031.

170K 9.3K 2.4K
                                    

—¡Oye maldito idiota!— exclamó una voz a mis espaldas, haciendo que Jack se separé bruscamente de mi.

Me di media vuelta para encontrarme con Hunter.

—¿Qué mierda hacías tratando de besar a mi novia?— me apartó se puso frente a frente con Jack.

Hunter, aunque te odie y deteste que hagas esto, hoy te amo.

—Umm, lo siento. No sabía que tenía novio— se defendió.

Hunter le sacaba una cabeza y eso probablemente haya atemorizado a Jack.

—Hunter, ya esta— lo tomé del brazo para detenerlo y que no haga ninguna estupidez.

Jack se había portado muy amable conmigo, no quería que Hunter lo dañará o algo por el estilo.

—No te me vuelvas a acercar, ¿Me oíste?— dijo Hunter con una voz que hasta a mi me da miedo.

Jack asintió con la cabeza y me miró.

Moví mis labios formando la palabra "lo siento" atrás de Hunter, para que sólo lo viera Jack.

—Vamos, amor— me dio un beso en la mejilla.

Una vez que estuvimos lo suficientemente lejos, dije:

—¿Y eso que demonios fue?

—Te salve de haberle sido infiel a tu noviecito— dijo— Ahora, vamos a la cabaña que ya tuvimos demasiado por hoy.

—¿Qué? ¡No! ¡Quiero divertirme!— exclamé— solo pasaron dos horas desde que llegamos.

—Es hora de que vayas a la cama.

—¿Contigo?— pregunté.

¿Qué demonios acabo de decir? Estoy muy borracha y no me controlo, mierda.

Hunter soltó una carcajada.

—Sé que así lo deseas, pero no.

Idiota.

—¿El resto no viene?— pregunté.

—Nop, solo tú, yo y una rubia que encontré

Lo miré mal.

—Solo bromeo, tú y yo.

Caminamos hasta afuera del bar, yo daba pasos torpes por mi estado. Hunter no, él parecía no haber tomado ni una gota.

Me subí al asiento del copiloto y esperé a que lleguemos.

Pasaron 5 minutos, o tal vez 10 o 20, no lo sé. Pero al fin llegamos a la cabaña.

—Álzame— le dije a Hunter una vez que me abrió la puerta.

—¿Qué?

—Me duelen los zapatos, cárgame— estiré mis brazos, y luego de un rodeo de ojos por parte de Hunter, me cargó— llévame hasta mi habitación.

Y así lo hizo, me dejó en mi cama suavemente.

—Gracias— le dije tiernamente.

—Por nada, gnomo.

Se dio media vuelta para salir del cuarto.

—Espera— lo detuve— quédate conmigo.

Se giró y me miró sonriendo de lado.

—No puedo dormir ahí— dijo.

—¿Por qué no?

—Si Liam viene en la madrugada, me asesina.

Bufé.

—Pero, puedo darte el beso de las buenas noches— se acercó a mi me besó la mejilla— descansa, gnomo.

Se retiró de mi cuarto.

¿Acaba de besarme la mejilla por segunda vez en menos de una hora?

(...)

Me desperté por los rayos del sol entrando por la ventana, la resaca era inmensa y no me dejaba pensar.

Me levante y fui al baño, me di una rápida ducha y al finalizar me vestí con un jean y una camiseta.

Liam seguía durmiendo, claramente volvió más tarde que yo. Fui a la sala de estar, donde estaba Luke.

Jacob se había marchado giras atrás, el volvía a la ciudad de LA en la mañana temprano. Nosotros habíamos planeado irnos en la tarde o noche.

—Buenos días— le dije yendo a la heladera, para agarrar la leche.

—Buenos días.

—¿Qué tal todo?— serví la leche en un tazón y a continuación le eché los cereales.

—Bien, supongo.

—¿Hablaste con Matt?— pregunté sentándome a su lado.

—No, desde aquel día apenas cruzamos palabras— dijo en un tono triste— intento superarlo, pero es un poco difícil.

—Bueno, sabes que dicen, un clavo saca otro clavo— llevé una cucharada de cereales a mi boca.

—¿Que insinúas?

—Qué tal vez, deberías considerar conocer a alguien nuevo.

—No lo sé.

—¡Hola!— exclamó Hunter eufórico saliendo de su habitación.

—No grites, me duele la cabeza— dije.

—Bien, lo siento.

Se sentó en el sofá.

A los 10 minutos aproximadamente, salió Liam de nuestra habitación tomándose la cabeza, es de los míos.

—Buenos días, amor— dijo y me dio un corto beso en los labios, luego se sentó a mi lado.

—Buenos días, bebé.

—Náaaauseas— alargó Hunter.

Lo fulminé con la mirada.

—Iré al centro comercial— Hunter cambio de tema— ¿Alguien quiere acompañarme?

—Yo— dije— necesito ropa nueva.

Hunter bufó y yo lo miré mal.

—Vamos— tomó las llaves de su auto.

Tras darle un beso a Liam como signo de despedida, seguí a Hunter para ir a comprar.

Una vez que abrió las puertas del auto, me subí al asiento de copiloto y este comenzó a conducir.

—¿Así que no te gusta salir conmigo?— arqueé una ceja.

El comentario venía a que hace algunos unos minutos había bufado cuando quise acompañarlo.

—No es que no me guste estar contigo, aunque por parte si es eso,— bromeó— pero es denso tener que soportar cada 10 minutos un baboso que mira tus tetas, tu culo o que te habla.

—¿Celos?— dije a modo de chiste.

—Mmm, yo no lo llamaría así. Pero al primer baboso que vea, lo mato.

Solté una risita y continuamos el viaje con total tranquilidad.

Intercambiamos alguna que otra palabra pero no tuvimos una gran conversación que digamos. Mi relación con Hunter es pésima pero tal vez, nos estemos empezando a llevar un poquitito mejor que como nos llevábamos los primeros días que llegué a la casa.

Luego de varios minutos de silencio total, por fin llegamos a nuestro destino.

Entramos a éste y está menos lleno de lo que creí, bueno tal vez sea un horario un poco raro para venir de compras.

Da igual.

Hunter se puso a mi lado y comenzamos a recorrer un poco el lugar.

Viviendo con playboysWhere stories live. Discover now