♡ Diecinueve ♡

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Lissa

— ¿Dónde estuviste ayer? Me hiciste mucha falta. —Habló Danna con sus brazos cruzados.

—Lo siento, cuando desperté Alex se sentía mal y no podía dejarlo solo con mi madre.

—Oh, entonces no puedo enojarme. —me abrazo y sonreí, vaya mentira le había dicho.

— ¿Cómo has estado? —ella suspiró.

— Bien, bueno, algo preocupada. Mi padre se quedó en su oficina la noche anterior y me preocupe mucho. Apareció ayer a la mañana y me pidió disculpas por no haber pasado tiempo conmigo, dijo que me llevaría a pasear pero me negué y le dije que podía estar con mamá y él simplemente dijo que mi madre tenía planes con sus amigas. Solo se quedó a bañarse y luego se fue a trabajar otra vez. —suspiró. —me preocupa mucho su relación, no quiero que se separen, sería doloroso verlos distanciados luego de tanto tiempo.

—Tal vez el separarse no sea tan malo. —ella me observo. —es decir, es doloroso, pero lo mejor es ver a tus padres felices, y si su felicidad es estando separado nadie los puede juzgar. —Ella hizo una mueca.

—Tal vez tienes razón, pero no lo sé, no me imagino a mi padre con otra mujer. O a mi madre con otro hombre. —no pude evitar tragar saliva ante sus palabras. Si a Danna le preocupaba ver a Luke con otra mujer, ¿Cuál sería su reacción al saber que yo era quien estaba en la cama con él el día anterior?

Danna no tenía idea de todo lo que estaba sucediendo en su familia, y no la juzgaba, era una situación muy dura de afrontar.

Ella suspiró y apoyó sus manos en sus mejillas.

— ¿Te apetece salir conmigo esta noche a una fiesta? —yo la miré sorprendida. —Anda Lis, hace mucho que no salimos juntas y necesito distracción. No creo que a tu madre le moleste cuidar solo por una noche a Alex.

—Mmm... No lo sé. —Ella me miró haciendo un puchero con sus labios. —De acuerdo, solo porque tengo el día libre de trabajo. —Ella sonrió feliz y me abrazó.

— ¿Te he dicho que eres la mejor amiga del mundo?

—Mmm... No creo que lo sea.

—Oh, créeme que si lo eres. —se aferró a mis brazos. —Eres única Lissa, y estoy eternamente agradecida con la vida de poder considerarte mi hermana del alma.

Aquellas palabras golpearon muy duro en mí, y es que mi amistad con Danna era una amistad muy especial para mí y simplemente la estaba llenando de engaños que sabía que algún momento destruirán todo.

No podía evitar sentirme horrible al estar con Danna pero cada vez que estaba cerca de Luke era como si mi mente se despejará y solo importaba el estar con él.

Y es que parecía que el placer me hacía ceder cada vez que ese hombre me miraba.

Luke

Llegué a la casa antes de lo habitual y es que sabía que debía encarar a Lissa y así lo haría. Cuando abrí la puerta principal vi a Danna quien vestía con un unos jeans ajustados y una blusa blanca que dejaba ver su ombligo.

Estaba parada frente al espejo mientras se maquillaba, cuando noto mi presencia me sonrió.

—Oh... Hola papá. —deje mis cosas a un lado y me acerque para abrazarla.

—Que linda te vez ¿Iras a algún lado? —Ella tío y asintió

—Iremos a una fiesta.

— Danna, ya estoy... —mis ojos brillaron al ver a Lissa con un vestido ajustado de color negro, se veía increíble. —Oh... Hola señor Hemmings.

—Hola Lissa, te vez muy bien...—Ella se sonrojó.

—Como Lissa iremos a la fiesta de Cloe. —yo asentí sin dejar de observar a Lissa.

—Bueno, espero que se diviertan. —Bese la cabeza de Danna y caminé hacia la cocina.

Desde mi lugar pude oír a Danna hablar con Lissa.

—Iré por mis cosas a mi habitación.

—De acuerdo, yo... iré al baño. —Oí los pasos de Danna subiendo las escaleras y vi la sombra de Lissa por el pasillo.

La jale del brazo y la acorrale contra la mesada de la cocina.

—Daddy... —Jadeo al verme con una sonrisa, se veía tan hermosa como siempre y aquel vestido hacía resaltar más sus atributos.

—Luces muy hermosa —acaricie sus muslos y ella cerró sus ojos. Acerque mis labios a su cuello y comencé a dejar pequeños besos. —Me enciende tanto verte así

—Daddy... —Sus manos fueron a mi pecho y comenzó a acariciarlo sobre la camisa. —A mí me encanta verte con tu traje. —Sonreí con picardía y comencé a meter mi mano en su vestido para acariciar su piel.

—Espero que te portes muy bien esta noche, no me gustaría tener que castigarte princesa. —Ella mordió su labio y llevo su mano a mi pantalón, acariciándome sobre la ropa.

—Te prometo que me portare muy bien Daddy.

—Muy bien princesa, si lo haces, mañana iré por ti... —me acerque a su oído. —y te follare como más desees. —susurre de manera ronca para luego morder su lóbulo.

—Oh dios... —se retorcido entre mis brazos y sonreí. Busque sus labios y le di un pequeño pero apasionado beso. —Me vuelves loca.

—Tú me vuelves loco a mí, hermosa —acaricie su mejilla y me separe con delicadeza al oír los pasos de Danna. —Te veré mañana princesa. —Le di un casto beso y ella se alejó arreglando su ropa y desapareció por el pasillo.

— ¡Papá! ¡Nos vamos! —oí el grito de Danna y fui a la sala, abrace a mi hija y le sonreí a Lissa para luego verlas irse.

Mordí mi labio al sentir como Lissa me había dejado, esa joven me tenía completamente segado.

Al cabo de unos minutos oí un auto estacionar frente a la casa y vi a Jenna besándose con el vecino. La ira me consumió, sabía que era el momento.

Cuando ella entro yo estaba de brazos cruzados, me observo de pies a cabeza y mordió su labio avergonzada.

—Luke... Puedo explicarlo.

— ¿Desde cuándo Jenna? ¿Cuándo dejó de ser una salida de amigas? —Hablé dolido, ella se acercó y me tomó de las manos pero la aleje.

—Desde que tú te volviste un compulsivo del trabajo. Sé que estuvo mal, lo sé, pero te necesitaba Luke... Y tú no estabas. —cerré mis ojos y apreté mis puños intentando canalizar mi enojo.

—No te diré nada porque yo también lo he hecho. —ella no dijo nada, simplemente suspiró.

—Podemos arreglarlo... —alce la vista y ella se acercó, me tomo de las mejillas y la vi a sus ojos. —Aún te amo Luke...

—Jenna, basta... —Quise alejarla pero se aferró a mi cuerpo y sin aviso comenzó a besarme. —Jenna... —intente alejarla pero mi cuerpo parecía no responder. Algo dentro de mí se encendió y se apoderó de mí ser.

—Dime que no lo deseas... Dime que ya no me amas Luke... —Observe sus ojos por unos instantes, aquel brillo me cegó, no podía negarlo, aun amaba a mi mujer.

No dije nada y simplemente deje que mi cuerpo actuará. La cargue entremis brazos y entre besos de deseo la lleve hasta el sofá... 

Pure & Beauty © |lrh|Where stories live. Discover now