023.

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—¿Qué hace un chico tan guapo trabando en un lugar como este?— dije y mire de reojo a Liam quien miraba... ¡los senos de la cajera!

El chico rió.

—En realidad es un trabajo que tengo como para tener algo de dinero extra, aún voy al instituto. Tengo 17.

—Eres muy joven para ser tan lindo— sonreí coqueta.

—Gracias— soltó junto a una pequeña risita— tú también eres guapa, demasiado.

Me sonrojé y miré una vez más a Liam de reojo para que no notara que lo hacía para darle celos.

Esta vez estaba mirándome con el ceño fruncido y los puños apretados.

—¿Me das tú numero, princesa?— dijo el guapo cajero.

Liam carraspeó.

—Está "princesa"— hizo comillas con sus dedos— tiene novio y soy yo— se acercó a nosotros y miró a aquel chico amenazadoramente.

—No me interesa, no me llegas ni a los talones— lo miro a Liam de arriba abajo con desagrado y arrogancia.

—No saldrás vivo de aquí si sigues así— mi novio rió amargamente.

—¡Oigan! Se enfría la comida— interrumpió Megan poniéndose delante mío y de Liam tapando al cajero.

Agarro la bandeja y nos indicó con la mirada que fuésemos a una de las mesas.

—¿Celoso?— dije una vez me senté al lado de Candace.

—¡Pf! Para nada— negó dándole un mordisco a su hamburguesa— eso fue una "venganza".

—¿Qué?— alargue con la voz fina— Para nada.

—Estabas coqueteando con ese muchacho.

—No es así, solo fui a retirar mi pedido. Tú coqueteaste con la rubia zorra y ¡la defendiste!

—No coquetee con ella, hice nuestro pedido y tampoco la defendí.

—Le miraste los pechos.

Liam vaciló  y suspiró. Meg y Candace solo miraban divertidas la escena.

—Ya, cambiemos de tema— Candace interrumpió nuestras miradas fulminantes.

Primer pelea de novios.

(...)

Llegamos a la clase de gimnasia al finalizar el almuerzo en un silencio bastante incómodo, Liam no había dicho palabra alguna en toda la comida y Meg y Candace tiraban comentarios de vez en cuando para romper con el silencio.

—Prepárense para ver al profesor más guapo— dijo Candace con una sonrisa coqueta en su rostro y entró al salón— Buen día, profesor— se mordió un labio.

—Buen día chicos— contestó este mirándonos con una sonrisa perfecta de dientes blancos y parejos.

Hmm para que mentir, es un bombón.

Los cuatro nos dirigimos a una esquina en las que acomodamos nuestros bolsos para empezar con la clase. Éramos los últimos en llegar así que en cualquier momento sonaría el silbato.

—Ahí estabas Candy— le dijo Kim a Candace acercándose hacia nosotros y mirándonos con desprecio— ¿qué haces con estas dos zorras?

—No me llames Candy, y la única zorra aquí eres tú— respondió con cierta furia.

—¿De qué hablas?— dijo con una risa nerviosa.

—No creas que no te vi con el pene de mi ahora ex novio en tu boca.

—¡No significó nada! Solo fue algo de unos minutos...

—¿¡Es broma!? ¡Púdrete, zorra!

—Candy te jur....

Sonó el silbato, que interrumpió a Kim.

—No me hables— se limitó a decir Candace.

Nos dirigimos cerca de donde se encontraba el profesor, con todo el resto de la clase.

—Comiencen dando tres vueltas al rededor de la cancha para entrar en calor— nos indico y sin más comenzamos a correr.

—Con este profesor si que me dan ganas de correr— dijo Candace mientras lo veía descaradamente— Quiero que se quite la camisa.

Solté una carcajada.

—¡Candace!— gritó Cole a unos metros nuestros mientras intentaba alcanzarnos.

—Corre más rápido— dijo Candace y comenzamos a acelerar nuestro trote.

—¡No me ignores!

—¡Cole, menos charla y más acción!— lo regañó el profesor.

—Ya me cansé— dije parando en seco.

—¿Es broma! No vamos ni media vuelta— Candace soltó una risa.

—No estoy en forma.

—Se nota.

Hice una cara de ofendida.

—Seguiré corriendo para que Cole no me alcance.

Asentí con la cabeza y fui por un poco de agua.

—Deberías estar corriendo— dijo el profesor, que aún no se el nombre, con una sonrisa.

—Puedo explicarlo.

—No te preocupes, se que eres nueva.

Sonreí.

Sus ojos eran azules y su cabello castaño, era alto y tenía los abdominales marcados que se veían por arriba de su camiseta blanca, casi transparente.

—Soy Ryan, y seré tu profesor por el resto del año, ¿tú eres Catherine, verdad?

—Si, d...

—¡Amor!— gritó Hunter a unos metros— aquí estabas.

Lo mire confundida.

—¿Ustedes son novios?— pregunto Ryan.

—N...

—¡Si! Y muy felices.

—De acuerdo, iré a controlar que todos estén corriendo. Toma agua y vuelve, Cat— dijo el sexy profesor y se fue.

—Quiero explicaciones— mire a Hunter una vez que Ryan desapareció de nuestras vistas.

—Yo quiero explicaciones de por qué te llamo "Cat" cuando debería haberte dicho "señorita Catherine".

—¿Por qué dijiste que soy tu novia?

—Porque vi como te miraba el idiota del profesor, te quiere follar.

—¿Qué?— reí— eres patético.

—Y tu una inocente que crees que te hablo solo porque eres nueva.

—No te metas en mi vida.

—Intento cuidarte.

—¿Cuidarme? ¿Es en serio?

—Si, en serio.

—No te metas en mi vida— me aleje de esa conversación de brazos cruzados.

¿Quien se cree que es? No somos ni amigos, es más, hasta me atrevo a decir que tenemos una pésima relación.

Viviendo con playboysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora