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♡ Cuarenta Y Dos ♡

Lissa

La noche había caído y mis nervios afloraban con demasiadas ansias. No me sentía de aquella manera desde que había acabado la preparatoria y había hecho mi primer entrevista de trabajo en una tienda cerca del jardín de Alex.

Desde que me había alejado de aquella ciudad había tenido mis encuentros con otras personas, incluso podía decir que solía ir a bares en busca de diversión, pero nada me hacía sentir de la manera que lo había hecho Luke.

Estaba muy preocupada, me había alejado para evitar seguir sintiendo aquel dolor que todo lo sucedido me estaba atormentado. Creí que mi destino era estar lejos suyo, pero la vida parecía empeñada en que debía encontrarlo y enfrentarlo una vez más.

¿Acaso existía esa mínima posibilidad de que volviese a esta junto a él? ¿Acaso el destino nos estaba hablando? No lo sabía, pero estaba asustada por que no quería salir dañada, no otra vez.

Me observé en el espejo nuevamente y comencé a arreglar mi vestido, Alex se había quedado en casa de mi madre, quien al saber la noticia se había puesto muy feliz, estaba más ansiosa por mi cita con Luke que yo misma.

El timbre sonó y mi cuerpo tembló de los nervios. Me observé una vez más al espejo y tomando mi bolso y un poco de aire, caminé hacia la entrada del departamento.

Estaba perpleja, su mirada azul brillaba tanto como la luz. Se veía increíble con un traje negro y su cabello alborotado de manera natural.
Entre sus manos sostenía una rosa con delicadeza.

—Guau... —Susurró observándome de pies a cabeza. —Luces magnífica. —no pude evitar sonrojarme. —Es decir, siempre luces hermosa, no importa lo que uses, pero me sorprende que esto de verdad esté pasando. —lo miré confundida. —He soñado con esto durante los últimos 4 años Lis, y siento que es otro sueño del cual despertaré y maldecire.

—Pues... No deberás maldecir, porque esto no es un sueño. —Su sonrisa se agrandó aún más al oírme enseñándome su dentadura perfecta.

—Espero que te guste. Un hombre la vendía cerca de aquí y me pareció un lindo gesto traertela. —Sonreí enternecida por su vos suave y algo avergonzada al hablar, podía notar también un leve rubor en sus mejillas.

—Es muy hermosa Luke, muchas gracias. —la tomé con cuidado y besé su mejilla. El me observó sorprendido por mi gesto y sonrió.

~*~*~

Nos encontrábamos en un restaurante  ubicado en uno de los edificios más altos, teniendo unas vistas increíbles de la noche estrellada y la ciudad iluminada.

Luke ya había pedido la cena y nos encontrábamos esperando que llegara.

—¿Qué ha sido de ti, Lis? —preguntó con calma para dar conversación.

—Pues... Terminé mis estudios y comencé a trabajar en una pequeña tienda cerca del jardín de Alex. Además, estoy estudiando por las noches un profesorado, me encantaría dar clases.

—Eso es genial, sé que serás una gran profesora. —yo reí ante su comentario y agradecí por lo bajo.

—¿Y que hay de ti? —lo observé intrigada.

—Pues nada, sigo trabajando en la oficina. Incluso quisieron que tomara el cargo de gerente de la empresa. —lo mire sorprendida. —pero no pude hacerlo, luego de lo sucedido yo... No estaba en condiciones para tomar ese cargo, por eso se lo cedí a Ashton. A pesar de nuestras peleas el estuvo conmigo cuando sucedió lo de Danna. —Trague saliva y asentí. —Todo lo malo se va cuando la gente que quieres está contigo en tu peor momento. —sentí un dolor en mi pecho al oír aquellas palabras. Sabía que estaba dolido por mi ida, pero no podía estar allí, todo lo que me rodeaba en aquel momento me estaba matando internamente.

—Lo siento... —susurré arrepentida.

—No Lissa, yo lo siento. —Él tomó mis manos y lo observé a los ojos con lágrimas. —yo sabía que debía cuidar de ti, que debía no dejarte caer. Tal vez si hubiese ido antes a verte...

—Estábamos distanciados Luke. —le recordé. —me habías hecho daño. —Él suspiró al oír esas palabras y trago saliva algo tenso.

—Jenna me lo dijo. —lo observé extrañada al oír esas palabras. —en el funeral, luego de tu te fueras ella lo confesó todo. Aquel día Danna se había dado cuenta de que Jenna me había drogado. Jamás me acosté con ella, fue todo un engaño para que tu y yo no estuvieramos juntos. Danna quiso decirnos, salió de la casa corriendo, intentando ignorar lo que Jenna le decía y es por eso que no escuchó al auto. —mi corazón estaba acelerado, mi mundo parecía oscurecerse. —Lo último que Danna quiso hacer antes de irse fue intentar reconciliarnos Lis. —Sus ojos estaban llenos de lágrimas al igual que los míos. —Y sé que está es tu decisión pero... Me encantaría poder cumplir su misión y estar contigo Lis. —no tenía palabras, estaba demasiado agobiada con la información, sentía que aquella herida se exponía nuevamente, pero ahora con la verdad, dolía aún más. Mi mejor amiga había perdido la vida intentando salvar nuestro amor.

—Luke... —intenté aclarar mi vos. —jamás deje de amarte. Y aunque intenté odiarte por lo sucedido jamás pude hacerlo, porque estaba enamorada de ti y sé que aunque quiera negarlo no puedo por que aún lo estoy. —su rostro tenía una leve sonrisa, cubierta por sus lágrimas al igual que yo. —Lamento haberme ido.—Susurré en un hilo de voz. —No merecías más dolor del que ya tenías.—Solloce

—No Lis. —Él me tomó del mentón y me hizo observarlo a los ojos. —Tu no merecías el dolor que te cause, fui un idiota por no haber hecho las cosas bien. Pero esta vez quiero hacerlo, Lis. Quiero hacer lo que debí haber hecho en su momento, quiero hacerte feliz. —su mirada era tan sincera. —Quiero estar contigo y demostrarte lo loco que estoy por ti, porque no importa cuanto tiempo pase, tu eres esa luz que siempre necesité, Lis. Tu me cambias, Lissa, y no quiero perder esta oportunidad de volver a sentirme de esta manera.

—¿De que manera, Luke? —pregunté con una leve sonrisa.

—Completo. Solo tú me haces sentir así, eres todo lo que necesito para sentirme completo nuevamente. —No dije palabra alguna, simplemente me incliné sobre la mesa y lo besé. Besé sus labios luego de 4 años sin sentirlos. Y volé, volé a lo más alto de los cielos, toque las nubes y me sentí completa otra vez.