♡ Dieciséis ♡

22.9K 1.2K 120
                                    

Luke

Estacione el auto en la entrada de la casa, la noche anterior luego de ver a Jenna con otro hombre simplemente decidí ir al bar por lo que no había ido a la casa en todo el día.

Baje del auto y caminé a la entrada, no sabía que pasaría al cruzar aquella puerta, no sabía que haría con mi matrimonio, no sabía cómo reaccionaría al ver a Jenna luego de aquello. Cuando abrí la puerta los ojos de Danna se iluminaron.

- ¡PAPÁ! -corrió hacia mí y me abrazó con fuerza. -Dios papá me tenías muy preocupada. ¡MAMÁ! ¡PAPÁ ESTÁ AQUÍ! -vi a Jenna cruzar el umbral de la puerta y Danna se apartó, ella se acercó a mí y me abrazo con fuerza.

-Dios amor, ¡Me tenías tan preocupada! -tense mi mandíbula al oírla llamarme de aquella manera y le correspondí el abrazo de manera seca.

-Lo siento, me quedé en la oficina toda la noche. -mentí. -Lamento no haber pasado tiempo contigo ayer Danna. -Miré a mi hija luego de separar a Jenna de mi cuerpo. -Hoy te lo recompensare, te lo prometo.

-No importa papá, lo importante es que estas bien. -sonrió aliviada. -No necesitas recompensarme, ¿Por qué mejor no llevas a mamá a pasear?

Mis ojos fueron a Jenna quien me miraba sin alguna expresión, en mi mente el recuerdo de ella abrazada a otro hombre me golpeaba constantemente. Suspire y negué.

-No, tu madre tiene que verse con sus amigas, no quiero arruinar su diversión. -Hablé firme. -Iré a darme un baño, debo regresar a la empresa. -Hablé subiendo las escaleras y perdiéndome en la habitación.

Estaba debajo de la ducha sintiendo el agua caer sobre mí, no podía dejar de pensar en Lissa, mi vida se había vuelto un desastre, pero sabía que ella era lo único que lograba que no explotara.

Sus manos, su cuerpo, su voz, su forma de ser, sus súplicas, sus labios sobre los míos. Estaba completamente perdido por ella, cada vez que estaba con ella no podía evitar sonreír, ella me revivía, me hacía sentir joven otra vez.

Baje mis manos por mi cuerpo y sentí sus manos, recordando nuestro encuentro por la mañana, atrape mi miembro y no dude en comenzar a tocarme pensando en ella. Era tan hermosa, tan pura, un jodido ángel caído del cielo.

Luego de la ducha salí a la habitación con una toalla amarrada en mi cintura. Mi cerebro pareció encenderse en aquel momento, necesitaba pasar tiempo con Lissa y eso es lo que haría.

Busque ropa cómoda y llame a la oficina avisando que no iría. La puerta se abrió y Jenna entró.

-Ya me voy al trabajo. -se acercó a mí y me tomó de los hombros. -Nos vemos en la noche, no te quedes otra vez en la oficina por favor. Nos preocupaste mucho. -Sus labios se acercaron a los míos y dejó un pequeño beso para luego apartarse e irse.

Suspire cansado ante ello, sabía que yo también la había engañado, pero sus salidas con sus amigas venían de mucho tiempo atrás. ¿Cuándo se había destruido todo? ¿Cuándo fue que el amor se había ido?

Y es que si era sincero aún sentía cosas por Jenna y si, su engaño me dañaba, pero la distancia parecía hacer que todo se cortara de a poco haciendo que el dolor fuese menos intenso. Tal vez ya no estábamos hechos el uno para el otro, es decir, ambos nos habíamos engañado y no me cabía la duda que aún lo seguíamos haciendo.

Suspire cansado intentando no pensar en ello y me vestí, pasaría mi día con la única persona que me hacía sentir joven, la única chica que me hacía sentir vivo de verdad.

Mi pequeña y hermosa Lissa.

Lissa

Estaba en la entrada del instituto esperando por Danna como todos los días, si era sincera no podía dejar de pensar en Luke y lo sucedido en la mañana. Le había dicho que sería su amante, y es que una parte de mi me decía que su amor con Jenna había acabado, después de todo, ambos se eran infieles.

Oí a alguien llamando mi nombre y levante la vista.

- ¡Lissa! -Mire a un lado y vi a Luke apoyado contra su auto, abrí los ojos de par en par y me apunte a mí misma, el asintió y me hizo señas de que lo siguiese.

Camine hacia él y no dude en abrazarlo, se veía completamente distinto, con una chaqueta de cuero, una remera con el logo de nirvana y unos pantalones negros que le quedaban increíbles.

-Luke, ¿Qué haces aquí? -Él sonrió y me tomó de la cintura.

-Vine por ti, sé que no debería de incentivarte a hacer esto, pero quiero faltes a clases hoy, quiero pasar tiempo contigo Lissa. -mordí mi labio sin saber que decir, sus ojos brillaban como nunca antes.

No sabía qué hacer, y es que yo también quería estar con él.

-Pero... ¿Y qué sucedió con Jenna? -lo mire intrigada.

-Creo que lo nuestro con Jenna se acabó, no hemos hablado de ello aún, no quería hacerlo frente a Danna, lo que menos quiero de esto es que mi hija sufra. -se oía tan sincero, era un padre increíble, algo que yo nunca tuve. Danna tenía tanta suerte. -Ven conmigo Lissa, te llevaré a pasar un día increíble. Solo tú y yo. -rosa nuestras narices y suspiré al sentir su respiración mezclarse con la mía.

-De acuerdo. -le sonreí. -Pero vamos antes de que Danna llegue.

Él sonrió y asintió, ambos entramos al auto y arrancó, no podía creer que estuviese escapando de clases con el padre de mi mejor amiga, pero así era, y me encantaba...

Pure & Beauty © |lrh|Where stories live. Discover now