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♡ Treinta Y Tres ♡

Lissa

Mis manos temblaban como si estuviesen hechas de gelatina, la taza que sostenía se tambaleaba levemente entre mis dedos y mi pierna derecha no dejaba de sacudirse en un ritmo apresurado. No podía manejar la ansiedad que estaba sintiendo en aquel momento, luego de tanto tiempo, él había regresado.

Su mirada estaba fija en Alex quien se encontraba en el suelo jugando con su elefante. El pequeño se veía tan ajeno al ambiente y lo agradecía, el no merecía sentir nada por aquella situación.

—Es... Esta muy grande. —Rompió el silencio. —Tiene mi cabello, además es... Muy apuesto. —Asentí levemente.

—Está por cumplir su primer año. —Le comenté sin dirigirle la mirada, tan solo observaba a mi niño para no tener contacto visual con él.

—Guau, como pasa el tiempo ¿No lo crees? —Habló con una leve risa. Negué levemente y suspiré levantando mi vista.

—¿Qué haces aquí Jasse? ¿Por qué has vuelto? —Pregunté sin más rodeos.

—Dejé la banda. En uno de los conciertos yo... Casi muero por una sobredosis. Cuando estuve en el hospital recordé mi vida, la vida que tenía antes de eso, te recordé a ti. Caí en la realidad, Liss. —Sus ojos se veían sinceros, había estado bastante tiempo con él y sabía cuándo hablaba con la verdad, aunque muchas veces solía decirla estando ebrio. —He dejado el alcohol, fueron meses duros, pero... Lo logré, sabía que debía hacerlo porque había algo más importante en mi vida. —Lo mire con sorpresa. —Tú... Tú y mi bebé, nuestro bebé.

—Jasse... —Me tomo de las mejillas y me observo con una leve sonrisa.

—No había noche que no pensara en ti, Liss. Eras lo mejor que pudo haberme pasado. Fui un idiota por haberte dejado y me siento horrible por ello, pero estoy aquí para enmendar mis errores.

—Jasse...yo...—Su mano acarició con suavidad mi mejilla, rozando mis labios con su pulgar. —Yo no... —Lo alejé levemente. —Jasse, yo te amé mucho, pero... Me hiciste mucho daño y yo... Te he olvidado. Estoy con alguien ahora y soy feliz con esa persona. —Su rostro se afligió ante mis palabras. —Lo siento Jasse, pero no. Si solo buscabas que vuelva contigo, no sucederá.

—Lo entiendo... —suspiró. —Tienes razón, lo merezco, fui un imbécil. Te dejé embarazada y luego me fui, ni siquiera te ayudé. —Sus ojos volvieron a Alex. —Tal vez ya no pueda estar contigo, pero aún así haré lo correcto. —Su vista volvió a la mía. —Quiero ser parte de su vida, quiero que me conozca, Liss. Quiero que sepa que estaré para él tanto como para ti. —Tomó mi mano y la besó suavemente. —Aunque no estemos juntos te ayudaré, siempre estaré aquí para ustedes. Somos una familia, tal vez nuestro amor no funcionó, pero aún tenemos algo que nos une, y no quiero perderlo.

Sus palabras eran tan sinceras, notaba el cambia que había dado, podía darme cuenta que no era el mismo chico que me había hecho daño, su apariencia incluso había cambiado un poco. Se veía más maduro y mejor de cuando se fue.

Aunque Jasse había sido mi gran amor, ya no sentía lo mismo, mi corazón parecía haberlo olvidado y solo le pertenecía a Luke.

— ¿En verdad quieres hacerte cargo de Alex? —lo observé.

—Más que nada en este mundo. —sonreí, feliz por su respuesta. —Mi hermano me consiguió un empleo y podré darte el dinero que necesitas. Vendré a visitarlo todos los días y estaré cada vez que me necesiten. Quiero ser el mejor padre del mundo para él, quiero que sepa que siempre estaré con él, que nunca lo abandonaré. No seré como él... No seré como mi padre, Liss. —Mi corazón dio un vuelco al oírlo.