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Llegué a casa y subí corriendo las escaleras, pero una voz me detuvo.

—Espera, Cat— era James.

Me tomó de la muñeca y me giró hacia él.

—Es un idiota, no merece tus lagrimas— me abrazo y yo le devolví el abrazo— Pero piensa el lado positivo, ahora que estás soltera, puedes tirarte al chico que quieras mañana en el 15 de Lydia.

Solté una risita.

—Es mentira, al primero que te toque un pelo, le desfiguro el rostro.

Rodé los ojos.

—¿Y Hunter?— pregunté.

En ese momento, se abrió la puerta, dejando ver a un Hunter con los puños ensangrentados, al igual que su labio y nariz.

¿Que coño?

—¡Oh por dios!— exclamé y me acerqué a él para examinar más de cerca— ¿Cómo mierda te has hecho esto?

—Digamos que Logan quedo peor— sonrió.

¡Mieeerda!

—Hunter mañana es la fiesta de cumpleaños de Lydia, ¡Tienes que estar guapo!— dije.

—¿No te parezco sexy así golpeado?

Rodé los ojos, aunque si me parecía sexy así.

—Ven, déjame que te cure— lo tomé de la mano y lo llevé a mi cuarto.

No era experta en esto, pero digamos que algo se.

Se sentó en mi cama.

—¿Por qué hiciste eso?— dije mientras limpiaba la sangre.

—Se lo merecía, es un idiota— respondió.

—Todos los hombres son iguales...

—Yo no soy así.

Alcé una ceja y solté una carcajada.

—Eres el tipo más mujeriego que conozco.

—Bueno pero si estoy con una chica que amo, no sería capaz de hacerle algo así— dijo tiernamente.

—¿Y cuando estabas con Kim? Te follabas a cualquiera.

—A Kim nunca la amé.

No sabía que responder, así que me enfoqué solo en sanar sus heridas.

—Te ves sexy mientras me curas— rió— me  lastimaré mas seguido para que me cures.

Rodé los ojos.

—Ya acabe— dije y me senté a su lado— Eres libre— dije señalando la puerta, dándole a entender que ya podía irse.

—Pero quiero quedarme aquí— puso su mano sobre la mía— contigo.

Me miró a los ojos, examiné su rostro, era realmente sexy, tenía unos hermosos labios que moría por besar.

—¿Recuerdas la noche que difundí el video?— dijo.

—Si, te juro que pensé mil maneras de matarte sin ir a la carcel.

Viviendo con playboysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora