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♡ Veintitrés ♡

Maraton 2/2 ♡
Luke

Estábamos en el restaurante Luxury, Jenna observaba el menú con gusto mientras yo miraba de reojos a la entrada, necesitaba saber cuándo llegarían. Sí, estaba esperando a que Lissa y Ashton llegarán.

Sabía que debía alejarme de ella, pero conocía a Ashton, y es solo hecho de saber que estaba saliendo con ella me hacía hervir la sangre de furia, no podía tolerar verlos juntos y no podía permitir que Ashton la dañara.

Aunque quisiese controlarme mis impulsos siempre eran más grandes que la razón, y en cierta manera lo agradecía.

— ¿Luke? —alce la vista a Jenna y ella me observo preocupada. — ¿Sucede algo? —Negué levemente y volví mi vista a la carta.

—Nada, solo... Me aseguro de elegir un buen platillo. —Ella asintió y volvió su vista al menú.

La puerta sonó y la miré, eran ellos. Baje el menú y ellos comenzaron a caminar. Lissa fue la primera en verme, se veía increíble con un vestido rosa suelto y su cabello en hondas. Era tan hermosa.

—Oh ¡Mira nada más! —Exclamó Ashton. —Luke, Jenna. —Jenna los observó sorprendida.

—Ashton, Lissa, que gusto verlos. —Jenna sonrió sorprendida.

—Hola señor y señora Hemmings. —Saludo tranquila.

—Qué sorpresa encontrarlos aquí. —Hable con una sonrisa. Lissa me miró de reojos, ella sabía que no era casualidad. — ¿Les gustaría sentarse con nosotros?

—Claro, bueno, si no les molesta claro está. —Habló Ashton.

—Para nada, pónganse cómodos. —Los invite a sentarse. Increíblemente nuestra mesa era para cuatro, claramente lo tenía todo planeado.

—Así que... ¿Lissa y tú? —Los miró Jenna intrigada. Ella río por lo bajo y observó a Ashton quien tomaba su mano. — ¿Cómo pasó esto?

—Bueno, conocí a Lissa en un bar, ella estaba trabajando y la encontré llorando. Mi corazón parecía romperse de ver a una princesa llorar y no pude evitar hablarle. —No podía evitar apretar el mantel con fuerza ante sus palabras, sentía rabia. Él no debía estar tomando sus manos, ese tenía que ser yo. —Esta joven me atrapó por completo, en verdad me tiene loco por ella. —Ambos rozaron sus narices y yo fingí toser.

—Es hermoso, hacen una pareja increíble. ¿Verdad amor? —Jenna me observo y yo asentí levemente. — ¿Y por qué estabas mal Lissa?

—Por alguien que no lo merecía. —Contestó tranquila. —Conocí a alguien que no era para mí y bueno, solo fue un error... —Trague saliva ante sus palabras y es que no podía evitar recordar su rostro empapado de lágrimas aquel día —Agradezco que Ashton haya aparecido ese día. —Ella lo observo y sus ojos brillaron. —Es un hombre increíble y sabe cómo hacerme sentir especial. —Mi corazón pareció dar un vuelco al verla, y es que ella no podía estar enamorada de él, no podía ser así.

Sabía que no tenía motivos para sentir celos, pero lo hacía, los sentía y odiaba tanto verlos juntos, solo quería que todo el mundo se fuera y nosotros fuéramos los únicos dos en la tierra. Lissa no dejaba de rondar en mi mente y es que cada vez me convencía más de que la quería, de que en verdad solo la quería a ella y a nadie más.

—Estoy muy felices por ambos, es muy lindo saber que has encontrado el amor luego de un error. —Habló Jenna con tranquilidad.

—Yo no creo que haya sido un error. —Comenté sin más, ellos me observaron. —Cuando se está con alguien no es un error, mucho menos si se sintió en verdad. Tal vez las cosas no hayan terminado bien pero eso no lo vuelve un error.

—Se vuelve un error cuando se daña, cuando se miente, cuando sólo te usan. —Habló Lissa.

—Tal vez la otra persona no quiso hacerlo, tal vez no sabía lo que sentía, y tal vez ahora se lamente por ser un idiota por haberte hecho daño, pero no creo que lo sucedido entre ustedes lo considere un error porque los errores no se disfrutan, tal vez fuiste lo mejor que le has podido pasar y no te supo valorar como debía. —Ella no dijo nada, apretó sus labios y se levantó de su silla.

—Discúlpenme, necesito ir al baño. —Se alejó de la mesa y yo la observe.

—Yo también necesito ir al baño. —Me levante y caminé hacia el pasillo de los baños.

La vi cerca de la puerta y la tomé del brazo para acorralarla contra la pared.

—Señor Hemmings. —acerque mis labios a su rostro y ella apoyó sus manos en mi torso. —Basta... Por favor.

Me aleje levemente y la observe, no podía creer que la había dejado ir, me había dejado engañar por el deseo, creyendo que quería a Jenna cuando la realidad era que ya no sentía lo mismo, ya no recuperaría mi matrimonio porque alguien más estaba en mi mente, y esa era Lissa.

—Perdóname... Sé que fui un idiota pero quiero arreglarlo... —Tome su mano. —Quiero estar contigo Lissa.

—No. —Contestó sería. —No volveré a ese lugar Luke. Ya no seré tu amante. —me aparto con fuerza. —Tú la elegiste a ella, me deje llevar por tus mentiras, me hiciste perderme a mí misma y es algo que no volveré a hacer. Si quieres engañar a Jenna búscate otra tonta que acepte, pero yo no lo haré. —ella comenzó a caminar pero la tomé de la mano.

—Pero Lissa...

—No Luke. —se alejó. —Se acabó, ya no me busques. Soy feliz con alguien que en verdad me quiere y no dejaré que tú lo arruines, no lo permitiré. Solo... Olvídame. Lo nuestro solo fue un error. —Ella se alejó y volvió a la mesa.

No pude evitar apretar los puños y golpear la pared de la frustración. Ella no había querido escucharme, no había comprendido mis palabras, y es que no quería a Lissa como mi amante. La quería como mi mujer.

Quería hacerla feliz, pero ella ya era feliz con otro...