Viviendo con playboys

048.

Escuché unos silbidos detrás mío pero no les di importancia. Comencé a caminar en busca de Hunter, sea donde sea que esté voy a asesinarlo.

Pude divisarlo en su casillero, sacando algunos libros para la siguiente hora. Me acerqué a él con furia.

—¡Hunter!

Se dio vuelta y cuando me vio hizo una mueca de sorpresa.

—Tenemos que hablar...— dijo.

Levante mi mano con furia y la estampe contra su mejilla, espero que le haya dolido y mucho. Hunter se colocó la mano en dónde le había dado un golpe y gimió de dolor.

—Quiero ya una explicación de por qué mierda hay un video sexual mío rondando por el instituto.

—Cat, yo...

—¡Lindas tetas, Cat, estoy disponible cuando quieras!— exclamó un chico desde unos metros.

No pude evitar que mis ojos se cristalizaran. Ahora todo el puto instituto me ve como una zorra.

No quería demostrarme débil frente a Hunter así que corrí hacia el baño, pero me detuvo, me tomó del brazo y me atrajo hacia el.

—Perdóname.

¿Este chico es idiota? Me llamó zorra y publicó un video porno mío, ¿y sólo me pide perdón?

—Cat, lo siento, no creí que sería para tanto— me tomó de las manos— se lo pase solo a Kim, lo juro, ella lo difundió.

—¿Y para que mierda se lo pasaste?— pregunté enojada y solté búscame te mis manos.

—No lo sé, estaba enojado, fue un impulso, lo siento muchísimo Cat. No creí que Kim fuese a hacer eso.

—¡Cat!— oí un grito detrás mío.

Me di vuelta, era Liam, quien estaba junto a Jacob y Candace.

—¿Cat que demonios?¿Quien rayos público ese video?— dijo Candace.

Mire a Hunter, que estaba con una expresión seria en el rostro, podía notar su arrepentimiento, pero no iba a perdonarlo, que ni crea que se la haré tan fácil.

—¡Catherine quiero explicaciones ya!— dijo James a mis espaldas, podría reconocer su voz de furia entre millones.

Lo que más deseaba en ese momento era que todo haya sido una horrible pesadilla, pero no, era real, muy real.

Sentí como una lagrima rodaba por mi mejilla, ya no me pude contener y exploté en llanto.

—Cat, no llores— Liam me abrazo fuertemente— Todo se va a solucionar lo prometo. Piensa en otra cosa, como por ejemplo la suerte que tuviste de follarte a un tipo así, es decir, soy hetero pero hasta yo me lo follaría.

No se como hizo, pero me sacó una sonrisa y un par de carcajadas.

—Eres un idiota— reí.

—Cof cof— James fingió una tos— ¿Hola? ¡Quiero una explicación de por qué hay un video del vecino desnudándote y tu a él!

—¡No lo sé! Pregúntale al idiota que lo publicó— comenté enojada porque me había echado la culpa a mi.

Sentí una mano en mi trasero y me volteé bruscamente para encontrarme con un idiota que al momento de cruzar miradas me guiñó un ojo.

Putos cerdos.

—¿!Que mierda haces!?— gritó Hunter un segundo antes de abalanzarse sobre el y comenzar a lanzarle puñetazos en el rostro.

¡Santa mierda!

Me escabullí entre los pasillos y antes que sonara el timbre que indicaba la primera clase, estaba fuera del instituto. No quería volver a ese infierno ni en mil años.

Una vez llegue a casa, corrí a mi habitación y estallé en llanto. Mierda, mierda, muerda, ¿Y ahora como mierda hago yo para que todos se olviden de ese video?

(...)

Me desperté por algunas voces provenientes de abajo, me había quedado dormida.

Mi estómago rugía así que me decidí por comer algo. Bajé las escaleras y allí estaban todos los simios quienes me miraron atentamente.

—Ni se les ocurra decir algo inapropiado— dijo James.

—Cat, tenemos una charla pendiente— comentó Hunter.

No respondí, simplemente saqué una manzana de la nevera y me senté en el sofá.

Hunter se sentó a mi lado. Que pesado.

—No quiero hablar contigo— dije sin mirarlo.

—Ven— me tomó de la mano y prácticamente  me arrastró escaleras arriba.

No opuse mucha resistencia, sería en vano.

Llegamos a mi habitación y comenzó a hablar.

—Cat, perdóname por favor— suplicó— se que fui un idiota pero no se que hacer para que en serio creas que estoy arrepentido.

—Hunter, no me importa, vete— me acorte en la cama— déjame sola.

No me hizo caso, al contrario, se acostó al lado mío.

—¿Que haces? Vete.

—No hasta que me perdones.

—Espera cómodo, que no va a pasar.

Estuvimos unos segundos en silencio en los que sólo se oía el crujido de la manzana siendo masticada.

—Está bien— suspiro Hunter— te diré la verdad.

Escuche con atención, aunque me hice la desinteresada.

—Todo lo que te dije es cierto, solo que evite la parte en la que hice todo por celos.

—¿Qué?— dije incrédula.

—Eso, lo que escuchaste. Me vuelve loco ver como el idiota de Logan te ha enamorado desde el primer día que llego y a mi no me das ni la hora. Cat, no puedo creer que aún no te hayas dado cuanta lo enamorado que estoy de ti.

Sentí mi corazón latir a mil por segundo y mis manos temblar y sudar, estaba en shock.

—Cat, eres una chica dulce, tierna, linda y con una grandísima personalidad, ¿Quien rayos no esta a tus pies?— agregó— Ya no puedo ocultar que me gustas, me encantas.