065.

166K 8.8K 2.4K
                                    

Estábamos comiendo entre medio de charlas y risas. Matt y Luke estaban algo amistosos, por no decir que se notaba a kilómetros que se gustaban.

—Voy al baño— dijo Hunter en un momento— ya regreso.

Narra Hunter

Me levanté de la mesa y camine hacia el baño, una vez allí dentro hice mis necesidades. Cuando terminé, mientras estaba lavándome las manos sentí como la puerta se abría, llevándome una gran sorpresa al ver que se trataba de Kim.

—¿Qué haces? es el baño de hombres— dije acercándome para que se alejara.

—Lo sé, pero te vi entrar— cerró la puerta detrás suyo— que coincidencia que hayamos venido ambos aquí— sonrió— yo estoy en una cita con Joe, quiere que regresemos. ¿Y tú?

—Me voy, debo volver a mi mesa— ignore su pregunta y caminé había la puerta pero me detuvo tomándome del  brazo.

—Espera.

—¿Que quieres?

—Hablar contigo.

—La última vez que me dijiste eso, acabó muy mal para mi— contesté con brusquedad— además estás en el baño de hombres, podrían verte.

—No hay nadie más que nosotros— se acercó a mi y rodeó mi cuello con sus brazos— aprovechemos.

—Ayer en la noche logré que Cat me perdonara, no voy a volver a arruinar todo— intenté sacar sus brazos pero ella estampó sus labios con los míos, haciéndome imposible que la quitara.

Comenzó a moverse sensualmente sobre mi, mejor dicho sobre mi pene. Y aunque yo amara a Cat, soy hombre y es imposible que mi amiguito no se despertara.

—Kim, basta...— la detuve, alejándome.

—Shh— me calló— déjate llevar— susurró en mi oído.

Se arrodilló delante mío y desabotonó mi jean. Lo bajó hasta la altura de mis rodillas. También bajó mis bóxers.

¿Pero que rayos estoy haciendo?

Estaba a punto de dejar que Kim me practicara sexo oral en un baño de un restaurante. De echar a perder mi relación con Cat otra vez.

Cuando Kim estaba a punto de empezar, tomé mis bóxers para subirlos, pero la puerta abriéndose me interrumpió. Joder.

Era Joe, "la cita de Kim".

Mierda, mierda, mierda.

Subí mis bóxers y mis pantalones tan rápido como pude y Kim se levantó.

—No me lo creo— dijo Joe con la boca abierta en forma de "O".

—No es lo que parece— me apresuré a decir.

—¿En serio? porque a mi me parece que acabas de engañar a Cat.

—No se lo menciones, yo no quise engañarla— le rogué, perdiendo al 100% mi dignidad.

—Eres un completo imbécil. Tienes a una chica hermosa, dulce y divertida, y la engañas. No la mereces.

Antes de que pudiera contestarle, se fue del baño con los puños apretados.

Joder.

No fue mi intención engañar a Cat, Kim me besó y yo detuve todo. Pero claro que Joe entró en el momento menos indicando, donde parecía que yo disfrutaba de todo.

—La próxima en mi casa— Kim me guiñó un ojo y salió.

Me miré en el espejo con la mandíbula tensa y los puños apretados. Como un impulso, lancé un puñetazo a la pared, haciendo que mis nudillos se llenaran de sangre.

Sentí como alguien entraba al baño. Esta vez era James.

—Hunter, ¿por qué estás tardando tanto?— dijo pero al ver mis nudillos abrió los ojos como platos— ¿A quien mataste? ¿De quien es el cadaver que debemos enterrar?— bromeó.

—Nada, volvamos a la mesa— salí del baño con enojo y James detrás mío.

Cuando nos sentamos en la mesa, Cat vio cuán lastimados estaban mis nudillos y me miró preocupada.

—Hunter, ¿qué pasó?— tomó mi mano y la examinó de cerca.

La quité bruscamente y no respondí nada en absoluto. Simplemente seguí comiendo.

—¿Y a éste que le pasa?— dijo Matt.

—Nada— me levanté de la mesa— solo quiero ir a casa de una vez.

—Hunter, estamos comiendo— contestó Luke— ¿Que demonios te sucede?

—Yo ya no quiero más— Cat se levantó de la mesa conmigo— te acompaño si quieres.

Asentí con la cabeza.

Luego de despedirnos de los chicos, salimos del restaurante y fuimos directo a casa. Como estaba cerca y aún no era muy tarde, decidimos caminar ya que sino le quitaríamos el auto al resto.

—Amor— me llamó Cat una vez que estábamos dentro de casa, haciendo que la mire— ¿que pasó en el baño? estás actuando extraño desde que saliste de allí.

—Nada, quiero estar solo— dije y comencé a caminar hacia arriba.

—Espera— me tomó del brazo— sabes que puedes confiar conmigo para decirme lo que quier...

—¡Joder sí, lo sé! ¿¡Me dejas irme arriba!?— respondí de manera impulsiva y agresiva. Pero al ver el rostro de Cat luego de contestarle de esa manera me arrepentí— lo siento— me disculpé.

—Está bien— rodeó mi cuello con sus brazos y yo posicione mis manos en su cadera— quédate conmigo— susurró en mi oido— tenemos la casa sola por unas horas.

Sonreí y me mordí el labio inferior. Acercó su rostro al mío y me besó tiernamente.

El beso se fue intensificando cada vez más. Cat me sentó en el sofá y se quitó la camiseta para continuar besándome. Bajé por su cuello dejando pequeños chupones que tendría que maquillar mañana.

—Te amo— dije con la respiración agitada.

—Yo más— me quitó la camiseta de un brusco movimiento. Terminé de desvestirme con torpeza embobado por la hermosa figura de Cat.

Ella terminó de desnudarse hasta que ambos estuvimos sin ninguna prenda encima. Fui suave al entrar en ella, porque a pesar de que no fuera su primera vez no quería lastimarla. Gimió de placer mientras se movía sobre mí, cada vez más rápido. Y yo no pude evitar gemir también.

[...]

Narra Cat

Me desperté por el sonido de la alarma de Hunter. Abrí lentamente los ojos hasta acostumbrarme a la luz del día.

Ayer, luego de haber tenido relaciones sexuales, ambos subimos y me quedé completamente dormida al lado de Hunter. Yo tenía puesta su camiseta y el solo unos bóxers.

—Buenos días, princesa— dijo sonriendo pero con los ojos aún cerrados.

—Buenos días— le di un corto beso en los labios y me levante de la cama para alistarme.

—Cat, quiero que sepas que no importa que tantas idiotices cometa, te amo con todo mi corazón y no quiero perderte nunca— dijo y pude percibir algo de tristeza en sus ojos.

—¿Sucede algo?— pregunté con cierto grado de preocupación.

—No, sólo quería que sepas eso— contestó.

Sabía que algo estaba pasando con Hunter, y me imaginé lo peor. Pero saqué todos esos pensamiento de mi cabeza y comencé a cambiarme para ir al instituto.

Viviendo con playboysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora