|Enojo|
Narra Lauren
“No es el momento ni el lugar Lauren.” Dijo Camila con sequedad mientras yo la seguía por los pasillos de la high.
“Si me dejaras explicarte.” Casi imploré caminando detrás de ella que lo hacía a paso rápido.
Aquella frase pareció sacarla de sus cabales, se detuvo en seco y giró con tal brusquedad que le fue imposible medir la distancia entre ambas, por lo cual nuestros rostros quedaron a escasos centímetros.
“¡¿Explicarme qué Jauregui?!” Su ceño estaba fruncido y hablaba entre dientes cuidando de no elevar la voz. “¿Qué estabas...” Hizo una pausa sabiendo que había estudiantes pasando a nuestro alrededor. “¿Que estabas haciendo la estupidez más grande de tu vida?” Clavó su dedo índice contra mi pecho. “Porque ambas sabemos que el contenido de esa pequeña bolsa no era precisamente bicarbonato de sodio.” Escupió antes de girar y seguir caminando.
Durante la madrugada fue imposible hablar, más allá de la sorpresa, el horror y la tristeza que su cuerpo transmitía, su reacción fue dirigirse al baño y vaciar el contenido de aquel empaque transparente en el inodoro para seguidamente entrar en una pequeña crisis.
“Tú lo llamas enojo... yo lo llamo dolor y decepción.” Musitó a centímetros de mi rostro rompiendo todo dentro de mí.
En un punto de la « plática » nuestras voces fueron en aumento, Taylor no tardó en aparecer con clara preocupación en su semblante. Agradecí que fuera ella y no nuestra madre, al notar la presencia de mi hermana no pude evitar darle una mirada de súplica a Camila. Ella bufó y justificó todo aquello como una simple discusión y aprovechando la intervención de mi hermana, le pidió pasar el resto de la madrugada en su habitación.
Taylor no se negó.
Por mi parte permanecí muy despierta necesitando hablar con ella cuanto antes.
Llegamos al salón en silencio he inmediatamente Normani la envolvió con sus brazos y no tardó en llenarla de preguntas respecto a su viaje, al igual que halagó su nuevo corte de cabello el cual le sentaba de maravilla.
Me se senté junto a ella en completo silencio.
“¡Vaya! Alguien parece no estar de humor.” Expresó Mani lo suficientemente alto como para que el comentario llegara a mis oídos. “Buenos días para ti también Lo.” Ironizó mientras rodaba los ojos yo solo solté un gruñido y agité mi mano en su dirección.
La morena notó la pared de hielo entre la inglesa y yo, me miró en busca de alguna explicación, pero sólo me encogí de hombros sacando mi libreta del bolso cuando la señorita Gómez cruzó la puerta.
“¡Muy buenos días chicos!” Saludó con el entusiasmo más fingido de la vida uno muy similar con el que, cada uno de nosotros respondió a su saludo, el fastidio de tener que regresar a clases después de unas vacaciones estaba presente en cada uno de nosotros. “Para la clase de hoy.” Empezó dejando su cartera sobre el escritorio. “Vais a contarnos como habéis pasado la navidad y el año nuevo.” Se paró de espaldas a su mesa y se apoyó en ella. “Pero debéis hacerlo en español...” Advirtió y la mayoría empezó a lamentarse. “Camila.” Hizo un gesto para que pasara he iniciara.
Con nerviosismo caminó al frente y se paró a unos metros de la profesora, mis compañeros no tardaron en elogiar su cambio y uno que otro se mofaban en voz baja.
“La payasa nos contará un chiste.” Soltó un chico al final de la clase, me puse de pie con tanta ira que mi mesa casi cae al suelo a no ser por Normani que la detuvo.
