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|Chiflada|

Narra Lauren

¡Mierda, mierda, mierda... y más mierda!

¡Joder! Acabo de besar a una chica.

¡Joder besé a Camila!

Apoyé mi frente sobre el volante de mi auto y bufé frustrada.

"Tranquila Lauren, es normal." Me dije a mi misma.

"En la adolescencia es común besarse con chicas." Razoné mientras acomodaba mí cabello.

Se supone que son de esas experiencias que la mayoría de los jóvenes vivimos, así que no pasa nada. No soy lesbiana.

"Tuviste tu experiencia con una chica, ya fue." Murmuré mientras encendía el auto.

El problema era que me había gustado... y mucho.

Me había descubierto a mí misma nerviosa al darme cuenta de la cercanía de nuestras bocas, mi corazón se había acelerado y podía sentir la impacienciadel momento, y antes de que pudiera darme cuenta nos estábamos besando.

Sus labios eran jodidamente delicadosysuaves, no podía apartarme y mucho menos alejarme.

"¡Basta! No eres lesbiana Lauren, te gustan los chicos y tienes novio." Recapitulé frotando mis sienes para luego arrancar el auto rumbo al hospital para pasar la tarde con Chris.

Luego de salir del apartamento de la morena, me quedé vagando por las calles mientras trataba de calmar mis nervios con ayuda de varios cigarrillos.

Al entrar a la habitación, mi hermano estaba durmiendo. Me quedé observando su diminuta figura entre las sábanas de la cama mientras mi madre sujetaba su delgada mano y depositaba un beso en su frente.

Clara caminó hacia mí y me sonrió con tristeza.

"Fue un día duro para él." Comentó. "El doctor dice que lo está haciendo bien." Susurró para no despertar a los niños.

Asentí sin dejar de mirar a Chris, su respiración era tranquila. Los días en los que recibía su tratamiento eran tan agotadorespara todos.

La mayor parte del tiempo me siento junto a su cama y tomo su mano entre las mías, apoyo mi barbilla sobre el pretil de la cama y me limito a observar su respiración, asustándomecuando es tan serena.

En un par de ocasiones lo desperté, su respiración era tan calmada que no alcanzaba a apreciar el movimiento de su pecho a causa de esta. El pánico que sentí no tiene comparación.

"Descansa mamá." Le recomendé y ella dejó un beso en mi mejilla para luego salir de la habitación.

°°°°°°°°°

La tarde había sido relativamente tranquila en comparación de otras, Christopher despertó en varias oportunidades entre horcajadas causadas por las náuseas. Yo lo sentaba en mi regazo y sostenía un recipientedelante de él para que vomitara cuando lo necesitara.

Su cuerpo se tensaba tanto que me preocupaba la rigidez de sus músculos, por lo que siempre llevaba mis manos sobre sus hombros y le susurraba en el oído que se relajará.

La pesadez de la enfermedad y del tratamiento se veía reflejada en su apariencia y en su estado de ánimo.

Christopher ya no era aquel niño risueño que amaba jugar con sus autos de juguete, o que te llenaba de preguntas sin sentido.

Ahora era un niño callado que vagaba entre sus pensamientos.
Me dolía recordar cuantas veces le mandé a callar, y ahora que permanece callado muero por escucharle hablar.

Alegría (Camren)Where stories live. Discover now