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Narra Omnisciente
"Deberías venir conmigo." Sugirió Camila a Christopher que permanecía tendido boca arriba en su camilla mirando el techo de su habitación.
"No tengo ganas de ir al parque." Rechazó sin mirar a la morena.
Camila suspiró y echó un vistazo a Clara sin saber si aquella idea en su mente funcionaría.
Christopher se rehusaba a abandonar su dormitorio, incluso sus compañeros Ravi y Tom le habían invitado al parque pero el pequeño simplemente se negó.
"¿Qué tal si vamos a la feria?" Soltó con sus orbes marrones fijos en Clara quien abrió sus ojos como platos ante la propuesta de la inglesa.
La mujer mayor estuvo a punto de oponerse pero, en cuanto notó como su hijo se sentaba en la cama y parecía estudiar la oferta consideró que sería mejor guardar silencio y esperar por la reacción del menor.
"¿Me llevarías?" Preguntó dudoso el pequeño mirando a la inglesa que observaba de soslayo a Clara."¿Mamá?" Consultó Chris al notar el gesto de Camila.
Clara vaciló un par de minutos antes de acceder. "Sí mí pequeño, puedes ir." Anunció acariciando el delgado y pálido rostro de su hijo. "Solo debéis llevar a una enfermera con vosotros, y le diré a Lauren que os acompañe." Informó para luego salir de la habitación para conversar con el médico de su hijo.
"¡Genial!" Chilló, finalmente con entusiasmo Christopher haciendo reír a Camila.
La morena frunció el ceño al ver como el pequeño metía su mano bajo la almohada, sin embargo aquel mohín desapareció en cuanto vislumbró lo que el niño sacaba de este.
Su beanie rojo.
Una hora después todo estaba listo, una enfermera, y un bolso mediano con cosas que podría necesitar el niño fueron suficientes para comenzar a andar hasta el estacionamiento del hospital donde, una ojiverde poco convencida les esperaba apoyada en su auto.
"Esto no ha sido una buena idea." Farfulló tratando de no ser escuchada por su hermano que era entretenido por la enfermera que le colocaba una naricera que ayudaría a evitar cualquier virosis.
"¿Por qué no?" Discutió Camila arrojando el bolso en la cajuela del auto.
"Tiene leucemia ¿Lo recuerdas?" Gruñó entre dientes. "No es prudente que este sin supervisión médica."
Camila se paró frente a la ojiverde y rechazó con su cabeza.
"Es un niño." Le recordó Camila. "Estar entre cuatro paredes no le hará bien."
Lauren sonrió con amargor y se cruzó de brazos.
"Eres una payasa, no una oncóloga o psicóloga" Soltó con bravura.
Camila se desconcertó ante sus palabras, miró por unos segundos a Lauren y sonrió con tristeza.
"Púdrete en el maldito infierno Lauren." Masculló pasando a su lado y entrando al auto.
Aunque quería irse, no podía. Ella no iba a quitarle la ilusión a Chris, él no tenía culpa de la gran bocaza que tenía por hermana mayor.
Camila sintió como Lauren ingresó y encendió el motor, suspirando la inglesa sacó su móvil y con un WhatsApp le pidió a Hyun Soo que por favor llevase a Sofía hasta la feria.
En cuanto llegaron, los ojos de Chris se iluminaron, si bien no pudo subirse a las atracciones el pequeño se encargó de saludar a aquellos amigos de Camila que llegó a conocer.
