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♡ Veintinueve ♡

Lissa

Me encontraba junto a Luke y Danna, sentados en la sala de espera. Tenía cita con la obstetra para una ecografía, ya estaba de 4 meses y medio, la doctora me había dicho que en aquella ocasión podría conocer el sexo del bebé. Luke estaba tan ansioso como yo, además, era la primera ecografía a la cual me hacía compañía luego de todo lo sucedido.

Había pasado un mes desde que se había separado de Jenna, claro que la mujer no se lo tomó para nada bien cuando vio a su esposo irse de su casa con sus maletas, mucho menos cuando el abogado le entregó los papeles de divorcio. Incluso le había prohibido a Danna poder acercarse a mí, pero Luke intervino, logrando así que mi mejor amiga pudiese seguir a mi lado.

Todo había cambiado, muchas cosas eran distintas, pero por una vez en mi vida me sentía en paz.

—Lissa Thompson. —todos observamos a la doctora y nos levantamos. —Por aquí por favor. — ingresamos al consultorio. —Bien, recuéstate allí por favor y sube tu vestido. —Obediente, realice todo lo que ya había vivido una vez, pero era lindo saber que esta vez estaba acompañada por el padre de mi bebé y mi mejor amiga. —Bien, comencemos. —La doctora colocó el gel sobre mi vientre y comenzó a pasar el aparato. —Aquí esta. Se está formando muy bien. —En la pantalla pudimos observar al pequeño ser formándose en mi interior, nuestro bebé.

Observé a Luke y vi sus ojos brillar como nunca, incluso pude visualizar las lágrimas que acumulaban. Danna, por su parte, sostenía mi mano y sonreía ampliamente, siempre había dicho que deseaba estar a mi lado en una ecografía, y lo estaba cumpliendo.

—Este es su latido de corazón. —comentó la doctora dejándonos oír aquel sonido tranquilizante de que su corazón estaba en perfecto estado.

—Es hermoso... —susurro Luke secando las pequeñas lágrimas que habían escapado de sus ojos.

— ¿Les gustaría saber qué será? —yo asentí efusiva. —Bien... —movió un poco el aparato y sonrió. —muy buen Lissa, te alegrará saber que tu niña se está formando muy bien.

—No puede ser. ¡ES UNA NIÑA! —Danna grillo de emoción observándome con una gran sonrisa. — ¡Será una niña! —Yo asentí emocionada, no sabía en qué momento había comenzado a llorar de felicidad, solo comencé a sentir las lágrimas recorrer mis mejillas.

—Será la niña más hermosa del mundo, igual que su madre. —no pude evitar sonreír con ternura al hombre que me tenía loca de amor.

—Será un abuelo muy afortunado. —Habló la doctora. Todos nos observamos avergonzados por la situación, pues Luke no era mi padre, pero si el padre de Danna y la futura bebe.

—Él... No es mi padre, es... El padre de mi amiga. —Hablé indicando a Danna.

—Oh, claro. Lo siento. —se disculpó mientras tomaba papel. —Ya puedes limpiarte, iré a imprimir la ecografía. —La doctora salió de la habitación y yo me acomodé sobre la camilla con ayuda de Danna y Luke.

—Que incómodo fue eso. —Habló Danna riendo. —Doctora entrometida.

—Danna. —Luke la reto y yo solo reí.

—No seas gruñón y admite que es una doctora entrometida. —Hablé acomodando mi vestido.

—No es entrometida. —ambas lo observamos con obviedad. —De acuerdo, solo un poco. —Me tomó de la cintura y beso mi frente. —No pudo creerlo, otra niña.

—Tendré una hermana. —Sonrió feliz Danna. —Siempre te he dicho que deseaba ser tía de una niña, pero tú me das una hermana, creo que confundes las cosas Liss. —Ambas reímos y nos abrazamos. —Será hermosa, tiene padres increíbles y muy atractivos.

—Yo digo que saldrá como su hermana, será la segunda princesa de papi. —Luke abrazo a Danna por los hombros y beso su cabeza.

—Ay papá. ¡Ya! —se quejó intentando zafarse de sus brazos. —guarda ese amor para mí hermana.

—Oh, créeme que tengo mucho amor para ambas. —Habló acercándose a mí y acariciando mi vientre. —mis princesas...

(***)

—Bien, te me cuidas, papá, cumple sus antojos, y si no puedes solo, yo iré a cuidarla. —Habló Danna con Alex en sus brazos.

— No hay problema cielo, yo la cuidaré. —Luke cerró el maletero y se acercó a nosotras.

—Gracias por cuidar de Alex. —le agradecí. —Si algo sucede no dudes en llamarme.

—Tranquila, este pequeño y yo nos divertiremos mucho. Ustedes disfruten su tarde y papá...—Ambos se observaron a los ojos. —Está embarazada, intenta no hacer posiciones extrañas con ella. —mis mejillas ardieron de vergüenza por sus palabras mientras Luke y ella se sonreían con picardía.

—Adiós cielo. —luego de un abrazo y un gran beso a la mejilla de mi pequeño Alex ambos subimos al auto y Luke arranco el auto. Agite mi mano a mi pequeño quien estaba en brazos de Danna. Suspiré cansada y me acomodé en el asiento, era fin de semana y Luke había decidido llevarme a una casa de playa que el poseía para tener un descanso.

—La pasaremos muy bien, ya lo veras. —Sonreí al oír su voz y me recosté en su hombro, observando el paisaje.

—Será extraño estar lejos de Alex tanto tiempo. Es mi bebé. —Hablé algo preocupada, sabía que estaba en buenas manos, pero no era fácil estar lejos de mi pequeño.

—Lo sé, pero tu madre y Danna lo cuidarán, tu tranquila. Sólo relájate y descansa, este fin de semana no tendrás que preocuparte por nada. —me abrazo por los hombros y beso mi frente —Solo seremos tú y yo.

—Solo tú y yo... —Susurré con una sonrisa tranquila.

Al cabo de una hora de viaje llegamos al lugar, la casa era completamente increíble, no podía evitar observar todo con admiración. Subimos a la habitación y Luke recargo las maletas en la cama mientras yo admiraba el perfecto paisaje desde el balcón.

Sentí sus brazos rodear mi vientre con delicadeza y acariciarlo con suavidad. Sonreí con ternura y apoyé mi cabeza sobre su hombro sin dejar de observar el paisaje.

—Es hermoso...

—Vaya que lo es. —observe lentamente su rostro, su vista no parecían querer despegarse de mí y su cálida sonrisa tan solo hacia latir mi corazón con mayor fuerza. —Te amo... —susurro con dulzura para luego unir nuestros labios.

Sin duda sería un excelente fin de semana.