033.

163K 10.1K 2.4K
                                    

—¿Estas bromeando, verdad?— pregunté incrédula.

—Para nada.

—¡No le seré infiel a Liam solo para ocultarle que casi falle soy infiel! No tiene sentido alguno.

—Bueno, haz como quieras— sacó su móvil— déjame buscar su contacto y en solo dos minutos estarás soltera.

Mierda, mierda, mierda.

—Hunter no, por favor— dije con la voz quebrada, al borde del llanto.

Él me miró raro, como si nunca antes me hubiese visto así.

—¿Vas a llorar?— preguntó como muy idiota que es.

—Hunter, yo lo amo a Liam, no me hagas esto— un par de lagrimas ya cayeron por mis mejillas.

En realidad, no hice nada malo. No le fui infiel, ni quería besar al otro chico. Pero por alguna razón no quería que Liam se enterará, sabía que si el se llegase a enterar, le dolería mucho. Liam es muy sensible y yo se lo que siente por mi. Es la última persona a la que quiero lastimar sabiendo que tanto le afectan esas cosas.

—Hunter, por favor— lancé un pequeño sollozo.

Narra Hunter

Ver a Cat así me destrozaba. No era capaz de decirle a Liam nada que pudiera llegar a herirla. Cumpla o no con las consignas.

Pero verla hacer cosas vergonzosas me hacía reír.

Lo sé, soy malo.

Aunque debo admitir que el reto que elegí al principio no era el mejor que digamos, no lo pensé en su momento. Verla semidesnuda en un grupo de malditos babosos me volvería loco.

—Cat, no se lo diré— intenté tranquilizarla.

—¿En serio?— dijo mirándome con los ojos brillando.

En el fondo, muy en el fondo, me dolía lo mucho que ama a Liam.

—No— sonreí de lado para calmarla— Pero... la primera consigna deberás cumplirla.

(...)

Narra Cat

El tiempo paso volando. Estuvimos toda la tarde aquí. Debemos volver porque en unas horas tenemos partir hasta nuestra casa.

—Creo que deberíamos ir yendo— dije.

—Umm, clar...

—Hola— Hunter fue interrumpido por la chillona voz de una chica de una edad bastante aproximada a la nuestra.

Era toda una plástica.

—Hola, perdona ¿te conocemos?— pregunté de mala manera.

—A ti no te estoy hablando— me miró mal

¿Quien se cree esta maldita zorra?

—Oye, guapo, ¿Cómo te llamas?— le dijo sensualmente, tocando su brazo.

—Umm, Hunter— contestó embonado con sus senos— ¿tú?

—Sasha.

—Cat, ten— me entregó un billete— ve a comprarte un helado— no sacó la vista de los senos de la chica.

¿Es en serio?

Viviendo con playboysWhere stories live. Discover now