y las chicas notando que la morena no estaba.
La pelinegra lo miró fugazmente mientras estrujaba la bandeja entre sus manos. “Cierra la maldita boca.” Gruñó.
“¡Hey!” Exclamó con sorpresa fingida. “¿Es así cómo me tratas después de años de amistad y noviazgo?” La mala actuación del castaño solo encolerizaba más a la ojiverde. “¿Después de todo lo que vivimos juntos?” Continuó añadiendo un puchero y llevando la mano a su pecho.
Lauren contuvo las ganas de golpearle el rostro con la bandeja de metal y centró su atención en Alexa que sacaba el almuerzo de su bolso, la chica de cabello negro le dedicó una mirada significativa a la que esta respondió con un asentimiento de cabeza.
