Viviendo con playboys

038.

Al entrar, fui rápidamente a mi casillero a buscar mis libros. A mi lado había una chica que intentaba abrirlo, sin lograrlo.

Es nueva, supongo, pensé.

Me volteé para ayudarla pero me llevé una gran sorpresa al ver que no se trataba de cualquier chica. Era Chloe.

Pareció haberme reconocido al instante porque al cruzar miradas, un grito agudo salió de su boca y me abrazó.

—¡Catherine te extrañé!— dijo sin soltarme. Yo tampoco tenía intención de hacerlo.

—¡Yo también, Chloe!

Estuvimos varios segundos así hasta que el timbre hizo que nos separemos.

En el transcurso del día, le presenté a mis amigos a Chloe, excepto a Jacob quien ya la conocía. Pero al verla se quedó perplejo sabiendo que hoy vendría. No hace falta ni decir que se abrazaron descontroladamente. Νο me lo mencionaron pero creo que les cayó bien, o eso dicen sus rostros.

En los recesos no hicimos más que hablar de la fiesta, estaban emocionados. Principalmente Jacob porque vería a Luke. Nunca los había visto como nada más que amigos, pero ahora que lo pienso harían muy bonita pareja.

Al parecen todos accedieron a llevar un disfraz "provocador" para no dejarme sola. Esos si son buenos amigos. Megan, Candace y Chloe me mostraron los trajes que llevarían y eran casi como el mío. No querían hacer el ridículo así que escogieron uno de un nivel más normal y no tan de regalada.

Al final, el día estuvo divertido junto a ellos. Estuvimos riendo todas las clases y nos llevamos varias llamadas de atención. Chloe acaba de llegar y creo que ya la odia más de un profesor.

Llegué a casa caminando, Chloe me acompañó, le dije que podía quedarse un rato si es que quería. Ella aceptó.

Entramos y los simios ya estaban allí, era de esperar ya que ellos venían en auto.

—Ella es Chloe— dije y mi amiga se sonrojó. La entiendo, si tuviera las miradas de chicos guapos sobre mi probablemente me moriría de la vergüenza.

—Soy James— sonrió mi hermano seductor.

Que asco.

—Es mi amiga, no su zorra— advertí.

Subimos a mi habitación.

—James esta buenísimo— dijo una vez que cerré la puerta.

Solté una carcajada ante su confesión.

—Que asco, es mi hermano.

—Intentaré besarlo en la fiesta— sonrió pícara.

Rodé los ojos tras hacer una mueca de asco.

(...)

—¡Adiós!— la salude con un gran abrazo.

Se fue por la puerta dejándome a sola con los simios.

Cerré la puerta y me tire en el sofá, al lado de Luke.

—¿Vieron que tenemos un nuevo vecino?— comentó Hunter con indiferencia.

—Hmm, no— respondió Matt— ¿Es mujer?

Puse los ojos en blanco porque sabía a que iba esa pregunta.

—No lo sé, solo vi el camión de mudanza.

—Si es mujer me la pido.

—Podría ser una anciana— dije.

Nuestra conversación fue interrumpida por el ruido del timbre. Me levante del sofá y caminé medio metro hasta la puerta. Abrí y... ¡Oh Dios santo!