|Vero|
Narra Omnisciente
8 años después
Es joda xD.
17 meses después.
Manhattan, New York.
Apenas las puertas del elevador se abrieron el alto volumen de la música golpeó los oídos de Lauren. Música en español, música triste en español. Suspiró al notar a algunos vecinos del lugar murmurar entre ellos al respecto.
Caminó con arrogancia por el pasillo ignorando el cuchicheo y las miradas hasta que sus pies se detuvieron sobre el felpudo rectangular azul que daba la bienvenida.
Ni siquiera se molestó en llamar a la puerta, tomó el picaporte y empujó la madera para adentrarse en el apartamento, una mueca apareció en su rostro ante la potente música.
Anduvo por el lugar hasta encontrar a Verónica sentada como un indio en el sofá de la sala, las luces estaban apagadas pero el destello del televisor encendido le permitió ver el gran bote de helado sobre sus piernas y una gran cantidad de dulces esparcidos en la mesa ratona frente a ella.
Rodó los ojos.
"Tus vecinos están a nada de llamar al FBI si no apagas la música." Habló tan alto como pudo pero la otra chica ni se inmutó, sus ojos estaban fijos en el televisor donde pinocho cobraba vida gracias al hada madrina.
Lauren optó por pararse frente a la pantalla y la castaña finalmente notó su presencia.
"Estoy mirando la película." La ojiverde alcanzó a leer de sus labios.
Consternada por la mezcla confusa de sonidos, estiró su mano y puso fin al bullicio proveniente de la radio. Lauren pudo escuchar la celebración de los vecinos amontonados en el corredor del edificio y el gruñido de su amiga.
"Estaba escuchando música." Reprochó con una rigurosa mirada en dirección de la pelinegra.
"¿Qué es todo esto?" Consultó señalando los dulces. "¿Quieres mantenerte despierta el resto de la semana o conseguir algún tipo de diabetes?" Preguntó viendo como se metía a la boca una galleta oreo con un trozo de algodón de azúcar y un poco de helado.
Verónica se achicó de hombros despreocupadamente y volvió su atención a la pantalla cuando su amiga se apartó para avanzar hacia ella. Lauren negó con su cabeza al reparar en la colección de DVD'S de Disney pertenecientes a Lucia regadas entre el piso y el sofá.
"¿Alguna noticia?" Averiguó con cuidado apilando las películas en la mesa.
"Sigue en Londres." Respondió la otra chica con desazón.
"Estoy segura que volverá al final del verano." Intentó animar con una sonrisa ladeada.
"Eso no me asegura que ella volverá a nuestra casa." Comentó, sus ojos colmados de dolor observaban por primera vez a Lauren desde que llegó.
Lucia y Verónica se habían «separado» a finales de la primavera, gracias a una insensata e infantil idea de Verónica que intentó jugar un juego en el cual solo ella sabía que participaba, dejando al resto de las jugadoras desinformadas... entre ellas Lucia.
Verónica no era precisamente el ser humano más cuerdo cuando se sentía amenazada de cualquier manera, y si a eso le sumamos su orgullo... el resultado no es muy bueno.
Nada bueno.
La puerta principal se abrió y Lauren giró su cuello vislumbrando a Dinah y Normani entrar, esta última encendiendo las luces de todo el lugar haciendo que la castaña a su lado berreara en protesta.
