013.

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No entendía que estaba haciendo y por qué se dirigía a casa. Se notaba enojado, tenía la mandíbula tensa, y los dientes y puños apretados. Lo seguí desde lejos. El me llevaba 2 cuadras de ventaja así que claramente llegaría antes. Mi paso era lento, realmente me daba miedo tener que pisar otra vez esa casa mientras Matt siga allí.

Y tan asustada estaba que no me había puesto a pensar que Hunter se había compartido demasiado bien conmigo, me llamó princesa y me abrazo. En vez de hacer un mal comentario como creía que haría.

Después de al rededor de tres cuadras llegué a casa, la puerta se encontraba entreabierta así que la abrí lentamente rezando porque Matt no este allí.

Mmmm me adentré, cerrando la puerta atrás de mi y me encontré con una situación ¿mala? o tal vez buena. No lo sé, pero aquello que presenciaban mis ojos era a Matt acostado con Hunter encima suyo mientras este le pegaba con el puño en el rostro haciendo que su nariz y labio quedaran repletos de sangre.

—Eres un maldito bastardo— gritó Hunter realmente furioso sin parar de golpear al idiota de Matt.

—Hunter, ya está bien— dije acercándome y separándolos.

—No, no está— él me miró—Es un maldito hij...

—Hunter, en serio gracias. Pero para por favor.

Este me hizo caso y salió de por encima de Matt haciendo que éste se levante y me mire con los ojos vidriosos.

—Cat, yo no...— comenzó a hablar

—No quiero que le vuelvas a tocar ni un pelo porque te aseguro que te mataré con mis propias manos— lo interrumpió Hunter aun enojado y me tomó de la mano— No te quedes aquí con el.

Me jaló hacia las escaleras llevándome con él.

Una vez en la segunda plata me soltó de su agarre y me hizo un gesto indicando que entré a mi habitación.

—Quédate conmigo, por favor— dijo abriendo la puerta.

Hunter hizo una mueca de impresión pero no tardó mucho en reaccionar asintiendo y entrando a mi cuarto conmigo.

—Gracias— dije esbozando una pequeña sonrisa que fue correspondida, y acto seguido lo abracé.

—No hay de qué, se lo merecía— correspondió a mi abrazo.

Una vez que nos separamos, me acosté en mi cama y solté un largo suspiro. Hunter también se acostó a mi lado acarició mi cabello.

Esto es tan cursi, cualquiera que nos viera diría que estábamos enamorados.

—Fuiste muy dulce conmigo hoy— solté con una sonrisa.

—Bueno, aunque ni parezca, en el fondo, muy muy en el fondo, soy tierno

Reí y el se acercó a mi, tanto que nuestros labios rosaban, ahora que lo tengo así de cerca puedo decir que muero por saborear sus labios.

Rompió con los pocos centímetros que quedaban entre sus labios y los míos, dándome un beso como el de ayer... o incluso mejor al cual correspondí.

(...)

Mire hacia mi lado, estaba allí Hunter dormido. Después de haberme besado por un largo rato comenzamos a hablar y a reír, por primera vez con Hunter pude mantener una conversación sin discutir. Luego de unos minutos cayó dormido, es realmente tierno cuando lo hace.

Salí con cuidado de su agarré para no despertarlo y fui al comedor. Mi estómago rugía demasiado, moría de hambre.

Baje las escaleras y una vez allí divisé la figura de Matt durmiendo en el sofá, con demasiados moretones en el cuerpo.

Viviendo con playboysWhere stories live. Discover now