059.

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—¡Cat, amor!— gritó Hunter desde la planta baja, llamándome.

Me encontraba en mi habitación, estudiando ya que el lunes debía rendir un examen muy importante.

Había pasado una semana desde que Joe me llamó e interrumpió mi momento con Hunter, desde ese momento no volvió a llamarme más, aunque cruzábamos miradas de vez en cuando en el instituto.

Hoy era domingo, eran las 3pm aproximadamente y llevaba varias horas seguidas estudiando para el mismo estúpido examen.

—¡Cat!— volvió a llamarme.

—¿¡Qué!?— exclamé fuerte para que escuchara.

Sentí sus pasos subir por la escalera hasta que finalmente entró por la única puerta que daba a mi cuarto.

—Amor, ¿quieres salir?— preguntó— tengo dos entradas para ir al cine— me las mostró con una gran sonrisa— ¿Vamos?

—Me encantaría Hunter, en serio. Pero tengo que estudiar un montón y no llegaré.

—Es solo una hora y media— hizo un puchero.

—Ve con alguno de los simios, prometo que en la semana vamos— dije— pero este examen es muy importante para mi calificación final.

Bufó.

—Bien, iré con alguno de ellos— aceptó finalmente— pero antes dame un beso.

Se acercó a mi cama, donde estaba estudiando y me dio un beso en los labios. Luego de eso te retiro de mi habitación dejándome completamente sola para estudiar.

Narra Hunter

Cuando salí del cuarto de Cat, bajé a la sala y me senté en el sofá. Ninguno de mis amigos estaba en casa, Luke estaba en casa de Jacob, Matt fue a casa de una "amiguita", y James y Cole fueron de compras.

La película comenzaba dentro de un rato, faltaba aún así que en el mejor de los caso, alguno de los chicos llegaba a tiempo.

Sentí mi celular vibrar en mi bolsillo. Lo saqué y tenía una llamada entrante de Kim. Pensé en no contestar, pero terminé por hacerlo ya que aunque estemos separados, podría ser algo importante.

—Hola— dije seco— ¿qué quieres?

—Hola, amor— contestó— ven a mi casa, ahora. Tengo que hablar contigo.

—No me digas amor, no estamos más juntos.

—De acuerdo, Hunter, necesito hablar contigo, ven.

—Dímelo aquí.

—Es importante, te espero— finalizó la llamada.

Dudé entre si ir o no, podría ser importante, pero a la vez podría ser una de las estupideces de Kim con que quiere que volvamos. Tampoco es que tenía algo muy importante que hacer, estaba completamente solo ya que ninguno de mis amigos se encontraba disponible y Cat estaba estudiando. Así que decidí ir.

Tomé las llaves de mi auto y salí en dirección a la casa de Kim, estaba a pocas cuadras, tranquilamente pude haber ido caminando.

Estacioné el auto y bajé, toqué timbre en la entrada y Kim me atendió, al verme sonrió ampliamente.

—Sabía que vendrías— dijo y me dejo pasar.

Entré a la casa me paré de brazos cruzados en la puerta. La casa estaba completamente vacía, no se escuchaba ningún tipo de ruido más que mi respiración y la de Kim.

—¿Para que querías que viniera?— pregunté.

Me entregó una copa de vino.

—Siéntate que tenemos un tema que charlar— dijo sensualmente.

No lo había notado antes, pero se encontraba vestida con una falda que dejaba sus piernas y algo de su trasero a la vista y un top muy corto que apenas tapaba sus senos. Se notaba de lejos que no llevaba brasier, los pezones se le marcaban notoriamente en la prenda blanca.

—¿Te gusta lo que ves?— rió al notar que estaba mirando sus pechos.

Levante mi vista de ellos rápidamente y me senté. Le di un sorbo a la copa.

—¿No extrañas lo nuestro?— preguntó con cierta melancolía— estuvimos juntos tanto tiempo y todo se echó a perder.

—Te recuerdo que te corté porque me engañaste en miles de ocasiones.

—Como si tú nunca te hubieses follado a otra estando conmigo.

—Kim, si me hiciste venir a que hablemos de eso, creo que será mejor que me vaya. En veinte minutos empieza una función de cine y debo irme— le mostré las entradas y me levante del sofá.

—¿Con quién vas? Apuesto que con tu noviecita Catalina.

—Es Catherine y no, voy solo— caminé hacia la puerta— Ábreme.

—Pero si tienes dos entradas— dijo acercándose a la puerta— podría usar una yo, digo, para no desperdiciarla.

—Kim, creí haberte dejado en claro que...

—No hace falta que me lo expliques— me interrumpió— se que no estamos juntos, no es una cita, solo vamos juntos. Como amigos.

Suspiré.

—¿Si te digo que sí dejarás de molestarme e insistir en que volvamos?

—Hmm tal vez— dudó.

—Bien, ponte un abrigo que hace frío— acepté finamente, sabiendo en el fondo que había cometido un gravísimo error.

—Vamos— dijo tomado una chaqueta rosada del sofá.

Salimos de su casa y nos subimos al auto. Conduje hasta el cine en total silencio, Kim intentó sacar un tema de conversación pero nunca contestaba más que un simple monosílabo. No quería nada con ella, y sinceramente no se ni por qué accedí a ir a ver una película con ella si se como es.

(...)

Estábamos a mitad de la película, era ago aburrida, o tal vez era yo que estaba algo paranoico pensando en que pasaría si Cat se llegara a enterar que fui con Kim al cine.

Kim, apoyó su cabeza en mi hombro, y puso su mano en mi rodilla. Poco a poco fue subiéndola casi hasta la altura de la entrepierna. No voy a decir que me sorprende, porque no es así.

—Está algo aburrida, ¿no crees?— dijo y tocó mi entrepierna, claro que sobre el jean.

Saqué su mano bruscamente.

—Kim, basta ya, no quiero nada contigo— había sido un poco cruel tal vez, pero necesitaba que entienda de una vez que estoy enamorado de Cat y solo de Cat.

—Tu novia no lo sabría— susurró y volvió a posicionar su mano allí. Pero esta vez fue directamente al botón y cierre del jean, el cual abrió.

—¡Shh!— nos chistó alguien detrás nuestro— si van a hablar, háganlo afuera.

Me abotoné nuevamente el jean y Kim me tomó del brazo.

—Mejor, vayamos afuera— se levantó del asiento y me arrastró con ella.

Salimos de la sala y me tomó de la mano, como si fuéramos pareja. Obviamente, me separé tan rápido como pude.

—Podemos continuar lo que empezamos en el cine, pero en mi casa— propuso con voz sensual.

—En el cine no empezamos nada, creo que será mejor que cada uno vaya por su lado— me di media vuelta para regresar a casa pero me tomó del brazo, haciendo que voltee hacía ella.

Antes de que pudiera siquiera reaccionar, me tomo del cuello y me besó con pasión.

Viviendo con playboysWhere stories live. Discover now