♡ Dieciocho ♡

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Lissa

Luego de aquel encuentro en el baño público Luke decidió que iríamos a su casa ya que Jenna estaba en su trabajo y Danna y Jack aún estaban en clases por lo que tendríamos la casa solo para nosotros.

No era novedad que cuando llegamos nuestros cuerpos se juntaron en un fugaz encuentro en su habitación.

Abrí mis ojos luego de haberme quedado dormida del cansancio que tenía, mire a mi lado y vi la puerta abrirse, Luke entraba con algo de comida en una bandeja, su torso estaba descubierto y solo llevaba unos pantalones de dormir. La dejo sobre la mesa de noche y se sentó a mi lado acariciando mi mejilla.

—Buenas tardes dormilona. —se acercó a mí y dejó un pequeño beso en mis labios.

— ¿Qué hora es? —Hablé mientras me deleitaba con sus pequeños besos que dejaba por todo mi rostro.

—Es la hora del almuerzo princesa. —Lo tome de sus mejillas mientras reía por las cosquillas que me causaba su barba. —Te preparé algo para comer.

—Pero yo quiero comerte a ti. —mordí mi labio observando su rostro.

—Mmm.... ¿Eso quieres hermosa? —comenzó a besar mi cuello y no dudes en tirarlo sobre mí, atrape su cintura con mis piernas y comencé a moverme generando fricción entre ambos.

—Si... Quiero comerte a ti Daddy. —Mordió mi cuello y gemí en su oído.

—Entonces eso tendrás hermosa. —hizo a un lado todas las sábanas que cubrían mi cuerpo desnudo y acercó sus labios a los míos.

Su beso era salvaje y hambriento, sus manos estaban en mis muslos acariciando una y otra vez, yo llevé mis manos por su torso hasta llegar a su pantalón el cual comencé a bajar con desespero.

El río levemente rompiendo el beso y colocándose entre mis piernas de rodillas para sacarse su pantalón. Por instinto, separe mis piernas aún más, él las tomó y comenzó a dejar pequeños besos por la cara interna de mis muslos.

—Daddy... —jadee al sentir como mi centro palpitaba por atención, en verdad deseaba tanto que entrará en mí.

Su rostro se perdió entre mis piernas y gemí al sentir como lamia mi centro sin piedad. Por inercia lleve mis manos a su cabello, mezclando mis dedos con sus mechones.

Su lengua comenzó a invadirme y no podía evitar encorvarme, alzando mis caderas suplicando sentirlo aún más.

El levantó su vista y sonrió, se colocó a gatas sobre mí y volvió a besarme con fuerza.

Una de sus manos bajo por mí vientre y comenzó a acariciarme hasta introducir dos dedos en mí.

—Oh dios... —mi espalda se encorvo al sentir como me bombeaba sin piedad con sus dedos.

— ¿Te gusta princesa? ¿Quieres mis dedos? ¿O quieres sentir a Daddy? —gemí en su oído mientras atrapaba las sábanas de los costados en puños del placer que sentía.

—A ti Daddy...—No lo dudo das y rápidamente saco sus dedos para acomodarse entre mis piernas. Con mis piernas lo atraje hacia mí con rapidez y de una estocada entro en mí. — ¡OH DIOS!

Él se sostuvo con sus manos a ambos lado de mi cuerpo y comenzó a moverse con desespero dentro de mí. Podía observar su rostro tenso y lleno de lujuria, sus brazos a ambos lados de mi torso marcando sus venas por la fuerza que estaba ejerciendo.

—Oh Lissa... —Lleve mis manos a su cabello y lo sostuve para poder besarlo con fuerza. —mmm...

Nuestros gemidos se ahogaban en aquella guerra de lenguas hambrienta que teníamos, sus caderas comenzaron a rematar con fuerza contra las mías. Nuestras frentes se pegaron y ambos comenzamos a gemir a la par.

—Daddy... —lloriquee al sentir como sus embestidas eran bruscas y profundas.

—Así princesa... ¿Te gusta así, hermosa? —mordí mi labio y asentí gimiendo por lo alto, sintiendo el placer consumirme.

—Daddy.... No aguanto... —aquellas palabras parecieron encenderlo aún más ya que comenzó a moverse sin piedad alguna contra mí llevándome a mi orgasmo de una manera muy intensa.

—Córrete hermosa... Hazlo... —gemí con fuerza encorvando mi cuerpo al sentir como explotaba del placer.

Mi cuerpo comenzó a contraerse con fuerza y Luke siguió envistiéndome hasta pegar sus caderas a las mías y gemir con fuerza anunciando su llegada.

Nuestras respiraciones estaban completamente agitadas, su cuerpo cayó sobre el mío reposando su cabeza sobre mis pechos. No pide evitar acariciar su cabello con dulzura.

—Eres increíble princesa. —su rostro se levantó hacia el mío y pude ver una sonrisa amplia en sus labios.

—Tú eres el increíble, Daddy. —salió de mi con cuidado y se recostó a mi lado, entrelazando su cuerpo con el mío, haciéndome sentir su calor y el. Latido de su corazón.

—Me vuelves loco Lissa, en verdad me tienes perdido por ti. —reí levemente y escondí aún más mi rostro en el hueco de su cuello. — ¿Sabes lo malo de esto? —Yo negué levemente y alce mi vista hacia su rostro. —Que nuestro almuerzo se enfrió. —Ambos reímos y golpeé levemente su pecho en forma de juego.

Él me tomo de las muñecas y me recostó debajo de su cuerpo llenando mi rostro de pequeños besos.

— ¡Luke! —chille entre risas por las cosquillas que me estaba haciendo. Lo aleje levemente y me observo a los ojos con un brillo muy fuerte que los hacía relucir aún más.

—Te quiero Lissa...

—Yo también te quiero Luke. —aferre su cuerpo al mío y lo fundí en un abrazo que hizo que mi corazón palpitara con fuerza.

De alguna manera estar entre sus brazos hacia sentir a mi alma completa.

Pure & Beauty © |lrh|Where stories live. Discover now