♡ Doce ♡

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Lissa

Estaba allí, frente al escritorio de Luke, bajo su mirada. No podía negarlo, estaba nerviosa. No había podido dejar de pensar en su propuesta durante todo el día.

Aunque aquella petición me era tan tentadora e irresistible, no podía seguir cometiendo aquel error del cual sabía que estaba mal.

No quería dañar a nadie, simplemente no quería cometer de los que tarde o temprano me arrepentiría.

—Hola señor Hemmings. —Hablé algo asustada, estaba muy nerviosa, no sabía cuál sería su reacción al saber mi decisión.

—Lissa... —él se levantó de su asiento y camino hasta quedar reposado contra su escritorio. —que gusto verte. —me sonrió con calidez. Aquella sonrisa tan hermosa y perfecta, aquel hombre era completamente perfecto, un dios sin duda alguna. — ¿A qué se debe tu visita?

—Vine a decirle que...—Trague saliva y mordí mi labio con fuerza. —Yo... Estuve pensando en lo sucedido y... —suspire intentando calmarme, intentando sonar lo más tranquila posible, aunque sabía que por dentro mis deseos se destruían. —Yo... —levante mi vista hacia él. —Perdóneme señor Hemmings pero yo no puedo ser su amante. —Su rostro pareció caer ante mí, vi como sus labios se apretaban y como sus manos comenzaban a rasguñar la madera del escritorio. —No puedo seguir haciendo esto, Danna es mi mejor amiga y yo... No quiero lastimarla. Jenna es una gran mujer y... Lo siento, no quiero dañar a nadie. —vi como trago saliva y agachado su mirada dejo salir un suspiro pesado.

—Te entiendo... No fue justo de mi parte haberte puesto en aquel lugar. Me dejé llevar... —levantó su historia hacia mí. —Eres una joven increíble Lissa, eres tan pura y hermosa, me has cautivado mucho y me has hecho sentir como nadie en este mundo. —Mordí mi labio ante sus palabras, a pesar de haberlo rechazado aún era tan bueno conmigo. —Discúlpame a mí por ser un idiota, nunca fue mi intención ponerte incomoda. Discúlpame también por dejarme guiar por mis impulsos.

—No se disculpe por ello señor... —Lo mire a los ojos. —No tiene la culpa por que yo también me deje llevar, no podemos culparnos por seguir a nuestros cuerpos. —Él sonrió de lado y se acercó a mí envolviéndome entre sus brazos, haciéndome sentir su calor.

Aspire hondo y mis fosas se inundaron de su aroma tan varonil, cerré mi ojos y apoye mi cabeza contra su pecho como aquella noche en la discoteca. Sus latidos eran tan tranquilos, parecían la mejor música del mundo. Levante mi vista y vi sus ojos, ese azul tan puro, tan intenso, tan mágico...

—Eres hermosa Lissa. —llevo su mano a mi mejilla y me acaricio con delicadeza. —Estoy seguro que el hombre que pueda tenerte será el más afortunado de este mundo. —Sonreí sonrojada por sus palabras y mire sus labios.

Si al menos era una despedida, quería hacerlo como debía. Me pare de puntillas y bese la comisura de sus labios con suavidad. Él se quedó observando mi rostro por unos segundos hasta que me aparte de sus brazos.

—Adiós Luke... —Habló con una sonrisa tímida.

—Adiós Lissa. —Él me devuelve la sonrisa y me retiro a paso lento de su oficina. Suspiro al darme cuenta de lo sucedido.

Y es que sin pensar en Danna o Jenna, lo había disfrutado, había disfrutado tanto estar con él, estar entre sus brazos, haber bailado y divertirme junto a él.

Luke era un hombre increíblemente encantador con un potencial juvenil que lo hacía ver maduro y divertido a su vez. Pero lamentablemente ya no podría disfrutar de aquel placer, porque aquel hombre era imposible.

***

Estaba en clases junto a Danna, estaba muy distraída y no parecía estar de humor ya que no se veía alegre y feliz como siempre lo estaba.

— ¿Danna? —ella pareció salir de sus pensamientos y me miró. — ¿Te encuentras bien? —Ella asintió y suspiró intentando formar una sonrisa forzada en su rostro pero esta salió en forma de mueca.

—Si... Todo... Está bien. —Habló intentando sonar bien.

—Danna, te conozco. —La mire alzando las cejas—Sabes que puedes confiar en mí. —acaricie su mano.

—Lo sé. —suspiró. —anoche oí discutir a mis padres en su habitación. Él salió temprano para pasar tiempo con ella otra vez pero ella tenía reunión con sus amigas y discutieron. Papá durmió en el sofá y hoy se levantó muy dolido de su espalda. —trague saliva ante sus palabras. —a veces pienso que mamá ya no lo quiere como antes, le critica que no pasan tiempo juntos pero cuando él quiere hacerlo ella simplemente se va. Incluso la oí decirle que tiene celos de que pasemos tiempo Junto. En verdad no la entiendo Lissa, desde que papá comenzó a salir del trabajo no han dejado de discutir, es como si quisiera que mi padre siga siendo el mismo hombre aburrido y adicto al trabajo que era.

—No sé qué decirte... Es muy extraño que tu madre quiera que tu padre siga en una oficina en vez de pasar más tiempo con ustedes. Tu padre parece disfrutar mucho de estar con ustedes y se lo ve más feliz.

—Lo sé, yo también lo note pero... No lo sé. —suspiro. —Si esto será así creo que lo mejor será que se tomen un tiempo. —El timbre de las clases sonó y ambas salimos del instituto.

—Bueno, debo irme. Tengo que llegar temprano para que mama pueda ir a su trabajo. —Hablé observando a Danna, ella asintió y me abrazo con fuerza. —No estés triste, verás que todo estará bien.

—Eso espero. —hizo una mueca. —Saluda a Alex se mi parte, prometo hacerte compañía mañana. —yo sonreí.

—Dalo por hecho. —Ella sonrió y comenzó a caminar hacia su casa junto a Jackson quien la esperaba con sus amigos.

Suspire y comencé a caminar a mi casa, no podía evitar pensar en Luke y las cosas que Danna me había contado.

Luke era un hombre increíble y a pesar de aquel error que habíamos cometido el no merecía ser tratado de aquella manera por Jenna.

Pero tampoco podía juzgarla, después de todo, yo era quien se había acostado con su marido...

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